ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La UEB Emilio González espera alcanzar, en sus animales de mayor edad, un peso promedio de 1,9 kilogramos. Foto: de la autora

Las Tunas.–Camino al autoabastecimiento de huevos como meta primordial, y a la estabilidad de las producciones destinadas a sustituir importaciones al turismo, marcha la Empresa Avícola del balcón del oriente.

Desde el comienzo del año, la entidad ha venido sobrecumpliendo cada mes el plan de producción de huevos. Esa realidad implica, que al cierre de mayo, sobrepase en cerca de tres millones de unidades lo previsto hasta la fecha.

De acuerdo con Pedro Calero Díaz, director de la entidad, en el mes de abril fue posible vender más de medio millón de huevos liberados a la población, a través de Comercio y Gastronomía. «En el año 2019, la provincia recibía 19 millones de huevos para cubrir la demanda de 70 millones que necesita el territorio, ya para este año, tenemos pensado recibir 11 millones, lo que representa una disminución considerable», afirmó el directivo.

Ello ha sido posible gracias a un proceso inversionista, enfocado en ampliar la infraestructura con que cuenta la empresa. «En 2021 pensamos poder cubrir 65 de los 70 millones, y si logramos ejecutar el próximo año la inversión prevista de cuatro nuevas naves en la unidad empresarial de base (UEB) Ramón Téllez, pensamos que para 2022, el territorio pueda autoabastecerse», señaló Calero Díaz.

La ampliación de las naves significa resolver en gran medida lo que ha sido durante años una problemática, que impedía el crecimiento del número de aves en producción.

«El objetivo principal es crecer en el movimiento de rebaño de la empresa, que se traduce en llegar a alrededor de unas 400 000 gallinas en producción para mantener el balance anual de la provincia. Nosotros recibimos el pie de cría desde otros territorios, o sea, el pollito de un día de nacido, y lo formamos por diferentes etapas, hasta que llega a ponedora. Recibimos, por ese concepto, alrededor de 350 000 pollos.

«Por carecer de infraestructura, lográbamos esa ponedora, pero teníamos que venderla por no tener dónde ubicarla. Con las nuevas inversiones tendríamos las naves listas para mantenerlas dentro de la misma provincia», apuntó.

La empresa produce también dos tipos de pollos, el semirrústico, conocido popularmente como mexicano o sierrita, con una cifra de 50 000 al año, que son altamente productivos con relación a los huevos, y  84 000 de un campero mejorado, que da más carne, pero su productividad en cuanto a los huevos es un poco más baja. Estos pollos responden a un programa en el que se involucran la agricultura y las organizaciones de masas, con el fin de incrementar ambos renglones en las bases productivas y en los patios de la propia población.

Los necesarios pasos para sustituir importaciones

Reducir el componente importado del turismo es no solo una voluntad de país, sino una necesidad en pos del desarrollo. Es por eso que el fomento de pollo de engorde o ceba, para el consumo en ese sector, es también un programa priorizado que en Las Tunas muestra pasos de avance.

Vale destacar que ahora, dadas las circunstancias generadas por la pandemia, las producciones destinadas a este programa serán puestas en manos de los Consejos de Defensa Provincial, para que esa estructura decida las vías más factibles de hacerlas llegar a la población.

«El pollo de ceba no lo producimos, lo traemos desde otras provincias, aunque en un futuro sí pensamos obtenerlo aquí. En la primera quincena del mes de junio debemos recibir los primeros 8 000 con el objetivo de fomentar nuestro pie de cría, con 5 000 reproductoras y 500 reproductores. Pensamos que a partir de enero de 2021, comenzaremos a producir ese pollito en el territorio», dijo el Director de la empresa.

La realidad es que a corto y mediano plazos, el traslado desde largas distancias hace que esta variedad, muy susceptible, sufra considerables pérdidas. Sin duda, producirlos localmente implicaría mejorar su viabilidad (supervivencia) y al mismo tiempo contar con una cifra estable que no dependería únicamente de un balance de país.

José Luis Bauzá Domínguez, director de la UEB Emilio González, dedicada a la cría de pollos de engorde, conoce muy bien el reto del fomento de esas aves: «Los animales mayores están promediando entre 1,7 y 1,8 kilogramos.  A partir del día 3 de junio deben salir 3 000 al matadero y nuestra meta es lograr un peso promedio de 1,9».

Juan Carlos Ponce de León es uno de los usufructuarios acogidos a esta modalidad. Al momento de esta entrevista, la viabilidad de sus animales se encontraba al 97 %. «Yo antes era productor porcino, pero decidí incorporarme a esta rama, porque los resultados se ven con mayor rapidez y también en respuesta a un llamado del país para que lleguen más alimentos al pueblo». 

Sin duda, para la avicultura cubana también son grandes las exigencias de los nuevos tiempos. Lo que no puede faltar es el compromiso para cumplirlas, y el empeño diario de los hombres y mujeres que las hacen posibles.

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