
¡Émulo de Bolívar! En la Historia
tu nombre habrá de ser una alborada:
¡el sol es un reflejo de tu espada
y tu espada es un átomo en tu gloria!
Se purifica la mundana historia
con tu austera figura inmaculada
e igual a una mujer enamorada
va siguiendo tus pasos la victoria.
¡Aún te sobra vigor! Tu brazo es fuerte:
Céspedes y Agramonte, conmovidos,
tan grande y noble y guerrero al verte,
en una misma aspiración unidos,
desde el umbral de luz que hay en la muerte
te esperan con los brazos extendidos.
Bonifacio Byrne



















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