ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En las plazas y calles de todo el país se puede escuchar, cada Día del Proletariado Mundial, el Himno del Primero de Mayo. Foto: Endrys Correa Vaillant

Tierna es la patria; y hasta más bella, porque que lleva en el alma musicalidad y poesía. Y es por eso mismo más fuerte. En horas de peligro brotan casi espontáneos de ese recóndito lugarcito, la música, el poema, los versos que animan, los que borran distancias.

El alma –Cuba lo sabe– guarda huracanes de patriotismo. Nació de ella el Himno Invasor en 1895, para acompañar el martiano enlace de esa generación con los guerreros de 1868, a quienes La Bayamesa inspiró en aquel octubre de estallido anticolonial.  

En las plazas y calles de todo el país se puede escuchar, cada Día del Proletariado Mundial, el Himno del Primero de Mayo. Foto: Endrys Correa Vaillant

Del mismo sitio brotaron letras y música de las marchas del 26 de Julio y de la Alfabetización. Cada himno tiene una mano que lo escribió, y un cerebro que lo llevó al pentagrama. Pero todos vienen del alma.

Y así como Perucho Figueredo, Enrique Loynaz del Castillo, Díaz Cartaya y Eduardo Saborit escribieron el suyo; así lo hizo también el trío de cubanas a las que les debemos el Himno del Primero de Mayo, ese encanto nacido al calor de otra pelea crucial.

De ímpetu patrio, afán de justicia, lealtad a Cuba y espíritu de unidad, está hecho el Himno del Primero de Mayo, un sexagenario que vio la luz vestido de miliciano, cuando los buques gringos y las barcazas de mercenarios navegaban rumbo al fracaso de Playa Girón.

Cuentan que entre la escritora y periodista Iris Dávila, la realizadora radial Odilia Romero, y Ondina Díaz, entonces al frente de la divulgación de Cubatabaco, escribieron la obra, que antes habían pensado encomendar al poeta Jesús Orta Ruiz, y al escritor Eduardo Saborit.

Pero estos últimos no pudieron acudir al llamado, pues habían asumido tareas como alfabetizadores. Entonces las tres cubanas, papel y lápiz en manos iniciaron aquellos trazos, mezcla de sentimientos y exhortación a defender lo nuestro, lo nuevo; a cuidar el futuro, ya para entonces prometedor, ya para entonces odiado y amenazado.

A Iris, Ondina y Odilia, nadie le exigió, recomendó, ni le dio instrucciones para hacer un himno. Ellas comprendieron la necesidad de escribirlo y lo hicieron. Desde entonces, en sus plazas y desfiles del Primero de mayo, Cuba tararea esas proletarias e inspiradoras letras que el alma de la patria le dictó a tres mujeres agradecidas.

En las plazas y calles de todo el país se puede escuchar, cada Día del Proletariado Mundial, el Himno del Primero de Mayo. Foto: Endrys Correa Vaillant

La letra

Primero de Mayo… Día del trabajo/ dame tu mano, trabajador/ Unidos todos, codo con codo/ ¡ya dirigimos nuestra nación!/ No importa el sacrificio/para el trabajador,/ mientras más nos agredan/ más será nuestro ardor./

Estudio… Trabajo… Fusil…/ Nuestras armas en la lucha por la paz/. Venceremos… Venceremos…Venceremos…/ Unidad… Unidad… Unidad./

Primero de Mayo, Día del Trabajo/ Fiesta del mundo trabajador./ Unidos todos, codo con codo/ ¡Será más fuerte nuestra razón!/ La lucha nos enseña/ la táctica mejor./ Unidos venceremos/ a cualquier agresor./

Estudio… Trabajo… Fusil…/ Nuestras armas en la lucha por la paz./ Venceremos… Venceremos… Venceremos…/ Unidad… Unidad… Unidad./

En las plazas y calles de todo el país se puede escuchar, cada Día del Proletariado Mundial, el Himno del Primero de Mayo. Foto: Endrys Correa Vaillant
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