Fortalecer a la empresa estatal socialista, dotándola de las herramientas que le permitan convertirse en motor impulsor de la economía cubana, constituye hoy premisas incuestionables. Hablar de una cultura empresarial se traduce en eficiencia, rentabilidad, respuestas productivas a la altura de los nuevos tiempos y aplicación de alternativas que promuevan buscar más adentro el desarrollo del país, sin abusar de las importaciones.
Aunque hemos dado pasos importantes en la comprensión de estos aspectos, son aún discretos, si se comparan en trascendencia con las metas de desarrollo a las que aspira el país. ¿Qué se ha hecho, qué nos falta, qué ejemplos positivos pueden irradiarse? A esos temas se acercó Granma.
Mirarnos por dentro
Unas 50 000 toneladas de palanquillas para exportar es el inmenso reto al que se enfrenta la empresa de Aceros Inoxidables Acinox Las Tunas. En medio de la compleja situación que vive el país, se trata de una varilla alta, pero en pos de la cual está puesto todo el empeño del colectivo, por la importancia que esta actividad tiene para el país.
Sin embargo, 2019 les dejó importantes lecciones, que se sostienen en este 2020. En la discusión del plan de la economía de la entidad, su director Eraldo González Árias, se refirió a algunas de ellas, que sin duda, poco a poco rinden frutos.
«No podemos cansarnos en la búsqueda de variantes de producción nacional, como alternativas a productos que hoy importamos a muy alto costo. Eso también es posible si continuamos desarrollando nuestro potencial científico. Por solo citar un ejemplo, la recuperación de casi cinco toneladas de electrodos nos permitió ahorrarle al país 13 500 euros, y eso dice mucho de lo que podemos hacer desde dentro, más allá del apoyo que nos brinde el país, nuestra osde o el Ministerio».
En efecto, apelar al intelecto y explotar potencialidades identificadas, son elementos indispensables. Esa visión más abarcadora que debe tener un empresario, también ha sido carta de triunfo para la unidad empresarial de base muebles Ludema del balcón del oriente. Si bien es cierto que, hasta la fecha, la industria nacional no puede dar respuesta a la materia prima necesaria para la producción de muebles a gran escala, en diálogo reciente con este medio, su director Ólmedo Rojas Ching, dejó claras algunas de las fortalezas que hacen de esta, una industria rentable.
El aprovechamiento de los procesos de importación no solo para la adquisición de bienes materiales, sino como una vía para establecer relaciones de trabajo e intercambio de conocimientos; y la búsqueda en colectivo de soluciones a los problemas puntuales y el convencimiento de que sentarse a esperar es un enemigo de los resultados, son algunas de ellas.
Sería ingenuo afirmar que todos nuestros administrativos piensan y actúan bajo esos principios, algo que con su experiencia en la rama de la auditoría corroboró Arianna Velázquez Góngora, especialista principal de esa área en la Consultoría Económica (Canec) de este territorio.
«Mayormente lo que golpea a las entidades del sector empresarial es un sistema de control interno deprimido. Nos encontramos numerosas deficiencias con relación a los recursos almacenados, sobrantes y faltantes. Nos percatamos de que falta relación entre los directivos y el aparato económico de su entidad; no siempre escuchan la opinión del económico, no siempre la toman en cuenta. Yo creo que debe haber más conciencia por parte de esos directivos, porque hoy tienen herramientas para elevar la calidad y el rigor de su trabajo, sobre todo, en materia de control».
Pero, ¿será solamente un problema de actitud, o hay otros aspectos que influyen? Una variante de respuesta la ofrece Maribel Leyva Fernández, profesora principal del Departamento de Economía de la Escuela Provincial del Partido Jesús Suárez Gayol, de Las Tunas.
«Yo creo que falta todavía conocimiento de las Ciencias Económicas. Nuestros empresarios y administrativos reciben diversos cursos, diplomados de administración y gestión, sin embargo, con eso no basta. Se les dan las herramientas, pero tienen que profundizar y estudiar, aunque no sean económicos o contadores de profesión. Esa es la única manera en la que pueden conducir, controlar y gestionar los aparatos económicos de sus entidades, algo que muchas veces no hacen, porque desconocen el contenido del trabajo de esos especialistas, que constituyen un apoyo indispensable a los procesos de dirección».
Cumplir los planes no es suficiente
En julio de 2019, el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez insistió en la necesidad de «seguir construyendo entre todos una cultura empresarial», en el propósito de disponer de entidades robustas, enfocadas en el aprovechamiento de las utilidades que se derivan de la innovación, con mentalidad exportadora y decididas a superar el «bloqueo interno» que plantean las manifestaciones de inercia, burocracia, falta de control y morosidades.
Un problema constante emana de la cadena de impagos, con la acumulación cada año de sumas significativas en las cuentas por cobrar y por pagar, al no honrar los principios elementales de la contratación económica. El pasado año, solo en el sector de los servicios, la deuda entre empresas mayoristas y minoristas rebasó los 2 280 millones de pesos, con Cienfuegos entre las provincias con cifras en rojo.
La renovada mirada a la exportación expresa la apertura a otros horizontes y luces al estimular, al interior de entidades e industrias, la búsqueda e identificación de cuanto podamos insertar en mercados fuera del archipiélago. En Cienfuegos, al cierre de 2019, se habían definido unos 70 rubros con potencialidades; si bien solo 21 estaban en desarrollo.
El estudiante universitario de Cienfuegos, Andy Zaldívar Peña, considera que «una arista del tema, de suma relevancia, es la inversión extranjera, rama de la economía nacional afectada por las medidas coercitivas unilaterales de Trump, sobre todo tras la activación del Título iii de la Ley Helms-Burton. En este ámbito, dice, todavía gateamos».
Un ejemplo del buen hacer
Vencer escollos es un componente de la filosofía de trabajo de la Empresa Hilandería Inejiro Azanuma, ubicada en Gibara. Para el plan de este año, debido a la tensa situación económica del país, solo recibió del Ministerio de Economía y Planificación, una parte del presupuesto necesario para comprar el algodón con que elabora el hilo empleado en todas las plantas textileras cubanas.
Su directora general, Aida Leonor Oro Lau, explica que debatió la situación con el colectivo, a la vez que comenzó a explorar vías de financiamiento extranjero, con el propósito de completar el monto monetario que asegurara la importación de la materia prima necesaria para producir las 2 000 toneladas de hilaza demandadas para este año.
La cultura empresarial aquí se manifiesta igualmente en los valores conductuales y organizacionales. Por ejemplo, los procesos productivos tienen el ahorro como un componente esencial.
«Confeccionamos frazadas de piso con equipos recuperados. Hoy producen más que los otros instalados en el resto del país». Puntualiza que tuvo el mismo curso la producción de artículos de plástico, un proyecto emprendido muchos años atrás. Desde la puesta en marcha hasta ahora, los valores de la producción obtenida superan los 30 millones de pesos.
«En la actualidad hacemos los tubos de polipropileno usados en las máquinas nuevas, correspondientes a una inversión reciente que rebasó los 12 millones de dólares. Esos tubos en los que se enrolla el hilo, tienen en el mercado exterior un precio de 1,10 dólares. Si no buscamos esa solución hoy la fábrica estuviera parada. No hay suficiente combustible para mantener el reciclaje de los tubos, que habría que buscar en las industrias a las que enviamos el hilo».
Actuar en pos de los retos
La diversidad de criterios en torno a la cultura empresarial, sobre lo que se necesita para que nuestras entidades puedan acceder a un estadio superior de eficiencia y competitividad, demuestra que es este un asunto en el que no se puede detener el ritmo, al que se le dedican esfuerzo y talento.
No existe fórmula preestablecida, quizá líneas generales, pero no maneras tácitas de hacer, porque todo lo que como país se ha previsto, las medidas aprobadas para este fin, no pueden verse en blanco y negro, deben ser coloreadas con la iniciativa, con la capacidad creadora sobre la base de la realidad puntual de cada entidad.
Aún nos falta mucho para el estado deseado de la empresa estatal socialista, pero, no cabe duda alguna, hemos emprendido el camino de la transformación y ese, no tiene retroceso posible.
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