ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Pedro

Más de 60 años después, la Revolución Cubana sigue teniendo tantas lecturas verídicas como interpretaciones sesgadas se quieran extraer de ella.

Una interpretación sesgada puede ser aquella que se desvía del centro de las esencias y arma otros mundos posibles, donde los conceptos de justicia social, soberanía y antimperialismo se quedan al garete de la historia para proponer soluciones mágicas, bastante similares a las que llenaron de agravios a la nación y les hincharon las arcas a sus politiqueros.

¿Martí, la Guerra de independencia, la Enmienda Platt, las cañoneras del Norte, los gobiernos entreguistas que se sucedieron, los crímenes de la tiranía, la lucha revolucionaria, la arrogancia yanqui, la invasión de Girón, el infausto bloqueo…? ¡Bah, propaganda comunista para disponer a su antojo de la democracia y los derechos humanos!

La historia se aprende también viviéndola, y lo que para un joven miliciano de los años 60 estaba claro mientras devoraba un pedazo de pan «pelao» en su trinchera bajo las estrellas, puede tornarse extraño para aquel que –por las causas que sean– haya perdido las secuencias del proceso revolucionario.

Por el medio ha habido dificultades, no pocas, y errores, y falta de esto y de aquello, y aprendizajes de ese proceso, precisado a sobrevivir bajo las agresiones y la propaganda adversa, subvencionada (¡prohibido olvidar!) por los herederos de aquel  Destino Manifiesto, que hacía de Estados Unidos «una nación favorecida por dios» para convertirnos en sus siervos.

Unas intenciones que a los cubanos defensores de la soberanía, desde el siglo XIX (nacimiento del Manifest Destiny) hasta acá, sencillamente no nos da la gana de aceptar.

Por ello, sabedor de que cada coleteo contrarrevolucionario ha tenido a su personajillo de turno, ¡unos cuantos ya!, luego tragados por la intrascendencia del «usar y botar», conocedor de que el Gobierno estadounidense se apresuró en apoyar una pretendida marcha «por el cambio» –aplaudida por anexionistas y una revoltura más– me limito, por el momento, a sacudir persianas y clasificar las fichas sobre el tablero.

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Alejandro Fernández Costa dijo:

1

21 de octubre de 2021

06:15:23


Sencillo,brillante y tajante.

DAZ dijo:

2

21 de octubre de 2021

06:15:53


El evento de la historia de Cuba que más beneficios ha otorgado (y defiende) a más ciudadanos cubanos es la Revolución Cubana. Todos esos beneficios son numerables, reales y verificables y, en tanto tales, imposibles de negar, aún si, desde el triunfo mismo de la Revolución Cubana, existen fuerzas que intentan maquillar y falsear la presentación de esos logros hasta hacerlos irreconocibles, para intentar –a la postre– negarlos, mediante sofismas, falacias lógicas y artilugios discursivos de todo tipo, porque quienes se oponen a semejante evento no disponen de una propuesta superior a ella en términos cualitativos y cuantitativos, esto es, una que traiga más beneficios a más población, que sería, en propiedad, la oposición más productiva y digna… Todo lo contrario: los enemigos de la Revolución Cubana intentan a la larga desmontar esos beneficios a cambio de pacotilla, promesas sin fundamento y consignas emasculadas de contenido, tales como “libertad”.

Eduardo dijo:

3

21 de octubre de 2021

17:41:23


Yo, aunque soy cubano residente en el exterior, estoy al tanto de los acontesimientos en mi patria querida, y de ser necesario, regreso, me alisto como miliciano, y doy mi vida por por ella, !patria o muerte !!!

Carlos Lobos dijo:

4

21 de octubre de 2021

18:45:18


Mas claro no puede estar.