ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Gracias al avance permitido por la primera etapa de la inversión, seis de los siete cargueros recibidos este año fueron despachados en tiempo, algo que antes no se lograba. Foto: Julio Martínez Molina

Cienfuegos.–De la unidad empresarial de base Cereales Cienfuegos (molino) depende el 42 % de la harina de trigo producida en Cuba en la actualidad.

La planta, enclavada en la zona industrial de la Perla del Sur, y la mayor de su tipo en el país, abastece a provincias del centro y del oriente, por vía terrestre o por ferrocarril, subraya su director general, Digsán Martínez Vergara.

Por lo anterior, reviste un notable relieve la inversión que, a un costo de 21 millones de dólares, acontece allí, y que «le ahorrará al país un alto nivel de divisas, por concepto de pronto despacho de los buques, al disminuir considerablemente la estadía de las naves», apunta Martínez Vergara.

Y añade: «Con los transportadores obsoletos que contamos, hoy solo podemos descargar cien toneladas de trigo por hora, pero al terminar el proceso inversionista ascenderá a 300 en igual tiempo».

En efecto, la referida modernización (que permitirá otras ventajas como mayor calidad e inocuidad del producto, pues el nuevo equipamiento posibilita el óptimo manejo del trigo) es de suma importancia económica.

Pero a ese imperativo nacional no le ha correspondido la necesaria celeridad en la ejecución y terminación de las labores planificadas.

Por el contrario, el proceso se ha ralentizado y a estas alturas –cuatro años después del comienzo de la inversión–, los propios especialistas principales no poseen la certeza de cuándo concluirá.

UN CAMINO EMPEDRADO

En honor a la verdad, ni el complejo escenario económico ni la irrupción de la pandemia hace casi dos años propiciaron el despegue del empeño. Aunque existen otros elementos concomitantes.

La ingeniera Sandra Abreu Rodríguez, jefa técnica del Proyecto de Inversión, indica que, desde el inicio en 2017, se configuró un cronograma estructurado en dos etapas.

Según la principal autoridad del tema, avanzar en la segunda etapa (la realmente conflictiva) ha implicado decisiones estratégicas por parte de los directivos de la Empresa Molinera de Cuba, del Instituto de la Reserva Estatal y de otras autoridades.

«Para la instalación de los transportadores exteriores y del equipamiento en el interior de los silos, era necesario liberar el 50 % del grano almacenado».

Cuando finalmente fue posible, el proceso estuvo condicionado entonces por la capacidad de molida de la industria, para añadir una cota extra de valladares en la senda inversora.

«Normalmente, el molino debe consumir en dos días y medio la materia prima de un silo, pero a veces toma más tiempo. Por roturas o por limitaciones con el transporte».

Fueron momentos de complejidad económica en la nación, cuando, por ejemplo, si la transportista –la empresa Emcarga– no tenía combustible, no enviaba sus carros. Ese día, la industria no podía moler porque las tolvas estaban llenas; igualmente ocurría cuando la Agricultura faltaba a su compromiso de transportar el afrecho por la misma razón, argumenta Sandra Abreu.

En resumen, no fue hasta hace seis meses que 32 de los 64 silos de la planta quedaron libres.

Sin embargo, para esas fechas la provincia exhibía una de las tasas de prevalencia de la COVID-19 más altas del país; otro tranque, este inesperado, en la trayectoria del proceso.

Eduardo Hernández Rodríguez, inversionista por la Empresa de Servicios Ingenieros, encargada de administrar la ejecución de la inversión, considera que los dos impedimentos fundamentales del avance son: liberación de las áreas y la COVID-19, en igual orden.

La situación epidemiológica también retrasó, hasta agosto pasado, la llegada a Cienfuegos de asesores de la firma proveedora de la tecnología, quienes orientan el montaje de los equipos y su puesta en funcionamiento.

Pero la historia de este proceso se alarga. Cuando termine la ejecución de las acciones actuales, deberá esperarse nuevamente por la presencia de los asesores y, en ese punto, será obligatorio detener totalmente la industria por alrededor de 30 días o más.

No obstante, «para paralizar el molino, el país debe incrementar la existencia de harina de trigo en varias provincias que hoy tienen cobertura para un día», afirma Abreu Rodríguez, la jefa de la inversión.

Cada barco de este producto tiene un costo superior a los 17 millones de dólares, comenta la especialista.

¿QUÉ SE HA HECHO HASTA AHORA­­?

La dilación no significa tampoco que no se verifiquen los avances en el proceso de modernización fabril concebido.

Oslay Quintana Vázquez, especialista principal del molino, quien está al frente del área de Electricidad y Automática de la inversión, asevera que los trabajos de conexiones eléctricas se han ejecutado casi al 90 %, sin retrasos.

En 2019 concluyó el montaje de una moderna torre de succión que, aun cuando no opera a su máxima capacidad, logra ya un impacto económico ostensible.

En consecuencia, seis de los siete cargueros recibidos de enero a octubre de 2021 fueron despachados en tiempo, algo no logrado antes.

Actualmente, se labora en el montaje de los nuevos transportadores aéreos exteriores, de los elevadores y de la tolva de residuo, y también en las instalaciones eléctricas.

Eduardo Hernández Rodríguez avala la calidad de lo hecho a escala general hasta ahora y aprecia que «algunos problemas de suministros, incompatibles con los que aparecen en el proyecto, fueron solucionados con los asesores extranjeros».

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JuanAlbert dijo:

1

16 de noviembre de 2021

18:46:46


Cuba avanza apesar de los ataques inhumanos de USA.