ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Ciego de ávila.–Considerada por el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez como ejemplo de entidad estatal socialista, y elogiada en reiteradas ocasiones por cerrar el ciclo productivo desde el campo hasta la industria, la Empresa Agroindustrial Ceballos encara un desafío no menos exigente: el encadenamiento productivo con varios componentes de la economía cubana.

Para corresponder a esa indicación del mandatario existe una estrategia muy bien diseñada, debido a que debe ser lógico que las empresas estatales cubanas deben garantizar el buen ordenamiento de los procesos y la colaboración entre ellas, en aras de mejorar la calidad del producto, no solo porque se exportará, sino también, por la necesidad de desterrar la idea de que «cualquier cosa» es lo que se vende en fronteras.

Llevar un producto de buena calidad al mercado, que sea exportable y que a su vez sustituya importaciones, debe ser uno de los principales objetivos de cualquier empresa socialista, como ha señalado el Presidente cubano en disímiles oportunidades.

Wilver Bringas Fernández, director de la Agroindustrial Ceballos, dijo que allí son pocos los procesos inversionistas que se desarrollan cuyo objetivo no sea exportar y generar ingresos para luego tener con qué invertir en la producción nacional. Desarrollar fondos exportables es una de las estrategias para diversificar la economía de la empresa y del país.

DINERO INVERTIDO DESARROLLA PROCESOS PRODUCTIVOS

Como parte de la prioridad que el Estado concede al sector para lograr la sostenibilidad alimentaria y adquirir divisas a fin de continuar con el desarrollo de las bases productivas, la entidad fue seleccionada para un proyecto piloto del país al que se le dio capacidad exportadora, con lo cual cierra su proceso productivo, amparado en la Resolución 327 de 2018, del Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, que otorgó las facultades para realizar actividades de comercio exterior de forma permanente.

Del dicho al hecho no tardó lo que las calendas griegas, y hoy la Empresa Agroindustrial Ceballos, bajo la marca comercial DCballos,

funciona como una industria desarrollada que se nutre de las producciones de minindustrias a su alrededor y cooperativas, realidad que ha permitido, de manera integrada, exportar sus productos al mercado internacional, con toda la calidad y permisos que esto requiere.

Dicho polo exportador también forma parte del encadenamiento productivo, pues además de la agroindustrial Ceballos, lo integran las empresas agrícolas La Cuba, Arnaldo Ramírez y Cubasoy, los departamentos de Suelo y Sanidad Vegetal, la Universidad Máximo Gómez Báez y el Centro de Bioplantas, que de conjunto terminó el pasado año con más de nueve millones de pesos en moneda libremente convertible, lidereado por Ceballos. Solo el carbón de marabú reportó casi siete millones de pesos.

Hoy, las prolongaciones del encadenamiento involucran a otras organizaciones que muestran su fortaleza y son necesarias para lograr mayor alcance en las producciones: planta mecánica Mayor General Ignacio Agramonte, de Camagüey; la Empresa Militar Industrial Comandante Ernesto Che Guevara, de Villa Clara; Cuba Catering, s.a. (ofrece servicios de catering, de avituallamientos de productos para la venta y servicio a bordo, así como acondicionamiento interior a las aeronaves); y La Estancia, s.a., que opera con capital 100 % cubano, subordinada a la corporación Cuba Ron, s.a., perteneciente al Ministerio de la Industria Alimentaria.

Wilver Bringas habla de estrategia y modos de hacer: «cuando desaparecieron los cítricos, comenzamos a diversificar las producciones y a invertir en la industria, porque en la provincia había un plan bien diseñado para desarrollar los frutales y, en correspondencia, igual debíamos hacer con la industria. En los últimos 18 años, por ejemplo, solo la unidad empresarial de base (ueb) Industrial Ceballos desarrolló inversiones por un monto de 21 millones de pesos, como ninguna otra organización en la provincia».

La terminación de dos nuevas líneas, una procesadora de piña y otra para el envasado de producciones en formato Doy pack, más el funcionamiento de otras diez, enseña a las claras que la gente de esa UEB no echa el dinero por la borda.

Para Rodolfo Morales Pérez, director de la UEB Industrial, los resultados son hijos de una cultura tecnológica, de «siempre estar haciendo algo nuevo, vinculado al desarrollo y al encadenamiento productivo».

No obstante, todo no es color de rosa. Si bien no padecen obsolescencia tecnológica, como otras industrias, sí les ha tocado bien de cerca la falta de envases que garanticen calidad y durabilidad a los productos; son problemas fundamentales en la estrategia actual del encadenamiento.

Si hace poco más de 60 años las exportaciones solo fluían hacia EE. UU., hoy llegan a varios países de Europa el carbón vegetal de marabú –el producto estrella que da fuente rápida de financiamiento para recapitalizar el sistema–; jugos concentrados, ají picante, puré de mango aséptico y papaya sulfitada, entre otros.

También comercializan en frontera las producciones elaboradas en las 17 minindustrias, que engordan las arcas de la empresa y la de los campesinos de la comarca.

TODOS GANAN

Emerio Pino Rodríguez vio la bendición en el encadenamiento productivo. Hoy, al frente de una de las minindustrias mejor plantadas en la zona, la primera donde el viejo Emerio, el padre, y María Delia, la madre, elaboraron barras de dulce de guayaba, con una paleta y un caldero encima de la hoguera alimentada con leña.

«La empresa nos vende los ingredientes, nos da capacitación, vela por la inocuidad de los alimentos y le retribuimos con producción terminada. Es como una especie de intercambio donde ella gana y nosotros también».

Si se les pregunta, igual respuesta darán Alexánder, Martincito, Cobito, Yoanki y otros muchos «encadenados» con la Empresa Agroindustrial Ceballos.

Avales le sobran a la entidad, incluso, poseedora de certificaciones nacionales e internacionales que la catapultan a ser reconocida en cualquier ámbito del mercado nacional y foráneo. En 2018, por ejemplo, y por quinta ocasión consecutiva, ganó Medalla de Oro a la Calidad en la Feria Internacional de La Habana, con el ají picante de la variedad Chile Habanero, y en la edición de 2019 lo hicieron con el carbón vegetal.

Posicionarse en el mercado internacional y mantener el encadenamiento productivo es una labor difícil. Hacen falta, además de la voluntad, conocimientos, finanzas que respalden los recursos logísticos como transporte, envases, tecnología, y la mente abierta a la aplicación de la ciencia y la innovación.

DCballos, más que líder en la producción de pulpas, jugos de frutas, carbón de marabú, vegetales frescos, granos, hortalizas, ganadería y cultivos permanentes, es una empresa estatal socialista, con más de 11 000 hectáreas en explotación, que a finales del pasado año, por primera vez, logró exportar mangos frescos con destino a Europa; una empresa que no abandona a sus bases productivas, a los guajiros; una entidad con mirada de futuro y de prosperidad, sin otro encadenamiento que no sea el productivo.

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Daniel Luis Baute Churrut dijo:

1

30 de enero de 2020

09:29:24


Notable ..q su ejemplo se repique en toda CUBA!!!!!

Jorge Carlos Jiménez Leiva dijo:

2

30 de enero de 2020

11:13:44


Cuba sigue adelante con la magistral dirección de nuestro presidente Miguel Díaz-Canel.