ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: cortesía

Cuando en horas de la mañana de este martes, decenas de personas mayores ascendieron la escalinata de la Universidad de La Habana (UH) e inició un nuevo curso escolar en la Cátedra del Adulto Mayor de esta casa de altos estudios, no solo comenzó otro periodo lectivo en las 48 aulas, que acogerán la enseñanza para las adultas y adultos mayores.

En ese ascenso al Alma Mater, estuvo el símbolo también de lo que representa la educación continua a lo largo de la vida; y el lugar preponderante que esta ocupa en la sociedad cubana.

Luego de rendir homenaje a Julio Antonio Mella, en el monumento que lo honra a los pies de la escalinata, y el ascenso hacia la colina universitaria, se reconoció la labor de aquellos fundadores, quienes en el año 2000 impulsaron un programa tan necesario para fomentar bienestar y la calidad de vida y propiciar que los mayores de casa continúen aprendiendo, soñando y creando.

Así, «la Cátedra del Adulto Mayor, como institución pionera de este tipo, abre el nuevo curso celebrando su aniversario 20 de creación, en actividad dedicada a los 500 años de la fundaciónde  nuestra capital y en el orgullo de haber favorecido a 19,319 personas mayores, a través del curso de carácter básico, además de muchos otros miles en los llamados cursos postbásicos y de continuidad», subrayó a Granma la profesora Teresa Orosa Fraíz, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la UH.

«Aprender a envejecer como país y como persona requiere de una compresión del envejecimiento y la vejez desde una mirada integradora, pues muy diversas son las dimensiones que le acompañan», dijo.

Ello requiere de la capacitación de todos los sectores en aras de comprender, que no se trata solo de un aumento demográfico— el 20, 4 % de la población cubana hoy tiene 60 años o más—, sino de un cambio generacional. «En otras palabras, las personas mayores de hoy presentan nuevos proyectos e intereses, dentro las que se encuentran precisamente la necesidad de continuar superándose», afirmó.

De acuerdo con la profesora Orosa Fraíz, estar actualizado permite sentirse parte de la sociedad, conocer nuevos temas y conceptos, socializar, mejorar el dialogo intergeneracional, empoderarse y saber acerca de los derechos y deberes ciudadanos.

«La educación constituye el cuarto pilar del envejecimiento activo, además de la salud, la protección y la participación ciudadana, así reconocido por la Organización Panamericana de la Salud. La accesibilidad a la educación es también una dimensión a considerar en cualquier proyecto de los llamados entornos o ciudades amigables», enfatizó la psicóloga.

Cátedra del Adulto Mayor Universidad de La Habana. Foto: Cortesía Cátedra del Adulto Mayor Universidad de La Habana

En Cuba contamos con las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor, adscritas a todos los Centros de Educación Superior del país, con numerosas aulas que funcionan a nivel comunitario.

Tanto nuevos ingresos como egresados de cursos anteriores, junto a jóvenes universitarios, profesores y colaboradores, se dieron cita en la histórica escalinata universitaria, para hacer de este 1º de Octubre: Día Internacional de las Personas Mayores, un día de fiesta y regocijo por haber llegado a esta edad.

«La escalinata símbolo de la sabiduría y la academia se llenó de canas y de bastones, porque eso significa que nunca es tarde para seguir aprendiendo cosas nuevas y hacer nuevos proyectos en la vida. Pensar y hacer por un envejecimiento activo y saludable significa, sin dudas, incluir el factor educativo», afirmó la entrevistada.

«Somos la memoria histórica viva de nuestro pueblo y demostraremos nuestro firme apoyo a la defensa de nuestra Revolución y nuestro gobierno, ante las agresiones del imperio», agregó.

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