ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Juvenal Balán

Jacques de Sores incendió La Habana; Pepe Antonio la defendió de los ingleses con el valor ecuánime de sus milicianos, criollos auténticos; don Francisco de Arango y Parreño la soñó próspera y paradisíaca; Félix Varela y José de la Luz la convirtieron en santuario de patriotas, dispuestos a morir para salvarla del coloniaje perpetuo; Martí la lloró desde el barco que lo deportaba a España; Guillén la reivindicó en sus sones mulatos y bailes de solar; Dulce María nos la regaló convertida en lirismo de amores ansiados; don Fernando la redescubrió en todo su abanico de culturas sincretizadas; Carpentier la dibujó barroca, más hermosa en el ritmo de sus pasos sobre la dureza desgastada de sus adoquines y callejuelas; Lezama la llenó de luz y olores tropicales en el clímax de un erotismo sensual y mágico. El Santo Padre la bendijo con una oración de amor y de paz. Pero Eusebio rehabanizó la ciudad para devolverla voluptuosa y trascendente, enjoyada con el orfebre delicado de los versos de Eliseo, Fina, Cintio y Retamar, barnizada con su verbo fascinante, donde convergen todos los caminos que nos conducen a la humanidad total. Gracias, Maestro de la palabra y de la memoria distintiva, por hacer realidad el sueño de sentir a San Cristóbal de La Habana como la capital de todos los cubanos, en esa síntesis, hechicera, del matrimonio feliz del hombre con su ciudad.

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Fernando dijo:

1

16 de noviembre de 2020

11:52:00


Leales a Leal. No se trata tan solo de ser Leal a un hombre se trata de la idea que Leal encarnó es La Habana de todos que fundida a su nombre supo poner al centro de todo lo que amó. No se volcó a sí mismo, fue todo un gentilhombre un caballero antiguo que a esta era acudió para con sus desvelos ganar el sobrenombre del que salvó La Habana en el nombre de Dios. Es quizás de su vida lo que más nos asombre que no fue un ser perfecto pero mucho nos dio de la excelencia humana con que todo prohombre sabe amasar la idea por la que combatió. Con la mano del simple y el que adquirió renombre logró que fuera verde lo que el tiempo pudrió y supo ser el centro y además el pronombre de todo el que su risa y su llanto aportó. Abonemos las flores con que la historia alfombre el recuerdo del hombre y lo que se logró es el mejor tributo de todo aquel que escombre el recinto habanero donde Eusebio vivió.

Xio dijo:

2

16 de noviembre de 2020

11:53:58


Muy bonito articulo, pero no olvidar al insigne Emilio Roig de Leuchsenring, el primer historiador de esa bella ciudad y que fue un antimperialista nato y anti-anexionista y estuvo siempre en el grupo de vanguardia de la sociedad, comprometido con las causas justas y democráticas

Miguel dijo:

3

16 de noviembre de 2020

14:02:02


Usted omite a los urbanistas y arquitectos que han contribuido a la forma física, paisajística y perceptual de la ciudad y los espacios públicos que constituyen el soporte material de esa síntesis espiritual y alimentan su identidad.