Universidad de Camagüey aplica estrategias virtuales para mantener la educación en el curso (+Video)

CAMAGÜEY.–En medio de un panorama sumamente adverso, originado por el rebrote de la epidemia de la COVID-19 en el país, la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz puso en marcha el nuevo año lectivo con el empleo generalizado de la técnica de educación a distancia.

«Ante la agudización de la situación epidemiológica, explicó el rector Santiago Lajes Choy, resultaba imposible comenzar el curso con la presencia de los estudiantes en las aulas, si se tiene en cuenta que nuestras tres sedes, incluida la beca principal, se encuentran en la ciudad cabecera, hoy en fase de transmisión autóctona limitada».

Refirió el directivo que la Educación Superior es una actividad con mucho riesgo de contagio, pues en un día normal de clases se mueve una gran cantidad de personas, como es el caso de la casa de altos estudios camagüeyana, que acoge una matrícula de casi 17 000 estudiantes en todas las modalidades de enseñanza.

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La educación a distancia prevé el uso de una plataforma virtual de aprendizaje, a través de múltiples variantes como Nauta Hogar, la red WIFI de Etecsa o los datos móviles en celulares, tecnologías a las que, según se ha podido comprobar, tiene acceso de una u otra forma más del 70 % de los alumnos del centro universitario.

«Lo que si está claro, precisó Lajes Choy, es que ningún estudiante quedará sin recibir los contenidos, a todos se les llegará y, cuando las condiciones lo permitan, se dará prioridad a quienes han estado en una posición de desventaja tecnológica y se les dará por el claustro una atención personalizada».

Especial seguimiento tendrán en cada una de las 53 carreras los 1 424 alumnos de primer año, provenientes de ocho provincias del país, para quienes, aun con las complicaciones para la buena marcha del proceso docente-educativo, se han concebido maneras de facilitar el intercambio y la interacción con sus profesores.

«Sabemos que no es lo ideal, comentó el rector, pero es lo que podemos hacer por ahora. Lo peor era no comenzar el curso y esperar a que se resuelva el problema de la pandemia. Por tanto, la Universidad ha apostado a no perder el tiempo y avanzar según lo permitan las circunstancias».