Felton, Holguín.–Al personal de la termoeléctrica Lidio Ramón Pérez no le asusta el trabajo duro ni los turnos de labor de 12 o más horas. Allí se vive bajo presión permanente. Esa afirmación se comprende mejor al escuchar al ingeniero mecánico Alexander Leyva Mórmul, quien labora en el área de Planificación y Control de Mantenimiento. Recientemente, el muchacho fue reconocido como uno de los especialistas destacados en el proceso de mantenimiento de la Unidad 2 de la planta.
«Lograr el estado técnico óptimo del horno de la caldera plantea ejecutar operaciones muy complejas. Para llegar a los tubos, lo primero es demoler la placa de hormigón refractario que los cubre. Y eso requiere de mucho esfuerzo físico, aunque se emplee un medio mecánico. Luego, cuando los 168 tubos de cerca de 12 metros quedan expuestos, a cada uno se le hacen seis mediciones para determinar el espesor y conocer si deben ser sustituidos.
«También es complicado el montaje de los calentadores de aire regenerativo. Cada cuña del rotor pesa 4,7 toneladas y hay que transportarlas al taller que las fabrica, en Santiago de Cuba. Cuando se ensamblan, antes de soldarlas, con el fin de mantener el radio adecuado, hay que fijarlas por medio de muchos tornillos. La precisión define los resultados finales».
Egresado del Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa en el año 2016, Alexander Leyva Mórmul dice que el mayor reto que ha enfrentado como profesional es el trabajo en la Unidad 2. Allí intervino, junto a un valioso grupo de compañeros, en la reparación de los equipos auxiliares de la caldera, entre ellos los ventiladores de tiro forzado, los ventiladores circuladores de gases y los sopladores de hollín.
La aún reciente rehabilitación de la Unidad 1 devino escuela para el joven ingeniero automático Rubiel Pupo Benítez, pues le aportó experiencias que habría tardado años en adquirir, de no ser por las rigurosas tareas que cumplió.
«Próximamente, como parte de un colectivo de autores, presentaré en el Fórum de Ciencia y Técnica las modificaciones hechas al sistema de control automático de la caldera de la Unidad 2. El que poseía antes de la reparación en ejecución quedó obsoleto, y nuestra proposición consistió en adaptar un bloque moderno existente en la termoeléctrica. También, decidimos reubicarlo en un lugar que lo protege de posibles afectaciones a causa de las altas temperaturas o emisiones de gases. Así las mediciones son mejores».
Cuando se va tras el precio en el exterior por la automática totalmente nueva de una unidad generadora, la cuenta indica que se necesitan varios millones de euros, pero la capacidad innovadora de Rubiel Pupo Benítez y sus compañeros redujo el monto a unos pocos miles.
OPERACIÓN VITAL PARA EL PAÍS
El mantenimiento de la Unidad 2 es asunto vital para el país, puntualiza el ingeniero mecánico Euclides Mejías Rodríguez, director técnico de la termoeléctrica. «Cuando logre generar 220 megawatts (MW), unidos a los 260 MW de la unidad 1, rehabilitada hace cerca de un año, la planta podrá entregar entre 480 y 500 MW, lo que representa, aproximadamente, el 19 % del consumo actual del Sistema Eléctrico Nacional en el horario pico».
Este bloque, aclara, tiene una potencia máxima de 250 MW, los cuales se alcanzarán cuando se le haga una intervención de mayor rigor en el circuito de instalación de la turbina, algo que se ejecutará más adelante.
«Asimismo, hoy, la Unidad 1 está limitada a 150 MW. Después de quemar más de 340 000 toneladas de combustible, tras 11 meses en operaciones, le corresponde una intervención de poco más de una semana de duración, con el fin de limpiar la caldera, lo cual le devolverá los 260 MW».
La capacidad de trabajo y la experiencia del colectivo aseguran un retorno exitoso de ese bloque. A fin de cuentas, durante su rehabilitación, después del incendio que la sacó de explotación en 2016, hubo desafíos memorables por su magnitud.
«El montaje de la turbina se realizó de manera virtual. Debido a la COVID-19, una parte importante de la asistencia técnica extrajera se retiró y, a través de videoconferencias, realizamos las mediciones con el personal técnico extranjero que se quedó, y nuestros especialistas. Los datos los enviábamos a la República Checa, y del trabajo conjunto salieron decisiones. Fue algo novedoso para el país, y gracias a ello no se paralizó el proyecto».
Al ofrecer más detalles de las acciones realizadas en la Unidad 2, sale a relucir que allí fue recuperado el sistema de limpieza continua de condensadores. Así será posible ahorrar al año unas 1 400 toneladas de combustible.
Se ha trabajado en la reparación de los compresores de servicio de planta, necesarios para el accionar de los elementos neumáticos, el control de las válvulas de caldera y de los órganos de seguridad de la turbina, entre otros elementos.
Sobre los innovadores y racionalizadores, asegura que han sido fundamentales, porque el mantenimiento se ejecuta en condiciones económicas difíciles, sobre todo con falta de financiamiento para adquirir piezas de repuesto y otros recursos. «Ahí es donde entró su creatividad y empeño. Se remitieron al banco de problemas de nuestra planta y han buscado soluciones con la visión de sustituir todas las importaciones que sea posible».
Hoy, además, la termoeléctrica dispone de una cantidad significativa de piezas de repuesto producidas en talleres de otras provincias, como los de Metunas, en Las Tunas, y los de la Sucursal de la Empresa de Servicios Técnicos Industriales, de Azcuba, en Santiago de Cuba.
Los efectos del bloqueo de Estados Unidos, comenta, están por todas partes. Unas veces se refleja de forma directa en las trabas que se presentan para obtener financiamiento; otras, cuando las navieras transportan con atrasos los suministros. También golpea a terceros que prestan servicios en el país.
ALTO GRADO DE INTEGRACIÓN
El director general de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas, ingeniero Ignacio Medrano Fernández, quien hace meses ha trasladado su puesto de mando a Felton, admite que el mantenimiento en marcha ha integrado a diversas fuerzas productivas del país.
Aquí, explica, existe una unidad empresarial de base de esa empresa, la cual ha acometido trabajos importantes para recuperar la Unidad 2, que paró con alto grado de deterioro en todas las partes y piezas de la caldera, así como en los equipos auxiliares, a lo que se sumaron afectaciones en el rotor y en el cilindro de baja presión.
«Por eso el rotor fue extraído y transportado a La Habana, a la Base Central de Reparaciones, donde se “reempaletó” el cuarto paso. Es un trabajo muy complejo, por primera vez realizado en Cuba. Antes se hacía en la República Checa y ahora tuvimos asesoría de una empresa mexicana. Enviarlo a Europa nos habría costado mucho más dinero y habría prolongado el tiempo de entrada en explotación. Ya está montado y se da continuidad a la instalación y mantenimiento del turbo-grupo».
En la caldera, detalla, se han hecho trabajos novedosos, como la recuperación de los calentadores de aire regenerativo, a los cuales se les ha restablecido cerca del 90 % de la superficie de intercambio.
Se trabajó en el economizador de la caldera, que es una de las partes fundamentales que tenía fallos. De igual modo, se han recuperado conductos con salideros que afectaban las operaciones de los grupos electrógenos, y se solucionaron problemas de la chimenea.
También se recuperaron las bocas de los quemadores y la cámara térmica, y se están montando totalmente los pre-calentadores de aire que le faltaron por mucho tiempo al bloque, y los requería para mantener la eficiencia.
El ingeniero Osmel Maturel Reyes, director general de la termoeléctrica, conocedor a fondo de su colectivo, dice que este seguirá trabajando rodilla en tierra, pendiente de hacer todo lo que esté a su alcance para concluir los trabajos que restablecerán la vitalidad de la planta.
«Aquí sufrimos ante cada salida de servicio por averías o cualquier otra causa. Estamos muy conscientes de la situación por la que atraviesa el país con el déficit de generación eléctrica, y de la contribución que debe hacer la termoeléctrica para cambiar ese panorama».
FUERTES LLUVIAS CAUSAN INTERRUPCIONES DEL SERVICIO ELÉCTRICO
Durante el día de ayer no existió déficit en la capacidad de generación, por lo que no ocurrieron afectaciones al servicio eléctrico debido a este motivo, informaron a Granma autoridades de la Unión Eléctrica (UNE).
No obstante, aclararon que sí hubo interrupciones por averías en las redes de distribución, como consecuencia de las fuertes lluvias en algunas zonas del país.
Actualizaron, igualmente, que la Unidad 5 de la Central Termoeléctrica (CTE) Máximo Gómez, en el Mariel, sincronizó al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), como se había previsto.
Horas antes, en su página de Facebook, la une expuso que se encuentran fuera de servicio, por averías, las unidades 6 y 7 de la Máximo Gómez; la Unidad 2 de la CTE Ernesto Guevara, en Mayabeque; la 4 de la CTE Diez de Octubre, en Nuevitas, y la 4 de la central Antonio Maceo, en Santiago de Cuba.
Están en mantenimiento la unidad de la CTE Otto Parellada, de La Habana; la 2 de la CTE Lidio Ramón Pérez, en Holguín, y la Unidad 6 de la CTE Antonio Maceo.
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