Aunque no hubo disparos simbólicos esta vez, como cada 26 de Julio, justo a las 5 y 15 de la mañana, en el otrora cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, se rememoró el histórico asalto, que hace 67 años protagonizara un puñado de jóvenes revolucionarios, quienes decididos a tomar el entonces enclave militar de la dictadura batistiana, irrumpieron el amanecer de la urbe con arrojo, sangre y fuego.
En el sencillo homenaje –signado por las circunstancias sanitarias impuestas por la presencia de la COVID-19 en el país–, las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia colocaron en nombre del pueblo granmense una ofrenda floral al busto del mártir Antonio Ñico López, uno de los líderes de la heroica acción.
Durante la ceremonia, a la que asistieron además, 67 jóvenes destacados del territorio y una reducida representación del pueblo bayamés, el investigador Aldo Daniel Naranjo Tamayo, presidente de la Unión de Historiadores en Granma, resaltó la significación estratégica que tenía Bayamo para las acciones del 26 de Julio de 1953, tanto en esta ciudad como en Santiago de Cuba, donde se programó de forma paralela el ataque al cuartel Moncada.
Al repasar los sucesos de aquella gloriosa mañana de la Santa Ana, Naranjo Tamayo catalogó a ambos asaltos como la raíz gloriosa de la guerra redentora de todo el pueblo que con Fidel en la primera línea de liderazgo logró en apenas seis años después, el 1ro. de enero de 1959, alcanzar la verdadera independencia de la nación.
Esta jornada de homenaje a la heroica gesta del 26 de Julio también incluyó en Granma la realización de jornadas productivas, la visita a centros de interés económico, y la inauguración de obras de beneficio social en el municipio de Niquero, ganador de la emulación provincial por la efeméride.
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Bárbara dijo:
1
26 de julio de 2020
21:30:36
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