ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Urge establecer la poda como una actividad con carácter de temporada cada año. Foto: Endrys Correa Vaillant

Somos del Caribe insular y sabemos que habrá otros (muchos) momentos de ciclón, más o menos destructivos. No en vano, junto a nuestra experiencia, tenemos las historias de generaciones.

Hace años (exactamente 14) dediqué semanas a leer cuanta información pude hallar sobre el manejo de situaciones de desastre, en especial aquellas relacionadas con eventos ciclónicos. Lo hice con tanta pasión que terminé compilando lo que soñé que podía ser una suerte de folleto sobre el enfrentamiento a huracanes.

Pese a que el resultado de aquella investigación terminó extraviado entre los tantos archivos que vamos copiando de uno a otro disco duro, sigo creyendo en la importancia de confeccionar, editar y hacer muy asequible un libro concebido para que funcione y/o sirva como manual para casos de ciclón.

Un material semejante, de muy fácil lectura, entendible hasta por los niños, que comunique e ilustre cómo proceder antes, durante y después de uno de estos eventos, describiría lo que es un ciclón; los daños que pueden esperarse según la intensidad; las medidas que debieran de ser tomadas para reducir efectos y las maneras de hacer más eficientes los trabajos de recuperación.

El manual del que hablo (útil tanto para dirigentes y líderes sociales, como para la población en general) brindaría recomendaciones para que las personas en situación de vulnerabilidad evidente (o en pronóstico de pasar a tal estado) puedan aumentar su capacidad de resistencia.

Esto se traduce en un amplio abanico de temas, lo mismo de orden constructivo que sicológico o concernientes a la preparación de alimentos para casos de desastre. Al mismo tiempo, el texto incluiría recomendaciones que fortalezcan la resiliencia no solo en personas individuales, sino en el nivel de barrios y territorios.

A modo de complemento, la hipotética publicación podría concebir la posibilidad de crear –en territorios, centros de trabajo, barrios, cuadras e incluso en cada casa– algo que definiéramos como el «espacio seguro»; es decir, un área diseñada y preparada, con toda la anticipación que se necesite, para resistir embates del peor de los huracanes posibles. En ese espacio seguro serían colocados, en los días previos al arribo del ciclón (de lo cual se encargarían familias y vecinos), cosas como alimentos, agua, materiales para primeros auxilios, medicinas, herramientas y otros útiles.

Además de la vigilancia lógica al evento, esto supone dar como hecho tanto la severidad de los impactos como la obligación de disponer de una gama de respuestas (materiales, organizativas y espirituales) elaboradas, dispuestas y fortalecidas con anticipación.

Puesto que la propuesta implica asumir –además de la noción de vulnerabilidad– la noción de riesgo para los territorios y la sociedad, es obvio que se precisa de la continua participación de los medios de comunicación, los CDR y la FMC (sobre todo, en la base), así como de los organismos y entidades del Estado, junto con las organizaciones políticas.

Dejo para el final lo referente al vínculo entre la institución escolar y lo que denominaría como «formación para la resistencia ante desastres». ¿Es posible transmitir en las aulas un grupo tal de contenidos que, por ejemplo, abarque elementos básicos para el área de primeros auxilios, particularidades acerca del tipo de desastre natural propio de la posición geográfica del país, y procedimientos para filtrar agua, conservar alimentos, elaborar conservas o desecar hortalizas de forma rústica o natural? ¿Podemos imaginar que a este empuje se sumara el trabajo combinado de círculos de interés y bibliotecas escolares para que –en la dimensión de masividad propia de la institución escolar– se conviertan en desafíos para el pensamiento las tensiones entre desastre, riesgo, previsión, resistencia y resiliencia?

Según esto, mi gestión resiliente ante cualquier huracán incluiría el manual que antes comenté (junto con todas las campañas comunicacionales que de allí deriven), el espacio seguro en todo lugar donde se estime necesario y/o posible, así como la introducción –en la escuela– de contenidos pedagógicamente estructurados y controlados sobre el enfrentamiento y recuperación de desastres.

Aunque resulta parte fundamental, separo lo concerniente a los trabajos de previsión en cuanto a poda de árboles, limpieza de tragantes y eliminación de basureros y vertederos.

Primero, porque –en el Caribe, con sus mosquitos y enfermedades transmisibles– se unen en una ecuación de vida o muerte (a tal grado puede llegar la destrucción).

Segundo, porque los ciclones van a seguir arribando, a razón de no menos de una decena por año, y de estos, unos tres o cinco de la categoría más alta.

Tercero porque, en tales condiciones, la poda no puede sino constituirse en algo tan cíclico como los ciclones mismos y, en atención a ello, merece ser establecida como una actividad con carácter de temporada cada año.

Cuarto, porque los problemas de daño (a los sistemas de cableado eléctrico y telefónico) tuvieron que haber comenzado ya desde las primeras décadas del siglo XX; esto, que también significa procedimientos y prácticas de enfrentamiento desde entonces, abre puertas al estudio, la investigación e identificación de experiencias valiosas que en otras fechas permitieron enfrentar, resolver o atenuar amenazas de desastre.

Por este camino, me encantaría escuchar o leer muchas, muchas opiniones que nos ayuden a prepararnos mejor para el futuro y, en consecuencia, tener menos daños de ese terrible dios al que los habitantes originales de estas islas llamaron Hurakán.

 

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Edgardo dijo:

1

10 de octubre de 2022

04:47:12


Exite una obligación para las administraciones cubanas de dedicar 8 horas anuales para la preparación de Defensa Civil. Al parecer, los Organismos Centrales no exigen por ello. Está legislado en el DL 170. ARTICULO 1. - El presente Decreto-Ley regula: a) a) El papel y lugar de los órganos y organismos estatales, las entidades económicas e instituciones sociales en relación con el cumplimiento de las medidas de defensa civil.

Rafael Galardy dijo:

2

10 de octubre de 2022

06:57:20


Ese manual existe desde el año 2017, recomendado por la Defensa Civil, se llama "Guía familiar para la protección ante ciclones tropicales", tanto en áreas urbanas como rurales. Lo pueden descargar aquí: https://www.trabajadores.cu/documento/guia-familiar-la-proteccion-ante-ciclones-tropicales/

MgLux dijo:

3

10 de octubre de 2022

08:25:38


Muy buen artículo. Esperemos que toda la dirección del país apoyen cada idea. Fantástico.

Orestes dijo:

4

10 de octubre de 2022

09:06:29


ESOS MANUALES EXISTEN DESDE HACE AÑOS, EL DOCTOR MANUEL ITURRALDE ES UNO DE LOS QUE MÁS HA TRABAJADO EN ESO

Eriberto dijo:

5

10 de octubre de 2022

12:38:03


Estoy muy de acuerdo con lo planteado en este editorial, respecto a la poda de árboles q podrían afectar los tendidos eléctricos y teléfonico, debe ser tarea periódica, así como la atención de las alcantarillas

Ing Gustavo Hdez dijo:

6

10 de octubre de 2022

15:54:08


Admirado Victor Fowler: Ese manual existe desde los años 80. Es de color verde olivo oscuro con una ilustración en blanco y negro en la portada, y se llama "Defensa Civil". Tiene el escudo de la defensa civil. Breve, fácil de entender y en base a figuras. Viene la poda, fijación de techos, prevención de derrumbes, drenajes, refugios, agua segura, auxilios básicos, etc. Muy fácil de entender. También existe una colección llamada "medidas para dar respuesta a necesidades de la población en momentos difíciles" de varios tomos, en blanco y negro y con una línea azul en la portada, donde se enseña cómo conservar alimentos, hacer ropa rústica, fregar sin detergente, muebles rústicos, primeros auxilios, sustituir medios de enseñanza y juguetes, recetas, hierbas medicinales, reparaciones con pocos medios, hacer fuego, filtrar agua... También muy ilustrado, fácil de leer y, a diferencia del folleto DF, es bastante extenso por todos los temas que trata. Hablo de ésos dos porque estaban en mi casa, igual que uno de 1989 de Servicios Comunales que venían todos los mantenimientos preventivos y correctivos a edificaciones y calles en detalle, con los ciclos de poda, chapea, destupicion, limpieza de tragantes, pintura, barrido, clorado, revision... Pero había muchos más. Se compraban en las librerías y hay en las bibliotecas. Asimismo, en el Colegio de Defensa Nacional CODEN se imparten cursos a los cuadros sobre fenómenos naturales extremos, preparación del territorio, medios, medidas, legislaciones... También se han realizado y pagado numerosos estudios de riesgo y vulnerabilidad ante catástrofes de entidades o áreas específicas, hechos por expertos y entregados a los responsables de defensa o directivos de cada entidad con copia al CITMA o la DF. También se realizan cada año ejercicios METEORO donde se anuncian que se elevó la preparacion y coordinación y que se está preparado para el ciclón. Entonces, sobra la bibliografía y sobran los estudios y cursos de preparación a los cuadros y entidades oficiales. A la población, llevamos décadas repitiendo lo que hay que hacer por la TV, radio, periódicos y ahora sitios web cubanos. El asunto está en si los cuadros y las entidades del Estado emplean esos textos, estudios técnicos que ya pagaron, si aplican la norma cubana NC 285:2013 para Cargas de Viento al fijar los techos, si cumplen con la norma NC 1055:2014 en el diseño y construcción de viviendas, si cumplen con las normas de inocuidad de alimentos, si cumplen los ciclos de poda, chapea, revisión, destupicion normados, si aplican esos conocimientos que supuestamente recibieron en el CODEN. Es bueno reimprimir y actualizar los textos de DF de los 80, pero si no se emplean como herramientas de trabajo, seguiremos igual. Para dirigir algo bien hay que informarse, aprender, cumplir normas, buscar datos previos, asesorarse. No todo puede ser "operativo" y en base al momento. Muchas cosas han sido estudiadas en Cuba y no se consultan. Aplaudo su idea de relanzar un texto.

Un Guajiro dijo:

7

10 de octubre de 2022

17:37:34


Idea genial profesor,en Cuba existe ademas de la experiencia ciclonica, capacidad organizativa para integrar un grupo de especialistas que a tiempo completo trabajen en la elaboracion de ese manual,que no solo ayudaria a los cubanos,sino a todo el Caribe.Sus argumentos son muy realistas y seran de mucha uti lidad para los decisores. Como hombre del campo intentare participar con algunas sugerencias, pronto se las enviare.Mis respetos.

Manuel Iturralde Vinent dijo:

8

10 de octubre de 2022

18:46:16


EDUCACIÓN PARA LA PREVENCIÓN DE DESASTRES Sobre la información que reclama el periodista existe una información muy abundante. Sin embargo, no se promueven quizás suficientemente como para que en un artículo del periódico Granma no se reconozcan. Se han escrito diez folleto de la serie e Protege a tu familia... que están disponibles en internet y una guía ante ciclones tropicales de la Defensa Civil. Están disponibles el libro Cuba: El ABC de la prevención de desastres naturales; Cuba: Prevención de desastres asociados al Cambio Climático; Principales catástrofes naturales ocurridas en Cuba. Consecuencias y prevención. 25 spot cobre peligros climáticos, varios documentales, carteles, pancartas y carteles, entre otros. Estos y otros materiales están disponibles en www.redciencia.cu/paginas/protegete

Manuel Iturralde Vinent dijo:

9

10 de octubre de 2022

19:03:02


La preparación preventiva ante los eventos extremos es una necesidad y tiene que organizarse a nivel de comunidad, municipio, provincia y nivel nacional; cada uno con sus responsabilidades. Es inadmisible ahorrar en la prevención, pues tal actitud genera gastos enormes durante la recuperación. Este año, por alguna razón, no se podaron oportunamente los árboles frondosos, y el resultado ya se ha visto. Hace años se ha promovido la necesidad de replantar el arbolado urbano con especies resistentes al viento y la Fundación Antonio Núñez Jiménez ha realizado algunas acciones al respecto que se deben generalizar. En fin, la ciencia ha realizado numerosos estudios y elaborado informes técnicos y docentes que bien aprovechados permitirían reducir los daños al nivel mínimo inevitable. Pero estamos lejos de haber alcanzado este nivel, pues si bien el número de víctimas humanas es reducido, en cuanto a daños a la infraestructura estamos lejos del nivel deseado.

camilo dijo:

10

10 de octubre de 2022

21:36:56


EXCELENTE ANALISIS Y MUY NECESARIO, MUY NECESARIO

Red Cubana de la Ciencia dijo:

11

10 de octubre de 2022

21:37:27


Puede encontrar aquí varios ejemplos de manuales, folletos, carteles e información útil para la prevención de riegos ante huracanes y otros eventos naturales que pueden ocasionar desastres. http://redciencia.cu/paginas/tarea-vida http://www.redciencia.cu/paginas/protegete

Tamara Téllez Veranes dijo:

12

11 de octubre de 2022

12:53:36


Admiro sus artículos, me encantan pero en Cuba la defensa civil tiene información organizada suficiente y disponible en todas las instituciones y para la población, falta divulgación quizas en la escuela , no se pero cuando empieza la temporada ciclónica hay bastante spot televisivos hablando sobre el tema y las diferentes fases de enfrentamiento a estos fenómenos naturales