Al celebrarse este 22 de junio el aniversario 195 del Congreso Anfictiónico convocado en Panamá, por El Libertador Simón Bolívar, es preciso recordar su idea de crear la Confederación de Países Latinoamericanos Independientes, que fracasó por el sabotaje de Estados Unidos.
La intención de Bolívar solo pudo ser concretada, el 14 de diciembre de 2004 en La Habana, por iniciativa de los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, Presidentes de Cuba y Venezuela respectivamente, al crear la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), con nueve países miembros inicialmente.
A 195 años de la instalación del Congreso Anfictiónico de Panamá, los pueblos latinoamericanos y caribeños estamos defendiendo nuestra dignidad y el derecho a la solidaridad y felicidad compartida, como lo soñó el Padre Simón Bolívar. ¡Solo la unión nos salvará! pic.twitter.com/DNB9VbRIeG
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) June 22, 2021
El Congreso Anfictiónico convocado por Bolívar se desarrolló en la ciudad de Panamá entre el 22 de junio y el 5 de julio de 1826, y contó con la participación de la Gran Colombia, México, Perú, Bolivia y Guatemala. Enviaron observadores Gran Bretaña y los Países Bajos, pero no acudió Estados Unidos, quien había sido invitado a espaldas de El Libertador por Francisco de Paula Santander, gobernante de Colombia.
Se acordó en ese encuentro un tratado perpetuo de unión y confederación, la creación de un Ejército interamericano para la defensa común y la renovación bianual del Congreso, al que se podrían sumar otros países. Debido a las rivalidades entre los distintos países y a la oposición de Estados Unidos, que no deseaba la formación de un sistema de estados federados en América del Sur, los acuerdos solo fueron ratificados por la Gran Colombia y no tuvieron consecuencias efectivas. Logró reunirse en una segunda ocasión, a convocatoria de México, pocos años después.
Bolívar soñaba con una federación de estados que enlazara a Perú, Bolivia y Colombia con la América Central, encabezada por Guatemala y México por el norte; con Cuba y Puerto Rico libres por el este; y con el Río de la Plata por el sur. Concibió, asimismo una expedición militar para derrocar a Francia en Paraguay y devolverlo a Argentina, así como hacerle la guerra a Brasil si este insistía en agredir a Argentina, de manera que un Brasil republicano se sumara a la Unión Americana.
Dos días antes de la Batalla de Ayacucho, el 7 de diciembre de 1824, que dio la independencia a Perú y a Bolivia, y a toda la América de habla española, y constituyó el golpe final al colonialismo español en América del Sur, Bolívar envió desde Lima a los gobiernos de Colombia y México, y más adelante al de Chile, el Río de la Plata y Centroamérica, las invitaciones oficiales al Congreso Anfictiónico de Panamá.
En su carta Bolívar afirmaba: «Después de 15 años de sacrificios consagrados a la libertad de América por obtener el sistema de garantías que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro destino, es tiempo ya que los intereses y relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos».
El 22 de junio de 1826, el Congreso inició con la ausencia de Chile, que se excusó, Río de la Plata y Brasil que se abstuvieron, y Bolivia, cuyos delegados llegaron tarde. Se reunieron en Panamá representantes de ese país, México, Guatemala, Gran Colombia y Perú. Hubo observadores de Gran Bretaña y Holanda, y sesionó hasta el 5 de julio.
Los delegados acordaron un pacto perpetuo de autodefensa y confederación, así como la creación de un ejército y una flota de guerra comunes; no hacerse la guerra sin un arbitraje previo de la Unión; abolir la trata de esclavos y reunirse dos años después en México.
Debido a las rivalidades entre los países latinoamericanos: Argentina y Brasil por Uruguay; Salvador con Guatemala por la República de América Central; Bolivia en conjura contra Sucre; José de la Mar, en Perú pugnando por arrancar Guayaquil a Colombia y devolver Bolivia a Perú, y la abierta oposición de Estados Unidos, opuestos a la formación de una Federación de Estados en América del Sur, los acuerdos solo fueron ratificados por la Gran Colombia.
El Congreso logró reunirse nuevamente, a convocatoria de México, pocos años después y el tratado se disipó sin que México lo ratificara.
La unidad latinoamericana y caribeña demostraría su fuerza muchos años después, aunque nunca Estados Unidos disminuyó sus acciones para evitar que la unión de los países al sur de su frontera, disputara el dominio de lo que Washington siempre consideró su patio trasero.



















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