ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Juan Pablo Carreras Vidal

La premisa fidelista de «dar lo que tenemos y no lo que nos sobra» se ha multiplicado más en cada rincón de Cuba desde que la COVID-19 se convirtió en un problema epidemiológico y de salud en el país. La contribución de cada cual, desde sus posibilidades, ha dado al Gobierno cubano el apoyo necesario para combatir la pandemia, y en esa voluntad se cuenta con el decidido aporte de los campesinos como una de las muestras más genuinas.

Con el impulso que tomaron las donaciones, luego de la realizada al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, por la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Frank País, de Artemisa, han sido beneficiados varios centros de salud y de aislamiento, hogares de ancianos, maternos y otras instituciones, que continúan la lucha contra el nuevo coronavirus.

Uno de los ejemplos tuvo como escenario el centro de aislamiento ubicado en la Universidad de Artemisa, el cual para finales de abril ya había recibido cuatro donativos con la idea de mejorar la alimentación de los 61 pacientes que se encontraban en el momento, entre ellos, niños, una embarazada y una persona diabética.

Las hortalizas, vegetales y frutas que fueron entregados a ese centro llegaron de manos de cooperativas como la ccs Camilo Cienfuegos, que asistió en dos ocasiones, y cuyos afiliados acordaron elevar las 218 toneladas (t) de alimentos previstas a 248 t para el trimestre comprendido de mayo a julio, según la ACN.

En el resto de las provincias de la Isla, nuestros hombres de campo, sin más interés que el de contribuir a salvar vidas, han hecho su aporte con lo que tienen, así los enseñaron Fidel y Raúl, y así ratificarán este 17 de mayo, cuando desde el surco celebren el Día del Campesino cubano.

Gracias a ese desprendimiento han sido beneficiados el hogar de niños sin amparo familiar en la capital provincial de Sancti Spíritus y centros de Salud del municipio de Trinidad. También han llegado lotes de viandas, verduras, e incluso, casabe, a los hospitales Octavio de la Concepción y de la Pedraja y el Amalia Simoni, en Camagüey, los cuales forman parte de la barrera epidemiológica para enfrentar la peligrosa enfermedad.

Una veintena de trabajadores de la Salud en Santiago de Cuba agradecen la valiosa ayuda que productores como Ramón Vargas Molina, de la ccs Domingo Hernández, hacen llegar hasta el centro de aislamiento Las Marianas y otras instituciones de ese territorio.

Y es que nuestros campesinos también merecen un aplauso de los agradecidos, en esta lucha persistente contra el mortal virus.

Es esa la verdad que recorre hoy cada espacio del país, a la par que se convierte, sin que lo haya pensado nadie, en la evidencia más palpable de que la solidaridad y la unidad crecen entre los cubanos, sobre todo, en tiempos difíciles.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.