«Es que soy muy cubana», exclama Miriam mientras se acomoda los espejuelos, luego de secar sus lágrimas de orgullo, que vuelven a brotar una semana después de haber sido condecorada con la medalla por la Defensa de la Patria y la Unidad del Barrio, en ocasión del aniversario 59 de la creación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
Entre las ocho medallas entregadas de la mano de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), estuvo la de Miriam Iluminada Rech Rodríguez, gracias a su labor de tres décadas como coordinadora de la zona 57 del consejo popular Cubanacán, perteneciente al capitalino municipio de Playa.
«En estos 40 años como vecina del lugar, más de 30 los he dedicado a esta comprometida función», agrega Miriam Iluminada, quien según sus palabras ha recibido a los 63 años de edad la emoción más grande de su vida como cederista.
Las razones por las que fue ella una de las ocho personas condecoradas son innumerables, comienzan con su actitud destacada ante cada tarea básica asignada y continúan hasta hoy con cada iniciativa que pone en práctica. Un ejemplo fructífero de ello es el proyecto comunitario Diamante, que la interlocutora inició hace diez años junto a muchos otros cederistas conquistados por la idea, entre ellos su familia.
Asesorado por varios doctores en Pedagogía, Ciencias Sociales, Medicina, Derecho y otras profesiones y oficios, el proyecto agrupa en su interior varios círculos de interés para niños y jóvenes, a quienes, al decir de Miriam, se les enseña cómo conducirse en la vida a partir de sus preferencias por cualquiera de estas labores y muchas otras que se implementan, tal es el caso de las artes escénicas, específicamente el teatro.
Como respuesta a orientaciones del Secretariado Nacional de los CDR, en los barrios donde Miriam Iluminada es líder, se han fundado también los destacamentos de donación de sangre. El escenario de acción de esta mujer es el hogar, desde donde junto a su familia concreta las mejores ideas, las que la convirtieron anteriormente en acreedora de la distinción 28 de Septiembre.
LA JUVENTUD ES EL RESPALDO
El compromiso fundamental del joven Roberto Trujillo González es con la familia como gestora esencial de la sociedad y con el barrio, porque es la base para transformar el país en aras de un mejor mañana.
«Desde los CDR, muchas cosas se pueden lograr. Las donaciones de sangre, los trabajos voluntarios, las pesquisas sanitarias para combatir enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, entre muchas otras tareas que son asumidas desde cada barrio y cada comité» son ejemplo de ello, señala el militar de profesión, quien en tan solo dos meses como presidente del CDR 4, perteneciente a la zona 28, en Marianao, ha logrado cumplir con labores de esta índole y se siente satisfecho por ello.
Los destacamentos juveniles, que una vez fueron llamados a conformarse por el Secretariado Nacional de la organización, hoy constituyen el escenario para que estas obras se concreten. Los jóvenes más activos de los comités, las zonas y los consejos populares conforman los «Destacamentos 60 aniversario», y como una estructura más de los cdr se hacen partícipes de la obra de esta organización de masas, que tanto necesita de jóvenes visiones.
Al igual que Roberto, miles de jóvenes aportan su grano de arena desde su espacio en los CDR y en otras organizaciones, guiados por el ejemplo de dirigentes como Miriam, quien con la misma satisfacción con la que mostró su medalla, aseguró que si depende de ella la Revolución nacerá todos los días en cada barrio cubano.
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