
En febrero de 1994 la policía francesa visitó varias librerías para que retiraran la novela Adoraciones Perpetuas de Jacques Henric. El motivo era la portada del libro, que reproducía la pintura de Gustave Courbet El Origen del Mundo, realizada en 1866. El escándalo que siguió a la censura hizo que el Ministro del Interior francés terminara disculpándose por el exceso.
El Origen del Mundo representa a una mujer desnuda y postrada, mostrando sus genitales al centro del cuadro y con el abdomen y un seno al descubierto, mientras los hombros, cuello y cabeza, están ocultos debajo de una sábana. Pintado en una época de transición social y estética, su autor había logrado determinado reconocimiento por cuadros de gran formato que reflejaban de manera no idílica, a campesinos y obreros.
Rechazando las nociones decandentistas del arte por el arte, Courbet se propuso que sus obras fueran un espejo de su conciencia. Consecuente con su credo, fue un participante activo de la Comuna de París. El cuadro no fue expuesto públicamente sino un siglo después.
La modelo de tan escandaloso cuadro, algunos sospechan que fue Joanna Hifferman, pareja del amigo de Courbet y también pintor, James Whistler.
James Whistler era un personaje pintoresco. Americano de nacimiento. Whistler llegó a París proveniente de su país natal luego de fracasar el intento familiar de que siguiera una vida militar; allí decidió hacerse pintor.
En Francia llevó al extremo las cualidades externas de la vida bohemia, con su desclasamiento, el vivir al día y un gusto por el escándalo. Al regresar a Londres, luego de su aventura parisina, Whistler tuvo el aparente desatino de retar al omnipotente crítico John Ruskin, quien al ver su obra Nocturno en azul y plateado, consideró que era un brochazo mal dado sobre el lienzo. Ruskin decidió que era hora de decir basta y escribió una nota crítica severa que equivalía a una censura total de la obra del americano.
A la afrenta de decir que su obra era como «lanzarle un cubo de pintura al público», Whistler respondió con una demanda por difamación. Cuando el juicio se inició, era tanta la expectativa por el duelo entre el crítico representante y el americano, que el tribunal estaba abarrotado de público. Para hacer corto un cuento largo: el jurado apoyó sorpresivamente al pintor en detrimento del crítico y este último fue obligado a pagar la ridícula suma de un cuarto de penique al ofendido artista.
Wilde sin la «suerte» de Whistler
Otra suerte corrió el amigo de Whistler, Oscar Wilde. Esteta, brillante dramaturgo, poeta, novelista y crítico de arte, el irlandés era abiertamente
homosexual. Admirado a ambos lados del océano, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, Wilde era de una personalidad tal que no podía ser ignorado. En su gira triunfal por Norteamérica, dando conferencias de estética y leyendo obras, llamó la atención de nuestro Martí que, sin dejar de ser incisivo en su análisis, lo celebra.
Escandalizando a la sociedad de la época, Wilde evitó, al ser interpelado, negar su homosexualidad y terminó acusado en público, por el Marqués de Queensberry, de tener una relación homosexual con su hijo. Wilde llevó a juicio al Marqués, a quien llamó «el bruto más abominable de Londres», pero a diferencia de Whistler, el asunto legal no le fue nada bien y quien terminó, en un segundo proceso, condenado a dos años de trabajos forzados fue él.
Oscar Wilde, a quien el inspector Richards le dio la oportunidad de huir a Francia, decidió afrontar su suerte en un acto de valentía que muchos no esperaban del poeta. Tuvieron que celebrarse dos juicios para condenar por homosexual al escritor. En el primero, el jurado no se puso de acuerdo. Pero en el segundo, desde el mismo inicio, la jugada estaba cantada. Sir John Bridge, el juez, en su declaración inicial ya apostillaba: «pienso que no hay crimen mayor que aquel por el cual se encuentran acusados los prisioneros».
Entre el primer juicio y el segundo, el poeta, aún sin condena judicial, fue víctima de la repulsa social; todas las puertas se le cerraron y en la calle fue objeto de agresiones, los hoteles se negaron a hospedarlo. En estado de indigencia, vilipendiado en las calles por las masas, terminó resignado a la condena, a la cual siguió su destierro a Francia. Su obra teatral fue retirada y sus libros se dejaron de publicar. Murió en 1900. El dramaturgo alguna vez había escrito que «el objetivo correcto es tratar de reconstruir la sociedad sobre una base en la cual la pobreza no encuentre espacio».
Diez años antes de la muerte de Wilde, nacía, en Austria, Egon Schiele, el discípulo del pintor Klimt: ambos escandalizarían la conservadora sociedad vienesa. Es difícil decir si Egon conoció la obra de Courbet, pero uno lo sospecha cuando mira el conjunto de desnudos que pintó, en particular su obra Desnudo reclinado con medias violetas.
En este cuadro una mujer reclinada muestra sus genitales mientras, para mayor escándalo, usa unas medias largas violetas que, en una de las piernas, remata un zapato rojo de tacón. La pintura de 1910 anuncia la mucho más escandalosa Desnudo reclinado, donde la pose de la mujer desnuda que reposa rememora más de cerca la mujer del cuadro de Courbet. En el de Schiele, el rostro de ella anda medio cubierto por su brazo, los dos senos son visibles y ella se masturba explícitamente.
Murió joven Schiele, en 1918. Seis años antes había sido encarcelado por cerca de un mes, debido a las pinturas escandalosas que los policías encontraron en su estudio y que fueron calificadas de pornográficas. Durante el juicio, el juez quemó una de las obras con la llama de una vela. Viena no estaba para tales perversiones.
Jacques Henric, el autor censurado de Adoraciones Perpetuas, gusta relacionar la política con la sexualidad, tema un poco traído por los pelos. Henric se ha declarado homosexual y en su autobiografía narra cómo la afiliación comunista le venía de su padre y de la relación temprana que tuvo con la realidad trabajadora. Su credo literario, sin embargo, lo describe como «escribir en fase con la revolución, pero no a su servicio». En 1972 rompió con el partido comunista francés. La censura de su libro le hizo exclamar públicamente por la cobardía de las librerías.
Frente a los estereotipos de la sexualidad
Lo peor de los actos de humillación es que se sostienen sobre la base de la reducción de la víctima a un solo atributo, a través del cual se justifica la violencia que se le ejerce. Cuando se mira a un ser humano exclusivamente por su sexualidad, se mutilan todas las capas que forman su personalidad, para verlo solo, a través de los estereotipos en que uno se ha formado. El problema, por tanto, no es del humillado, es de quien humilla.
A través del estereotipo, la víctima deja de ser buen hijo, compañero, padre, amigo, trabajador, colega, vecino, anfitrión. No reparamos en la calidad de su sensibilidad, de sus sentimientos, de su potencialidad realizada, o por realizar, de ser útil para sí o para los demás. No valoramos la profundidad de su cultura y la capacidad de crearla, transmitirla, socializarla, hacerla patrimonio de los otros. Aun si en otros escenarios valoramos todos esos aspectos de manera fragmentada, en el momento de la humillación expulsamos de nuestra valoración toda esa humanidad para reducirlo a la condición que le determina el prejuicio. En ese sentido, la homofobia la alimentan ideológicamente los mismos resortes sicológicos que nutren al racismo y a la discriminación de la mujer. Además, a las personas así humilladas no les permitimos el derecho a ser plenos tal y como son, sino que les imponemos el castigo injustificado de tener que renunciar a ser ellos mismos.
Toda negación de un derecho individual es un acto de humillación y en ese carácter deleznable es que debe ser juzgado.
La homofobia se suele justificar detrás de una supuesta pero, inexistente amenaza de que ella presupondría a otras formas de asumir la sexualidad, y de ahí, se extrapola a su supuesta embestida social. Se tratan a las sexualidades «otras» como si fueran una infección que necesita ser contenida y que, de no hacerlo, cundiría imbatible por la sociedad toda.
Al margen de que las diversas sexualidades no son infecciosas y mucho menos una enfermedad, en realidad, al dejarlas ser, lo que sucede es que logramos una multiplicidad de formas socialmente aceptadas y aceptables de comportarnos sexualmente que solo nos enriquecerían como colectivo humano. Ya eso de por sí, invalida otras justificaciones que hablan de que ella constituye una amenaza a la existencia humana misma, por no conducir a la reproducción biológica de la especie.
Deberíamos preocuparnos por amenazas más reales a nuestra existencia como la pobreza y la inequidad económica, la sobreexplotación de los recursos naturales, el cambio climático, las guerras, la contaminación del planeta, las hambrunas, las epidemias fuera de control o la posibilidad de un holocausto nuclear.
Quienes dicen que precisamente tenemos cosas más importantes de las que ocuparnos que los derechos de una minoría, tienen razón: vamos a acabar de saldar esa deuda de justicia para concentrarnos juntos en los problemas que nos afectan a todos. Y los que plantean que no es natural, dejen de apuntarle a la naturaleza lo que puede o no hacer. Cuando algo va en contra de las leyes de la naturaleza sencillamente no ocurre, y la homosexualidad es una realidad tan antigua como el género humano.
Reconozcámoslo, hay que tener un coraje tremendo para asumirse lgbtiq, el coraje de salir a diario a la calle sin saber si serás agredido, el coraje de oponerse a ser relegado en tu puesto de trabajo con independencia de tus méritos, de soportar que de ti se hagan chistes o de asumir no ser comprendido en tu familia y, a pesar de todas esas cosas, no renunciar a quien eres. Ese tipo especial de coraje no lo tienen muchas personas y frente a él, me quito el sombrero.
Quizá el origen del mundo sea después de todo una mujer postrada con su fuente retándonos a entenderlo, quizá sea otra cosa. Quizá no necesitamos un solo origen. En esta Isla tiene que haber espacio para todos los comienzos.
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Guido dijo:
1
14 de mayo de 2020
06:41:39
Joel Ortiz Avilés dijo:
2
14 de mayo de 2020
08:25:58
JORGE PEREZ dijo:
3
14 de mayo de 2020
10:22:34
Angel dijo:
4
14 de mayo de 2020
13:29:58
Dr. Julio Herminio Pimienta Prieto dijo:
5
14 de mayo de 2020
14:01:11
DAZ dijo:
6
14 de mayo de 2020
16:27:58
Enrique dijo:
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14 de mayo de 2020
19:15:52
EST dijo:
8
21 de mayo de 2020
10:56:24
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