Después de haberse acumulado 1 496 mm de precipitaciones en 2020 -un año atípico en cuanto al comportamiento de las lluvias, al decir de Argelio Omar Fernández Richelme, director de Hidrología e Hidrogeología del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH)–, enero ya muestra sus números en la primera quincena y las precipitaciones han sido pocas en lo que va de 2021.
En los primeros 12 días, en Occidente se registró un acumulado de 8,9 mm, lo que representa el 17 % de la media (52,6 mm). En la zona central hubo 1,3 mm o 3 % de la media (37,9 mm), mientras las provincias orientales muestran 5,2 mm o 10 % de la media (51,8 mm).
Los mínimos provinciales de Ciego de Ávila y Las Tunas eran del 0 %. Solo la Isla de la Juventud exhibía un acumulado favorable de 73 %, muy distante de Pinar del Río (20 %) y Holguín (14 %). Las estadísticas recogidas por el INRH evidencian que hasta el 10 de enero los embalses estaban al 79 % de su capacidad.
«Normalmente decimos que son meses del periodo seco, no se espera que caiga mucha lluvia, pero que no llueva en correspondencia con el acumulado del promedio histórico puede significar el inicio de un proceso de sequía meteorológica», aclara Fernández Richelme y agrega que el fenómeno La Niña está ahora vigente y se caracteriza por disminuir un poco los acumulados de lluvias.
El experto hace algunas precisiones sobre lo que pudiera ocurrir en meses venideros: «Se debe esperar que en abril, mayo y quizás principios de junio, haya precipitaciones por debajo de la media. Lo más importante es trabajar eficientemente y extremar las medidas de control y eficiencia en el uso del agua, a partir de la buena disponibilidad que hay ahora».
Más allá de lo que disponga la madre naturaleza, el INRH trabaja para lograr que los organismos aumenten el mantenimiento de la infraestructura hidráulica, y se propone además resolver el mayor número posible de las fosas reiterativas (las que se limpian dos veces o más al año), y eliminar el mayor porciento del tiro de agua en pipa de manera permanente.
Junto con estas prioridades y en consonancia con el principio de no dejar a nadie desamparado, se certifican en cada municipio a las personas que, además de tener una fosa reiterativa, son parte de una familia vulnerable.
Para esos casos «se va a pagar (la limpieza de) la fosa por la asistencia social», anunció Bladimir Matos Moya, vicepresidente primero del INRH.
COMENTAR
Regla dijo:
1
23 de enero de 2021
15:39:23
Alejandro Respondió:
24 de enero de 2021
17:23:28
Pla dijo:
2
24 de enero de 2021
17:02:39
Responder comentario