ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Los dignatarios y representantes de las naciones defendieron la unidad para garantizar la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Foto: Alejandro Azcuy

Una idea que es una máxima se escuchó en la voz del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien trajo, cual sello de continuidad, al líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, para que su pensamiento guía presidiera la Cumbre de la Alianza Bolivariana de los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), celebrada este viernes en La Habana.

Díaz-Canel evocó a Fidel al recordar que «una América Latina y el Caribe unidos en su diversidad, con voz firme y propia, articulada en la coordinación de nuestras estrategias de desarrollo y en la defensa de la soberanía resulta esencial».

Aquella sentencia se ilustra hoy, al decir del Jefe de Estado cubano, en que «fragmentados, podrían ignorar a cada uno de los representantes. Unidos, nadie podrá silenciarnos, como no han podido quebrar la colaboración y la solidaridad que permite a los países de menos recursos enfrentar los duros exámenes de nuestra época».

Solidaridad, complementariedad, necesidad de gobernar para el pueblo, independencia y no injerencia, son palabras claves del ALBA-TCP y de sus cumbres, y esta de La Habana no fue la excepción. Esas expresiones han tenido sus realizaciones al interior de los países miembros de este mecanismo de integración por excelencia, en el cual el ser humano pasa por encima del interés económico como prueba irrefutable de amor y apego a los derechos humanos. Hay muchos ejemplos, entre ellos la atención en Salud, sobre todo, en la reciente lucha contra la COVID-19; en la Educación y en el intercambio comercial, entre otros.

Por eso los dignatarios y representantes de las naciones defendieron la unidad para garantizar la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, así como el derecho de las naciones caribeñas a un trato justo, especial y diferenciado.

Aquí nadie se considera el jefe, el que pone, el que quita

Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela –país que junto a Cuba y Nicaragua ha sido excluido de otra cumbre, la de las Américas (en junio, en Los Ángeles), convertida desde ese mismo instante en la cumbre de la exclusión–, expresó que «el ALBA tiene ya un patrimonio y una doctrina clara de la relación de los pueblos. Puede demostrar resultados concretos de nuestra agenda de trabajo desde que fuimos fundados hace 18 años», y agregó: «Aquí nadie se considera el jefe, el que pone, el que quita»

Hizo referencia a la firme posición de los pueblos ante las exclusiones, como, por ejemplo, la de la Comunidad del Caribe (Caricom), con 14 gobiernos que se pronunciaron en contra de la decisión de la administración de Estados Unidos

Valoró de firme y valiente la voz de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, a quien agradeció por estar al frente de esta lucha por la verdad. «Ha valido la pena la lucha de los latinoamericanos por levantar la bandera de la unidad. Nuevos y mejores tiempos vienen para los pueblos de América Latina y el Caribe, y esos tiempos vendrán de nuestras batallas porque se respeten nuestros derechos», significó Maduro.

Rememoró el Presidente venezolano varias declaraciones de altos cargos del Gobierno de EE. UU., durante el mandato Donald Trump, en el que se redactaron planes para invadir a su país con mercenarios y provocar un conflicto armado. Denunció cómo las administraciones de esa nación intentaron boicotear la industria petrolera venezolana, pero a pesar de ello, dijo, hoy salimos adelante, económica y socialmente. A esa Venezuela en ritmo de recuperación no la excluye nadie: «la voz de Cuba, Nicaragua y la ALBA retumbará en la Cumbre de las Américas», aseguró.

Agradeció las declaraciones valientes de Alberto Fernández, presidente de Argentina, para condenar la política de desunión y las de Xiomara Castro, presidenta de Honduras. «No perdamos la perspectiva real, el siglo XXI es el de la unión y de la soberanía», subrayó.

Este es nuestro camino, el de los iguales, el del respeto, el de la inclusión, y el de la integración, el de la convocatoria unitaria en su compromiso con el camino de la unión y la inclusión, afirmó.

Nos reconocemos bajo un espíritu de respeto y multilateralismo

A través de un mensaje virtual, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, recordó a Fidel y a Chávez como fundadores del ALBA, y denunció las agresiones históricas de Estados Unidos hacia América: guerras, invasiones y sanciones, pues «desde que nacieron como nación no han renunciado a la Doctrina Monroe».

En cuanto a los temas económicos, recordó que se están consolidando nuevos polos, en especial entre las naciones del Caribe con países como Rusia, China e India. Apuntó, igualmente, la importancia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que representa la unión en medio de la diversidad.

Condenó los más de 60 años de criminal bloqueo contra Cuba, lo que revela que el imperialismo nunca ha cambiado. Asimismo, hizo referencia al interés yanqui por someter a Rusia y China a sus intereses hegemónicos.

«No hace falta la Cumbre de las Américas, que es la cumbre del imperio, excluyendo a los países que han decido construir su propio destino. Tenemos el ALBA y tenemos la Celac. El mundo ya es otro», subrayó.

Ortega aludió a la carta enviada al presidente de EE. UU., Joe Biden, mediante la cual 15 congresistas estadounidenses expresan su preocupación por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela de la IX Cumbre de las Américas.

«La razón vencerá a la fuerza», dijo el Jefe de Estado nicaragüense, sentenciando que continuarán fortaleciendo los mecanismos de integración regional como la Celac y el ALBA-TCP.

Cese toda forma de hostilidad contra los pueblos de Nuestra América

«Necesitamos un nuevo orden mundial verdaderamente democrático, justo, con equilibrio de poder y sin hegemonismos, con pleno respeto a principios de autodeterminación de los pueblos y no injerencia en asuntos internos», manifestó Luis Arce. Foto: Juvenal Balán

El Presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce Catacora, envió un mensaje revolucionario a los pueblos latinoamericanos y caribeños que son parte del ALBA-TCP, «una alianza para la vida, la hermandad, la solidaridad, la integración, la cooperación y la paz entre los pueblos».

Reiteró su solidaridad con Cuba ante la tragedia en el hotel Saratoga de La Habana, y expresó a las familias de las víctimas sus sinceras condolencias, acompañándolos en su dolor.

Manifestó observar con preocupación el desarrollo del conflicto entre Rusia y Ucrania, y rechazó la falta de diálogo, los actos de provocación de EE. UU. y los movimientos encubiertos de la OTAN. «Bolivia es un país pacifista, promovemos una cultura de paz y creemos firmemente en la solución pacífica de las controversias, apelando al diálogo, la diplomacia y al entendimiento entre las naciones y los pueblos del mundo», remarcó.

Ratificó el firme compromiso con el Derecho Internacional, con el multilateralismo y con la Carta de la ONU. Insistió en poner al descubierto a los que apuestan por la prolongación de la guerra como un medio para reactivar sus economías en crisis, y denunciar a quienes pretenden profundizar la crisis alimentaria para beneficio de unos pocos.

«Necesitamos un nuevo orden mundial verdaderamente democrático, justo, con equilibrio de poder y sin hegemonismos, con pleno respeto a principios de autodeterminación de los pueblos y no injerencia en asuntos internos», manifestó.

Fijó su preocupación sobre el tema de la IX Cumbre de las Américas por ignorar la diversidad plena de los pueblos del continente, «lejos de hacernos débiles, debería ser nuestra fortaleza», sentenció.

Añadió que el veto de Washington solo demuestra una retórica inapropiada en favor de la democracia y los derechos humanos, porque no existe una voluntad real en las autoridades de dicho país para cambiar su política hostil hacia los gobiernos que dignamente no se subordinan a sus intereses.

«Estados Unidos recurre a cualquier tipo de instrumentos para sancionar a países que siguen un camino distinto al de sus mandatos, como ocurrió al retirar unilateralmente a Bolivia del acceso a preferencias arancelarias, pese a cumplir los compromisos de lucha contra el narcotráfico», y reiteró su decisión de no asistir a dicho encuentro mientras no se invite a todos los países, y en condiciones de plena igualdad jerárquica y de participación. «¡Ningún país puede arrogarse el derecho de decidir quiénes forman parte o no de nuestro continente americano! Y tampoco ningún organismo internacional, como la OEA, puede servir única y exclusivamente a los intereses hegemónicos de una sola nación», enfatizó.

«Todas las guerras deben dolernos, conmovernos de la misma manera, siendo coherentes y actuando bajo la convicción de que no es la guerra sino la paz lo que debe regir las relaciones internacionales, una paz basada en la justicia social para todos los pueblos del mundo», puntualizó.

Advirtió que en el marco del Plan pospandemia del ALBA-TCP, Bolivia continuará apostando por la solidaridad, impulsando todas las medidas que sean necesarias para apoyar a las naciones que no han podido tener un adecuado acceso a las vacunas. «Por ello, condenamos que la unidad de nuestra Patria Grande siga siendo amenazada por políticas de divisionismo, discriminación, exclusión, desestabilización y confrontación», sentenció.

Los represantes de los países del ALBA-TCP adoptaron una posición común de rechazo a las exclusiones de la Cumbre de las Américas. Foto: Juvenal Balán

Estados Unidos insulta nuestra inteligencia y tenemos que defender nuestra integridad

Al abordar el tema de la próxima Cumbre de las Américas, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Everard Gonsalves denunció su trato discriminatorio y expresó que no asistirá a esa cita. Añadio que «ningún país debe ser excluido y el anfitrión no tiene derecho a determinar quién asiste y quién no».

Estados Unidos insulta nuestra inteligencia, y tenemos que defender nuestra integridad. «Estoy insultado, no sé cómo un país tan grande puede descender tanto», aseveró el mandatario sanvicentino.

Apuntó que algunos consideran que si van a la IX Cumbre de las Américas pueden representar la posición de los excluidos, pero comentó que, de hacer eso, nos pondrán a cantar para que sea todo bonito, pero nada concreto. «Vamos a estar corriendo en círculos», alertó Gonsalves, quien informó que recibió la invitación de Biden, pero «por una cuestión de principios no voy».

Resaltó la importancia de la integración, un principio que se destaca en la Declaración final de esta Cumbre la cual también se refiere a la adopción del multilateralismo y no el unilateralismo. No podemos olvidar el bloqueo de más de 60 años contra Cuba, contrario al derecho internacional, y que ha sido denunciado cada año en la Organización de Naciones Unidas, recordó.

Con respecto a Venezuela, denunció las sanciones que afectan al pueblo venezolano y las presiones de Estados Unidos hacia otros gobiernos para que se sumen a su política.

Hay un retroceso en lo que se había logrado como hemisferio, por la actitud imperial

El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, quien participó en la Cumbre de la ALBA, de forma virtual, apuntó que este encuentro es oportuno porque se aprecia un retroceso en lo que se había logrado como hemisferio, sobre todo, por la actitud de naciones imperiales.

Detalló que su país, constantemente, mantiene su solidaridad con los países de la región, y que los intentos de dividir a las naciones del Caribe no cumplirán su objetivo. Recordó que durante los momentos más difíciles de la pandemia de la COVID-19, fue gracias a países como Venezuela y Cuba que se pudo salir adelante.

Fueron los aviones venezolanos los que trasportaron instrumental médico y la Mayor de las Antillas apoyó con personal sanitario, como lo ha hecho a lo largo de la historia, recordó Skerrit.

En cuanto a la Cumbre de las Américas, apuntó que es completamente inaceptable que sean excluidos países de la región, y señaló que, aunque EE. UU. es el anfitrión, no puede decidir quién va. Expresó la solidaridad de su Partido y Gobierno hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Resaltó, asimismo, su compromiso inamovible con los hermanos y hermanas del ALBA-TCP. En su mensaje, Skerrit comentó cuánto le habría gustado estar personalmente en la Cumbre, y respaldó su Declaración final.

La actitud exclusiva de EE. UU. debilita la región

El mundo está en un momento de incertidumbre, recuperándose todavía de la pandemia de la COVID-19, con la crisis en Ucrania, los elevados niveles de inflación, el cambio climático y la recuperación lenta de la economía, comentó Evely Paul Chet Greene, ministro de Asuntos Exteriores de Antigua y Barbuda, quien representó al primer ministro Gaston Browne,

Opinó que en el ALBA se trabaja con solidaridad por el bien de nuestros pueblos, desde la no injerencia entre los Estados, lo que da muestra de nuestra unidad ante el resto del mundo. Denunció que la actitud exclusiva de EE. UU. debilita a la región y dificulta poder lograr un futuro unido. En sus palabras rechazó el bloqueo del Gobierno de ese país contra la Mayor de las Antillas, y afirmó que «el momento es ahora para condenar este acto que continúa dañando a Cuba. Es momento de pensar en el futuro y preguntarnos cuál es la región que queremos tener».

Es inaceptable permitir que otras fuerzas nos dividan como pueblo y región

Las limitaciones propias impuestas por la pandemia de la COVID-19 nos han dividido. Por ese motivo, es inaceptable, en este momento histórico, permitir que otras fuerzas nos dividan como pueblo y región. Desafortunadamente, en vez de concentramos en la recuperación pospandemia, hablamos de separaciones injustas, valoró Nicholas Steele, ministro de Salud y Seguridad Social de Granada, en representación de su país.

Agradeció al Gobierno cubano por el envío de personal médico a Granada y a muchos países de la Comunidad del Caribe (Caricom). Recordó que fueron Cuba y Venezuela los primeros que ayudaron positivamente a su país, y expresó que su pueblo y Gobierno tienen la obligación de apostar por un mundo mejor. «Y esa época tiene que llegar, pero para ello es necesario, primero, la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba», puntuaizó.

Todos los estados merecen la participación por igual en la Cumbre de las Américas

El embajador en Cuba de San Cristóbal y Nieves, Lionel Sydney Osborne, en nombre de su país, agradeció al Gobierno de Cuba y de Venezuela por las excelentes coordinaciones para realizar esta vigésimoprimera Cumbre. «Este tipo de gestos encarnan el espíritu de colaboración del ALBA-TCP», señaló el diplomático.

Apuntó que la convocatoria a este cónclave no podía ser más oportuna, en vista de la Cumbre de las Américas, en la cual es necesario que se apliquen principios de equidad, justeza e integración, considerados como fundamentales para Estados pequeños como los nuestros.

Manifestó preocupación por las exclusiones de Cuba, Venezuela y Nicaragua, por ser contrario a las ideas de una cumbre en la cual se debe buscar la unión para el futuro estable de las Américas.

Nuestra posición se refleja en la condena constante del bloqueo contra Cuba, algo que dificulta el desarrollo del continente americano, señaló. Recordó que su nación se ha beneficiado mucho con el apoyo de Cuba, en especial durante el enfrentamiento a la COVID-19.

Estamos eternamente agradecidos con el pueblo y el Gobierno cubanos, apuntó. Reafirmó, además, su alineación con los principios del ALBA-TCP, pues ha sido vital para su programa nacional de mejoras sociales y económicas.

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