El mensaje que Cuba dijo «a los pueblos de América y del mundo», en la II Declaración de La Habana, sigue siendo el testimonio de los mismos principios que la Revolución confirma hoy ante los enemigos de siempre y en respuesta a sus obstinadas amenazas.
A 60 años del acontecimiento popular que, convocado por Fidel, colmó la Plaza de la Revolución, el 4 de febrero de 1962, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, evocó la efeméride en Twitter, y fue cancelado un sello conmemorativo en el Ministerio de Relaciones Exteriores
La II Declaración de La Habana significó la respuesta digna del pueblo, reunido en Asamblea General Nacional, frente al complot de EE. UU. en la Organización de Estados Americanos para aislar a la Isla, y ratificó el compromiso de nuestra política «de seguir defendiendo el derecho de los pueblos latinoamericanos y caribeños a su liberación y autodeterminación», afirmó la vicecanciller Josefina Vidal Ferreiro.
En el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García, diplomáticos y académicos también recordaron el hito mediante un panel dedicado al contexto y la vigencia de un suceso que, junto a la denominada I Declaración de La Habana, trascendieron como proyecciones de principios y conceptos que condicionaron la práctica política y el proceso interno de la Revolución Cubana, valoró el sociólogo e historiador Rafael Hidalgo Fernández.




















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