PINAR DEL RÍO.—«Si no logramos que lo que pasa en la práctica se ajuste a lo que está concebido en los planes, no resolveremos el problema». Así advirtió en esta provincia el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, en reunión con las principales autoridades del territorio, sobre el enfrentamiento a la COVID-19.
Al frente de una comisión temporal de trabajo integrada por representantes de varios ministerios y otras estructuras del país, con la misión de apoyar a Vueltabajo en la lucha contra la epidemia, Gil Fernández señaló que la deficiencia principal que se ha detectado es que existen planes correctamente diseñados, en función de la experiencia acumulada, pero luego no se cumple lo que se indica en ellos.
En la reunión, donde también estuvo el vicejefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, Joel Suárez Pellé, se afirmó que «estamos obligados a tener planes de medidas que realmente respondan a las condiciones que presentan los territorios y a la vez, a que se cumplan».
El viceprimer ministro insistió en que al cabo de casi 16 meses de la llegada a Cuba de la COVID-19, puede haber personas agotadas y también quienes piensen que el incremento de casos que se ha venido registrando en los últimos meses, no tiene solución.
Sin embargo, afirmó que no nos podemos acostumbrar al panorama actual y explicó que el ejemplo de la Isla de la Juventud, donde se ha detenido la epidemia, es una prueba de lo que se puede alcanzar.
«En nuestro propio país tenemos un botón de muestra de lo que podemos hacer», aseveró.
Dijo además que el punto central del enfrentamiento al nuevo coronavirus es el distanciamiento físico. Por tanto hay que crear conciencia de la necesidad del aislamiento.
Con más de 1 400 casos en los últimos 15 días, y una tasa de incidencia de 246,5 por cada 100 000 habitantes, Vueltabajo vive un momento particularmente complejo.
Aun cuando los municipios de Sandino, Guane, Minas de Matahambre, Pinar del Río y Mantua presentan las cifras más alarmantes, todos los territorios tienen tasas elevadas de contagio.
Entre las prioridades para tratar de detener la transmisión, Gil Fernández indicó revisar la organización del comercio y el transporte, el trabajo a distancia y el enfrentamiento a conductas nocivas como la especulación y el acaparamiento.
Hay que plantearse la necesidad de reducir al mínimo la movilidad. Lo fundamental en estos momentos es proteger la vida de las personas y recuperarnos lo antes posible para volver a darle vitalidad a la economía, enfatizó.



















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