Al cierre del 28 de octubre, en Cuba se diagnosticaron 137 casos positivos a la COVID-19 en edades pediátricas, cifra que, si bien todavía se considera elevada, demuestra el descenso continuo de la incidencia de la enfermedad en este grupo poblacional.
Al comparecer este viernes en la habitual conferencia televisiva para actualizar sobre el comportamiento de la pandemia en la población de 18 años y menos, la doctora Lissette López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría del Ministerio de Salud Pública (Minsap), resaltó que de los 174 192 niños, niñas y adolescentes que se ha contagiado en el país, han egresado unos 172 000, lo que significa un 99,1 % de recuperación, en tanto que la supervivencia es de un 99,9 %.
Mientras que en las semanas más críticas de la transmisión de la COVID-19 en Cuba el número de casos activos en edades pediátricas sobrepasó los 6 000, actualmente suman poco más de 1 000 menores ingresados activos con el virus.
Con respecto a la incidencia por territorios, López González precisó que las provincias de Sancti Spíritus, Camagüey y Las Tunas son las únicas que tienen más de 100 casos pediátricos activos.
Asimismo, hasta este jueves se encontraban tres niños pequeños en cuidados intensivos reportados de grave, pero estables.
La directiva del Minsap enfatizó, una vez más, en los cuidados que se deben seguir manteniendo con los niños y adolescentes, aun cuando la pandemia está en vías de control en el país y avanza la vacunación infantil.
Recordó que el grupo de los menores de dos años aún no está incluido en la inmunización, por lo que tiene mayor vulnerabilidad. Al respecto, hizo un llamado a extremar las medidas de contención e insistió en el uso de la lactancia materna para el caso de los recién nacidos.
«La lactancia materna protege a los niños en los primeros momentos de la vida, no solo de la COVID-19, sino que lo protege de otras infecciones respiratorias, y les garantiza un estado nutricional e inmunológico adecuado», argumentó.
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