Cuba exhibe resultados del primer mundo en cuanto a inocuidad de los alimentos, señalaron fuentes oficiales al dar a conocer, en conferencia de prensa, los resultados en este campo de la nación, donde los brotes alimentarios no rebasan los 120 casos anuales.
La mayoría de estas enfermedades, señaló Mayra Martí Pérez, jefa del departamento nacional de Higiene de los Alimentos y Nutrición de la Dirección de Salud Ambiental, del Ministerio de Salud Pública, se originan en los núcleos familiares debido al inadecuado manejo de los productos en el hogar.
Ante la cercanía del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, el 7 de junio,los representantes del departamento nacional de Higiene de los Alimentos y Nutrición de la Dirección de Salud Ambiental, del Ministerio de Salud Pública; la Oficina Nacional de Normalización (ONN),y el Ministerio de la Agricultura, explicaron que en Cuba las incidencias de enfermedades provocadas por la alimentación han disminuido notablemente en los últimos años y los brotes que persisten en su mayoría se originan en los núcleos familiares debido al inadecuado manejo de los productos en el hogar, reseña la Agencia Cubana de Noticias.
Destacaron que con la pandemia de COVID-19 se intensificaron medidas favorables, pues se incrementó la limpieza e higienización en los establecimientos expendedores de alimentos, el uso del uniforme y el nasobuco, disminuyeron las ventas callejeras de comida y aumentaron las inspecciones a los locales y las cuantías de las multas ante las infracciones sanitarias.
El Minsap desarrolla, además, una vigilancia sistemática a nivel nacional y en los municipios, con mayor exigencia en la producción, comercialización, distribución, exportación e importación de los alimentos.
Igualmente se ha fortalecido el rol del Codex Alimentarius en Cuba, organismo de las Naciones Unidas que pauta a nivel global la producción y el procesamiento de los alimentos.
Actualmente, informaron, se conforma un nuevo código de práctica de principios generales de higiene, en proceso de aprobación, lo cual permitirá actualizar a la nación con el código vigente en el Codex Alimentarius en cuanto a competitividad, inocuidad, enfoques de riesgo, decretos y políticas vigentes.
Cuba aprobó en 2017 una Política de Inocuidad de los Alimentos, en donde reconoce esta característica como un atributo básico de cualquier alimento y un derecho de los consumidores.
El Ministerio de la Agricultura, por su parte, incluye una serie de requisitos y exigencias, incluidos en las 63 medidas implementadas recientemente en el sector con vistas a dinamizar la producción alimentaria.
Como desafíos, se señaló durante el encuentro con la prensa —cita la ACN— la necesidad de la integración multisectorial hasta las localidades, la promoción del conocimiento de las normas y su aplicación por los productores, la ratificación del rol del contrato para el cumplimiento de lo establecido en esta esfera, y el fortalecimiento del control en todos los niveles.
La inocuidad de los alimentos juega un papel fundamental a la hora de garantizar la seguridad de los alimentos en cada etapa de la cadena alimentaria: desde la producción hasta la cosecha, en el procesamiento, el almacenamiento, la distribución; hasta el final de la cadena, en la preparación y el consumo, indica la ONU.
Se calcula que cada año mueren en el mundo 420.000 personas por comer alimentos contaminados. Asimismo, los niños menores de 5 años representan un 40 % de la carga de morbilidad por enfermedades de transmisión alimentaria, con 125.000 muertes al año.
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