Facilitar a la población los trámites relacionados con los asientos del Registro del Estado Civil (REC), disminuir el número de procesos relacionados con la subsanación de errores u omisiones, y reducir las problemáticas acarreadas por los plazos de vigencia que se establecían a esos documentos, son objetivos que se logran paulatinamente en Las Tunas, como parte de la aplicación de la Resolución 115 del Ministerio de Justicia (Minjus).
Rafael Pantaleón Hernández, registrador principal del Registro de la ciudad cabecera, destaca sus ventajas: «La esencia de esta resolución es simplificar los trámites y minimizar las subsanaciones de errores que es uno de los procesos que más se le complejizan a la población, ya que son muy técnicos, y porque tienen que aportar muchos documentos. La resolución va propiamente dirigida a las certificaciones y, además de eliminar los plazos de vigencia de las de nacimiento, defunción o matrimonio, suprime datos de las dos últimas que generaban un mayor número de errores u omisiones.
Dígase los apellidos de los padres, en el caso del matrimonio, y el lugar de nacimiento y el estado conyugal, en el de las certificaciones de defunción».
Cierto escepticismo ante lo novedoso se manifestó durante los primeros días de la implementación, no solo entre los usuarios sino entre los propios trabajadores, situación que a pocos días de su entrada en vigor ya se ha revertido en gran medida, afirma Pantaleón Hernández.
«Yo creo que ese pensamiento inicial estuvo marcado por el hecho de ser un cambio radical en un breve tiempo, pero al estudiar la esencia de la Resolución comprendimos que ayudaría muchísimo, tanto al trabajo registral como a la concreción de los intereses de los usuarios. Sobre esa base nos preparamos, para orientar a los usuarios».
Isael Sánchez Borges reconoce que es positivo el hecho de que estos documentos no tengan fecha de vencimiento, sin embargo, explica que lo ideal desde su punto de vista sería darle más utilidad al carné de identidad, e incorporarle estos datos a su código, de manera que no sea necesario solicitar tantas veces un mismo documento, «porque no se vence, pero dondequiera que vas te la recogen y hay que pedirla otra vez», afirma.
«Lo primero es que estas certificaciones tienen ahora una vigencia absoluta y por lo tanto, a ninguna entidad u organismo puede quedarle duda alguna de si el documento ha caducado o no. Se solicitan certificaciones por razones diversas, algunas muy necesarias pero otras no tanto. Entonces, si nuestro Ministerio y el país en sentido general, están apostando por decisiones que disminuyan la burocracia, que simplifiquen los trámites para un servicio más ágil, pues deben tomarse alternativas para disminuir la solicitud de documentos si no son imprescindibles, porque en definitiva, se recarga al aparato estatal, administrativo y a la propia población», expresa el registrador principal.
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miguelito dijo:
1
12 de marzo de 2020
09:01:24
Jlop dijo:
2
12 de marzo de 2020
11:43:31
José Rodríguez Martínez dijo:
3
13 de marzo de 2020
00:27:04
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