El ingeniero agrónomo Eduardo Sánchez Céspedes admite que su madurez profesional y humana se la debe a la planta de Acopio y Beneficio de Semillas instalada varias décadas atrás en Velasco, en el municipio de Gibara, en la provincia de Holguín. Por eso vive con intensidad el avance de las labores que, respaldadas por cerca de millón y medio de dólares, paulatinamente trae modernidad al establecimiento.
La inversión en sí es una planta nueva, con tecnología de punta, como las dos de su tipo montadas en las provincias de Pinar del Río y Granma, con el fin de clasificar semillas de frijol, maíz, soya, sorgo y otros granos.
«El equipamiento permite la clasificación por peso específico del grano con el que se trabaja. En pasos previos quita impurezas como terrones, polvo, pajas y alguna que otra piedra. También elimina la humedad sin dañar los embriones de las semillas y asegura el empaque en sacos».
Los beneficios de la inversión llegan al laboratorio, que ha recibido, entre otras cosas, cámara de germinación, computadora, termómetros y cápsulas. Estos equipos harán más efectiva la comprobación de la calidad de las semillas en lo inmediato, al tiempo que anuncian la posibilidad de evaluar semillas transgénicas cuando se produzcan en el territorio.
Juan Ramón Jomarrón Pupo, ingeniero mecánico, especialista de la Empresa de Proyectos Agropecuarios y responsable del montaje tecnológico, afirma que la nueva tecnología multiplica por cuatro la velocidad de procesamiento, cuando se le compara con las máquinas en uso hasta ahora.
Los equipos que aún no están montados, refiere, se encuentran a pie de obra, protegidos y bajo control en un almacén. Sobre la parte civil, plantea que debe concluir a finales de septiembre, porque han faltado algunos recursos, entre ellos gases (oxígeno y acetileno), cemento y estructuras metálicas. Pero está seguro de que tras la puesta en explotación de la planta nueva, tanto los productores de la provincia, que le tributan la semilla sin procesar, como los muchos otros que la reciben beneficiada, elogiarán el servicio.
El renacimiento de la planta de Velasco, en el municipio holguinero de Gibara, es parte de la estrategia de recuperación de capacidades asumida por la UEB Semillas Varias Holguín, que en abril de este año reinició la producción de vitroplantas, al recuperar una biofábrica ubicada en las cercanías de la capital provincial.
Para el rescate de esta instalación, cuenta su director, el ingeniero agrónomo Miguel Caisés García, se destinaron 2,7 millones de pesos dirigidos a la obra civil y a la adquisición de equipos. Parte de estos últimos son los componentes del llamado flujo laminar y los sistemas de refrigeración y esterilización.
«Nos hemos concentrado en las vitroplantas de plátano, de las cuales podemos obtener al año un millón, dado el hecho de que es un cultivo estratégico de la provincia, que responde al Programa de Autoabastecimiento Alimentario y Educación Nutricional. Además, en igual periodo podemos entregar varios miles de plántulas de otros cultivos como malanga».
Al director de la UEB, Miguel David Góngora Garcés, no le queda duda alguna sobre el salto de calidad que tendrá la producción de semillas de plátano, a partir de que la biofábrica multiplicará los mejores clones.
En cuanto a la nueva planta beneficiadora de semillas de granos, asegura que funcionará con eficiencia porque los operarios, escogidos entre los mejores trabajadores, cumplieron con la capacitación requerida.
Allí, por sabiduría colectiva, no desecharán viejos y confiables medios productivos, entre ellos una clasificadora de granos, de procedencia ucraniana y en uso desde 1972, así como una secadora de la marca Caprissa, que será destinada al procesamiento de semillas de hortalizas.
PLANES PRODUCTIVOS AJUSTADOS A LAS NECESIDADES DE CADA ZONA
Lo que sucede en Holguín define la voluntad nacional, no ajena a contratiempos diversos, de satisfacer la demanda de semillas en el sector agrícola. Por eso, la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas, única de su tipo en el país, insiste en que los planes productivos de sus UEB se ajusten más a las necesidades de cada zona, y en que todas las formas de gestión que conforman el esquema cuenten con especialización y logren resultados de calidad.
Con esas premisas, la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas acopia anualmente unas 15 000 toneladas, para producir unas 11 000 toneladas de semilla neta, incluyendo en esta cifra unas 7 000 toneladas de semillas de papa, de acuerdo con Rogelio Pupo Ávila, director comercial de la entidad.
Según el directivo, la producción actual de semillas sobrepasa el 100 % con respecto al plan, mientras que existe uno emergente con el que se pretenden corregir algunos atrasos que puedan generarse en cultivos como el maíz, la calabaza y el pepino.
Acerca de tres posibles incumplimientos, aclara que existen afectaciones en los cultivos de habichuelas y pimiento, y el frijol tampoco se podrá cumplir, aun cuando no se escatimaron esfuerzos para enfrentar las plagas, que han sido el principal obstáculo.
Con el objetivo de sortear muchas otras dificultades, así como para lograr equidad y cumplimiento de las demandas, asegura que se elaboran planes de transferencias entre las UEB, porque no todas las provincias son capaces de autoabastecerse.
Aunque la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas no comercializa todas las semillas del país, sí se enfoca en granos, excepto el arroz, además de la frutabomba, flores, hortalizas y plantas medicinales y condimentosas, agregó.
Las condiciones climatológicas del país no son propicias para todo tipo de semillas, por lo que se encuentran casos como la col, la remolacha, la zanahoria y la cebolla amarilla que no florecen en el territorio nacional; mientras que otras, como el rábano, resulta más barato importarlas que producirlas, acotó.
No obstante, dar garantías a programas especiales, como la demanda del turismo, la exportación o la agricultura urbana y suburbana, es una misión para la que se destina un presupuesto, con el que puedan asegurarse las semillas de importación de aquellos cultivos imprescindibles para estos destinos.
Subraya Pupo Ávila que, con los cambios económicos actuales, las empresas podrán tener la liquidez en sus manos, luego de sus ingresos por exportaciones y ventas a otros destinos, para pagar por los insumos que demanden. Esto también significa el reto de lograr por sí mismas la sostenibilidad para que, de forma general, el esquema que conforma la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas mejore su desempeño y alcance los niveles de eficiencia a los que aspira.

Principales dificultades en la producción de semillas en Cuba
- Limitaciones en el manejo y uso de los recursos fitogenéticos destinados a los programas de mejoramiento, a causa del deterioro de la infraestructura y de la obsolescencia tecnológica.
- Negativo impacto de las indisciplinas en el uso de la tecnología o en el cumplimiento de su normativa, lo cual se refleja en un mal tratamiento de los cultivos y provoca degeneraciones genéticas.
- Deficiencias en la inspección y certificación de semillas, a causa de la inestabilidad del personal, la falta de capacitación y la carencia de logística.
- Insuficiente producción de híbridos de tomate, pimiento o melón, que integran el sistema de cultivos protegidos del país y que bien pudieran asegurarse en el territorio nacional, como, por ejemplo, el tomate, con un alto costo de importación por concepto de semillas.
- Escasa producción de semillas de lechuga, acelga, habichuela y rábano, para el programa de agricultura urbana, suburbana y familiar, que tampoco debiéramos importar.
- Deficiente producción y certificación de semillas de calidad para el cultivo del maíz.
- No se logra cubrir la demanda de semillas certificadas de arroz en las siembras comerciales.
- No se tiene organizada la cadena productiva ni de certificación de semillas de categoría básica de viandas tropicales.
- Existen provincias donde todavía no han llegado la Fincas Integrales de Semillas.
- Demoras en la ejecución de las inversiones asociadas a la actividad de semillas y recursos fitogenéticos.
- Deterioro de la cadena productiva de semillas, y problemas con la calidad de la semilla, la cual no responde a lo que demanda la producción.
Fuente: Primer Encuentro Nacional sobre Semillas desarrollado en marzo de este año.
COMENTAR
Lucía dijo:
1
10 de septiembre de 2021
09:39:51
Amaro dijo:
2
10 de septiembre de 2021
12:53:21
Responder comentario