ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Sobre el caballo y a pie fue grande el Mayor General Calixto García. De él, Martí, quien nunca alabó para complacer a los ávidos de gloria, dijo: «… no necesita encomio: lleva su historia en su frente herida. El que sabe desdeñar la vida, sabrá siempre honrarla». 

Una bala le había salido al jefe insurrecto por el entrecejo después de arrimarse el revólver a la barbilla y propinarse un disparo con la misma mano severa que combatió al enemigo. Sólo el azar evitó que cumpliera el juramento de morir antes que ser prisionero.

Martí, visionario, sabía que el sublime episodio sería matriz perpetua en la madeja de acontecimientos épicos que los cubanos evocarían sin cansancio.

Eso bastaría para convertirlo leyenda, pero el mambí labró un imborrable sendero de intransigencia independentista  que le hizo volver una y otra vez al campo insurrecto.  Orgullosos, sus compañeros de armas lo identificaron como el General de las Tres Guerras contra España (1868-1878, 1879-1880 y  1895-1898).

La muerte, que había evadido en el frenesí de las cargas al machete y otros combates, le sorprendió en Estados Unidos el 11 de diciembre  de 1898. Gestionaba fondos para la desmovilización de esa fuerza, la misma a las que los yanquis, en su oportunista intervención en la contienda bélica, le negaron la entrada en Santiago de Cuba a mediados de aquel año, bajo el pretexto de un comportamiento indigno con los derrotados españoles.

«…respetamos demasiado nuestra causa para mancharla con la barbarie y la cobardía», había comunicado a través de una carta  escrita en el 17 de julio de 1898 al general William Shafter, a quien dejó claro que no continuaría cumpliendo las órdenes del Gobierno cubano de colaborar con las fuerzas estadounidenses comandadas por aquel. 

Ese constituyó otro de los grandes actos dignos a distinguir en su vida de arrojo y vicisitudes. Nadie podrá afirmar que su postura  representó una inoportuna salida del teatro de operaciones militares. Sería injusto y cruel pensar así de quien entró en la inmortalidad envuelto en un sudario tejido con la más pura voluntad de lucha. «O libres para siempre, o batallando siempre hasta ser libres» fue proclama perenne en él. 

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Alejandro Fernández Costa dijo:

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14 de diciembre de 2020

05:13:11


Recomiendo a los amantes de nuestra Historia el sitio en Youtube Pensar la Historia con Eliades Acosta.Eliades es profesor,historiador,filósofo y anterior director de nuestra Biblioteca Nacional José Martí.También en la página en Facebook Eliades Acosta se pueden apreciar pasajes de nuestra Historia.En semanas atrás abordó a Los Buffalos Soldiers y tocó aspectos de la vida de Calixto y su relación con las tropas norteamericanas.