En 2017 la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó la Ley de las Aguas Terrestres teniendo en cuenta que este recurso natural renovable y limitado, «requiere de una eficaz planificación, dirigida a satisfacer el interés general de la sociedad, la economía, la salud y el medioambiente, con el fin de garantizar su preservación en armonía con el desarrollo económico y social sostenible y la adopción de medidas ante los eventos derivados del cambio climático».
En este sentido, la Constitución de la República de Cuba consagra en su Artículo 76 que: «Todas las personas tienen derecho al agua. El Estado crea las condiciones para garantizar el acceso al agua potable y a su saneamiento, con la debida retribución y uso racional».
Al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, como organismo de la Administración Central del Estado, rector de la gestión de las aguas terrestres, le corresponde, entre otras funciones, regular y controlar los servicios públicos de agua potable, alcantarillado sanitario y alcantarillado pluvial o drenaje pluvial. En tal sentido, desarrolla importantes inversiones y estrategias a nivel nacional en aras de garantizar su uso racional y eficiente aprovechamiento por los ciudadanos. En la región oriental, tradicionalmente afectada por la sequía, se han acometido relevantes proyectos en los últimos años.
EN LA PUNTA DEL PAÍS
«Pura, limpiecita», dice Fidencio Oliveros Martínez, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Maisí, sobre el agua que empezaron a consumir las más de 1 700 personas que viven en la punta de ese territorio, azotado por recurrentes sequías.
La instalación de una planta desalinizadora, que ahora permite allí «tomarse el agua del mar», forma parte de la Tarea Vida, y se incluye entre las 80 de su tipo previstas para diferentes zonas de la Isla.
Financiada por la Federación de Rusia y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), a un costo de 1 691 400 pesos, la potabilizadora de Maisí requirió rehabilitar 1,7 kilómetros de tuberías de diversos diámetros, entre conductora y red de distribución.
Con propósitos idénticos al que dio lugar a esa obra: ampliar el suministro, hacerlo más eficiente y mejorar la calidad del agua, la provincia acomete inversiones que superan los 4 200 000 pesos, e incluyen otras partes del territorio, como la ciudad de Guantánamo.
Algunas de esas obras ya tienen valor de uso y otras están en etapas avanzadas de ejecución, comentó a Granma el ingeniero Alexey Aranda Bonne,
director de Inversiones de la delegación provincial del inrh en Guantánamo, y refirió el ejemplo de una conductora de un kilómetro y medio que presta servicios desde agosto pasado, junto a la cual se colocó un tanque compensador que recibe el agua desde el río Yateritas, para luego bombearla a la comunidad de Boquerón.
Emplazada por la Empresa de Mantenimiento y Rehabilitación de Redes Hidráulicas (Emroh), la tubería mencionada sustituyó a una infraestructura vieja con niveles de pérdida notables.
Mientras en Maisí avanzaban las construcciones para montar la desalinizadora, y en Boquerón para darle valor de uso a la conductora, al este de la ciudad de Guantánamo los constructores de la Emroh reparaban el acueducto.
Como parte de esas labores se han instalado más de seis de los 7,3 kilómetros de tuberías de diferentes diámetros, que fortalecerán las redes de distribución del reparto Mártires de Granada (Dabúl).
Hasta esa zona llega una tubería de 800 milímetros de diámetro que se
extiende a lo largo de más de 11 kilómetros desde la presa Faustino Pérez, principal suministradora de agua a la ciudad del Guaso. Conocida como la Conductora Este, también recibe acciones de rehabilitación en un tramo considerable.
La obra, asegura Alexey Aranda Bonne, de conjunto con la desalinizadora de Maisí y la conductora de Boquerón, beneficiarán con agua de mayor calidad a más de 40 000 guantanameros.

AGUA PARA DOS CIUDADES
Los aires alentadores de la buena noticia que significa la reciente terminación del tanque apoyado de cinco millones de litros en Barrio Azul, al norte de la ciudad de Bayamo, calientan la expectativa de contar para este 2020 con más agua en las redes nuevas instaladas en esa mitad de la urbe capital de Granma.
En la explicación de Yobel Antúnez Martínez, director de la unidad empresarial de base Servicios Ingenieros Hidráulicos, este rotativo conoció que el depósito ya está listo para recibir agua por la conductora nueva, colocada desde la potabilizadora Santa Isabel, aunque falta una compleja adaptación de las bombas que impulsarán el líquido del reservorio a las redes de distribución.
«La actividad más intensa en los últimos días de diciembre se concentró en lograr acoplar esas bombas, que no son las previstas en el proyecto.
Según el especialista, el bombeo permitirá inyectar agua por primera vez a la red nueva en el orden decreciente de los diámetros de tubería, garantizando presión y alcance, según el diseño del acueducto, y eliminar el que hoy, como solución paliativa y para dar valor de uso a las instalaciones, se realiza en sentido inverso desde el rebombeo al sur de la urbe.
«A estas labores se une el montaje de válvulas y ventosas en distintos lugares de la red, pero lo complicado, repito, es el trabajo de las bombas en el tanque de Barrio Azul, que una vez terminado, permitiría suministrar agua de forma mucho más estable a numerosos repartos de la zona norte» expresó Antúnez Martínez.
Precisó que el 98 % de las tuberías en esa demarcación ya están colocadas (excepto en los repartos Ciro Redondo y Rosa La Bayamesa) y se afanan en la terminación de algunos conductos principales como en Calle 10 de El Valle, por medio del cual, cruzando la avenida 26 de Julio, pudieran inyectarse volúmenes importantes de agua dulce al reparto La Unión, muy crítico con el servicio, tanto por el insuficiente suministro como por la salinidad de una de sus fuentes.
De concretarse próximamente la arrancada del bombeo desde el enorme tanque apoyado de Barrio Azul, la populosa zona norte de Bayamo, que incluye los sectores uno y dos, celebraría con regocijo los beneficios que ya gozan con anterioridad los residentes de los sectores ocho, nueve y diez, correspondientes a los asentamientos periféricos de La Hacienda, Campamento de Pioneros, y La Pedrera.
Antúnez Martínez refirió también la continuación de acciones de rehabilitación en el acueducto Manzanillo, donde se logró completar la infraestructura que lleva agua hasta las casas de los sectores nueve y diez, comprendidos entre el reparto periférico de Las Novillas, y a lo largo de la carretera proveniente de Bayamo.
El directivo explicó que esa zona ya recibe agua, y las labores actuales más intensas se concentran en la rehabilitación de las redes en partes muy específicas de la barriada El Palmar, así como en la conexión posible con el sector cinco, uno de los más complicados con el suministro de agua en Manzanillo.
La preocupación y ocupación del Gobierno por el abasto de agua, y en consecuencia estas inversiones, responde a un concepto recordado por la viceprimera ministra Inés María Chapman, en la Asamblea Nacional del Poder Popular de julio pasado, cuando afirmó: «Todo lo que se lleva a cabo en este sector responde a una idea del Comandante en Jefe Fidel Castro, artífice de la voluntad hidráulica del país, y que lo que hagamos hoy debe continuar por esa línea de trabajo».



















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lazaro dijo:
1
5 de febrero de 2020
08:24:54
Suleyka dijo:
2
5 de febrero de 2020
10:19:26
lazaro dijo:
3
5 de febrero de 2020
13:27:36
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