ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Estudios Revolución

Desde el inicio de la Revolución, gracias a la visión de Fidel, en el sector agropecuario nacional es donde más se ha impulsado un sistema de ciencia, tecnología e innovación; sin embargo, no hemos logrado los resultados que debíamos tener en la producción de alimentos.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, subrayó lo anterior en un encuentro con autoridades estatales y empresariales y científicos y expertos a fin de evaluar la implementación del Sistema de Gestión de Gobierno basado en Ciencia e Innovación (SGGCI) en la agricultura.

La producción de alimentos, la agricultura, como sector primario, tiene que desarrollarse; es una tarea pendiente que debemos resolver pese a la baja disponibilidad de recursos y al bloqueo del gobierno de EE.UU., pero llevamos años en este debate y no avanzamos, enfatizó.

En la discusión de asunto tan urgente, realizada en la mañana de este miércoles, participaron los miembros del Buró Político, Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro, y Salvador Valdés Mesa, Vicepresidente de la República.

Asistieron también Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido,la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh y la jefa de la cartera de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Elba Rosa Pérez Montoya.

El intercambio inició con una presentación del titular del Ministerio de Agricultura (Minag), Idael Pérez Brito, quien hizo un repaso sobre el SGGCI en un ramo que ocupa a más de 870 000 trabajadoras y trabajadores en las áreas empresarial, presupuestada y no estatal (en esta última está el 66 por ciento de su fuerza laboral).

Sobre los principales desafíos del SGGCI en el sector, identificó los vinculados al potencial humano, al sector productivo, al sector del conocimiento, a los financiamientos y al desarrollo territorial, entre otros.

Uno de los mayores retos—explicó Pérez Brito— está en el capital humano, en el sentido de garantizar la permanencia de la fuerza laboral (obrera, técnica y profesional), en primer lugar, la directa al campo, además de lograr que crezca en número y se perfeccione su capacitación.

Otro desafío es que el sector productivo, con base en la ciencia y la innovación, concrete, de una vez y por todas, el principio de alcanzar «mayor producción con menos gastos».

No obstante —acotó el titular del Minag—, el cambio fundamental para conseguir lo que nos hemos propuesto está en los cuadros; si un jefe en cualquier eslabón no acoge y hace suya la ciencia y la innovación, no lograremos mucho.

A la ciencia y la innovación hay que ponerle el presupuesto que lleva, hay que hacer contratos con las entidades científicas, y hay que aplicar los resultados, subrayó Pérez Brito, que previamente había reconocido que aún es insuficiente la conexión entre el sector del conocimiento y el sector de la producción de bienes y servicios en el ramo agropecuario y forestal.

QUÉ HACER

El Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, ponderó que en el análisis del propio Minag se identifique entre los obstáculos principales para la implementación del SGGCI, la actitud de los cuadros, pero ¿cómo lograremos resolver este problema?, preguntó. ¿Cómo alcanzaremos ese cambio de mentalidad?, ¿cómo pondremos fin a esa resistencia por parte de algunos cuadros?

Eso se logrará con exigencia, con control, con rendición de cuentas. Un solo cuadro que se resista a los cambios —señaló el Jefe del Gobierno de la República—, es un muro en el avance, a pesar de la voluntad de los colectivos y del Gobierno.

El miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del departamento de Atención al Sector Social, Jorge Luis Broche Lorenzo, señaló por su parte que en el diseño y aplicación de la ciencia y la innovación en la agricultura también son fundamentales las ciencias sociales.

Y esto incluye —dijo— una mirada a temas como el bienestar animal,la producción de alimentos con métodos y técnicas amigables con la naturaleza, el enfoque de género, el envejecimiento poblacional y otras problemáticas. En la agricultura, las ciencias sociales son fundamentales.

La viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh insistió, entre otros temas, en el desarrollo de los sistemas alimentarios locales (SAL) como el eslabón fundamental para aplicar la ciencia y la innovación.

LA AGRICULTURA TIENE QUE SER SINÓNIMO DE INNOVACIÓN

En las conclusiones del encuentro, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, señaló que en el sector agropecuario y forestal hay que realizar innovaciones de todo tipo, y la primera es organizacional.

Puso como ejemplo el necesario redimensionamiento de las OSDEs (organizaciones superiores de dirección empresarial) y empresas, un proceso que debe tener como base los sistemas alimentarios locales, y a partir de ahí conformar a estas entidades, no al revés.

Luego de reiterar su llamado a poner fin a las empresas «cabezonas» (las nombra así por tener abultadas plantillas y dedicarse a dar servicios caros y de baja calidad, lo que obliga a los productores a incrementar precios), Díaz-Canel criticó las prácticas de algunas de establecer relaciones de ordeno y mando con los actores económicos como cooperativas y productores individuales, pero eso no puede ser, las empresas tienen que establecer otros tipos de relaciones y también ponerse a producir ellas mismas, dijo.

El Primer Secretario reflexionó a seguido sobre la capacidad del país para generar más ciencia e innovación en la agricultura, porque todas las universidades cubanas —afirmó— tienen algún programa o proyecto relacionado con la producción de alimentos, y el sistema agropecuario dispone de una extensa red de centros de investigación.

Para concretar estas potencialidades es necesario, sin embargo, señaló el Presidente de la República, convocar a los científicos, propiciar su participación en la construcción y puesta en práctica de sus proyectos, y luego retroalimentarse con ellos para que los resultados sean evaluados y nuevamente discutidos.

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carlos lugo rodriguez dijo:

1

30 de diciembre de 2021

06:49:23


Una manera de incrementar la presencia de familias en el campo para trabajar en la produccion agopecuaria seria proporcionarles la adquisicion de viviendas de calidad vendiendoselas y esto es posible importanto (por ahora) casas prefabricadas desarmadas y que se pueden armar por el comprador en 2-3 dias con la ayuda de 1-2 personas, estas casas le costarian entre 3-5 mil usd y constarian de 1-2-3 dormitorios baño, sala-comedor-cocina,portal techi,piso puertas y ventanas . Vele la pena ante el deficit de materiales que tenemos actualmente No he podido encontrar el correo electronico del Ministro de Agricultura

José Roberto Martín Triana dijo:

2

1 de enero de 2022

05:58:46


A propósito de lo publicado en GRANMA el jueves 30-12-21: La ciencia y la innovación también dan más alimentos. De acuerdo con lo publicado, y sugiero: En el mediano y largo plazos, además de alimentos, el MUNDO AGRARIO cubano tendrá que enfrentar otros retos como, por poner solamente un ejemplo, suministrar a las industrias fibras textiles naturales para cubrir las necesidades del desarrollo del país y no tener que importarlas. Las fibras naturales no son productos agrícolas alimenticios pero las producen los agricultores. No basta con repartir tierras y dar los apoyos que hoy son posibles. Esta acertada política ¨llegó para quedarse¨, porque la Revolución crea y creará un nuevo campesino, que en alianza con los obreros y con toda la sociedad, construirá el país que soñamos. -Son imprescindibles los grandes Polos Productivos, pero también la Agricultura Urbana, Sub Urbana y Familiar porque se complementan y ésta última puede producir con una gran biodiversidad de especies y cerca del consumidor, lo que tal vez no sea aconsejable a los primeros. -Los usufructuarios de tierras, los nuevos campesinos, necesitan vivir como aspira la Revolución que vivan, proteger sus bienes de todo tipo, almacenar sus productos para su autoconsumo y para su comercialización. -No vivir aislados como vivían y viven todavía la mayoría de los campesinos; en condiciones de vida que no se pueden mejorar sustancialmente, precisamente por ese aislamiento. -Pueden concebirse Comunidades o pequeñas Aldeas donde vivan los que no residan cerca del terreno que trabajarán, con las condiciones materiales y socioculturales mínimas que aspira la Revolución que tengan para vivir los nuevos campesinos de esta época. -Faltan materiales de construcción, entre ellos la madera tradicional, la guadua o caña brava; la primera porque hay que preservar nuestros bosques y la segunda porque no se ha plantado como se debiera haber hecho, ni siquiera en las orillas de las cañadas, arroyos, ríos, y embalses, como ¨fajas reguladoras¨ y también de Proyectos concebidos especialmente para las viviendas e instalaciones anexas que requieren los usufructuarios para su labor. Pero hay alternativas para resolver esta dificultad. -Para ello ¨pensar¨ en el empleo de materiales para la construcción no tradicionales, por ejemplo, CONTENEDORES en desuso por solo mencionar un ejemplo. Conocimientos, ciencia, tecnología, hay suficiente en Cuba, por lo que es posible encadenar con este propósito al Ministerio de la Agricultura, al de Industrias, al Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, al Instituto de Recursos Hidráulicos, a las Universidades y Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica, por ejemplo: La UCLV y su Facultad de Construcciones con el Centro de Investigación y desarrollo de las Estructuras y los Materiales (CIDEM)), y otros. Pensemos! Gracias! José Roberto Martín Triana jrmartint@gma