De una hectárea de ajonjolí pueden lograrse más de 200 litros de aceite

camagüey. –En toda actividad humana, ante un cambio de rutina o al incorporar un elemento novedoso, nunca faltan los reacios y pesimistas, casi siempre vencidos, enhorabuena, por quienes no descansan en el empeño de llevar a vías de hecho un proyecto aun en medio de las más difíciles circunstancias.

Algo parecido ha sucedido con el propósito del Grupo empresarial azucarero (Azcuba) de generalizar, a instancia de sus unidades productoras cañeras, el cultivo de ajonjolí, destinado a la elaboración de aceite vegetal, para cubrir, de manera gradual, las necesidades de los comedores del sector.

Aunque ejemplos hay no pocos en el país, la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) El Entronque, del municipio de Sibanicú, tomó rápido las señas e incorporó la siembra de la planta oleaginosa a su programa integral de producción de alimentos, que ya exhibe alentadores resultados.

Alexei Carmenates Llanes, administrador de la UBPC El Entronque, refiere que en cada uno de los lotes cañeros se ha incorporado, poco a poco, el fomento del cultivo de ajonjolí, una planta viable, pues requiere de bajos volúmenes de agua y fertilizantes, y es resistente a plagas y enfermedades.

Los especialistas señalan que del ajonjolí cosechado en una hectárea de tierra se extraen unos 250 litros de un aceite con una textura, aroma y sabor peculiares, que además de su riqueza en nutrientes esenciales tiene múltiples aplicaciones para la salud humana.