SANTIAGO DE CUBA.—Aun cuando en este momento la provincia no se incluye entre las que presentan transmisión de dengue en el país, Santiago de Cuba intensifica las acciones que le permita bajar los niveles de infestación del mosquito Aedes aegypti, o eliminarlo donde sea posible, como premisa indispensable para evitar la peligrosa enfermedad.
Según dijo a Granma el licenciado Francisco Fabré Navarrete, jefe del Departamento de Control de Vectores, del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, con un índice de infestación del mosquito de 0,7 % en viviendas inspeccionadas, el riesgo de transmisión es alto, y no admite otra estrategia que no sea la de enfrentar directamente al vector.
En tal sentido, tras la identificación de Santiago de Cuba, Palma Soriano, Contramaestre y San Luis, como los municipios de más comprometedora situación, se han volcado las fuerzas y recursos necesarios para el bloqueo de casos febriles o con la enfermedad ya confirmada, y actuar sin demora en las viviendas con focos y demás inmuebles aledaños.
Fabré Navarrete explicó que la radiobatida diseñada abarca toda la manzana del caso reactivo en cuestión, así como las cuadras laterales colindantes en el tratamiento autofocal conocido por la población para erradicar focos con larvas, y el adulticida mediante equipos de fumigación dirigido a eliminar los mosquitos adultos.
Además, con igual rigor se están atendiendo las llamadas «manzanas calientes», que por su carácter reiterativo la experiencia aconseja una atención preventiva especial, así como el mayor nivel de información a la población, a través de charlas sanitarias en la comunidad, a cargo de especialistas, y la divulgación mediante los medios de difusión masiva.
Integrada por más de 2 000 operarios, el territorio dispone de la fuerza requerida, con una alta estabilidad, y capacitada en los requerimientos de la campaña; a pesar de las limitaciones de piezas de repuesto y combustible, la labor de innovadores y mecánicos del taller habilitados en Electromedicina Provincial, posibilita contar con los medios de fumigación.
Fabré Navarrete precisó que junto a este esfuerzo, resulta indispensable la participación de las administraciones y colectivos laborales de cada centro de trabajo y de la población, convocados por las organizaciones de masas y los delegados del Poder Popular, consciente de que las personas conocen hasta el último charquito o vaso espiritual donde puede habitar el vector.
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