Pinar del Río.–Cuando a mediados de los años 90, el máster en ciencias Manuel Cáceres logró dar con la fórmula de un insecticida de origen natural que luego patentaría con el nombre de Fapil, nunca pensó que 20 años después se jubilaría sin verlo en producción.
La investigación le había tomado meses de estudio, para encontrar dentro de la flora cubana una especie con la cual se pudiera obtener el mismo efecto de un insecticida químico, sin poner en riesgo la salud del hombre o al medio ambiente.
Así llegó a la escoba amarga, una planta que crece de manera silvestre en los campos cubanos, y con ella, al Fapil.
Durante más de 15 años, la investigación le valió reconocimientos en fórums, talleres y congresos, y fue ganando en rigor, en la medida en que Manuel y algunos de sus alumnos en la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca, de Pinar del Río, experimentaron con el novedoso producto en diferentes cultivos.
Gracias a ello se comprobó su efectividad en el control de plagas en áreas de tabaco, frijoles, tomate, pimiento, y hubo quienes afirmaron que se podía usar con fines domésticos, para eliminar las moscas y otros insectos en los hogares o en unidades de gastronomía.
«Yo tenía hasta un proyecto para hacer una planta piloto para su producción, pero todo se quedó ahí», lamenta Manuel Cáceres.
«Desgraciadamente, siempre hemos tenido ese problema. Si se busca en las universidades, se encontrarán investigaciones importantes dentro de las gavetas, que nunca se han aplicado».

AÑOS DE ESPERA
Solo en la Hermanos Saíz Montes de Oca, la lista es considerable, y abarca desde preservantes de alimentos, hasta cosméticos, y de concentrados provitamínicos y cápsulas nutricionales, hasta productos bactericidas y cicatrizantes.
Algunos fructificaron durante algún tiempo, como la tecnología para la producción de muebles a partir de madera laminada de especies que no se suelen usar en la carpintería, como el almácigo o el eucalipto.
El doctor en ciencias Daniel Álvarez, uno de sus autores, recuerda que la investigación llegó a estar patentada, e incluso contó con un certificado para la exportación, pero fue abandonada hace casi 30 años.
Paradójicamente, en ese tiempo Daniel Álvarez ha dirigido en España, México y Ecuador el montaje de fábricas para la explotación de esa misma tecnología surgida acá y que nunca más se retomó.
Tampoco la cera para el recubrimiento de frutas y vegetales, a partir de la destilación de la resina de pino, o el barniz electroaislante para el enrollado de motores o transformadores eléctricos, del doctor en ciencias Juan Francisco Pastor, han tenido el impacto esperado.
Cuenta que con el primero de los productos se hicieron pruebas en la Empresa Agroindustrial Enrique Troncoso, en las que se logró la conservación de cítricos durante más de tres meses, pero pudiera aplicarse a muchos otros renglones que hoy se deterioran rápidamente en los campos, o en las tarimas de los mercados.
En tanto, con el segundo, se realizaron ensayos en talleres que también recibieron muy buena acogida entre los especialistas, hace alrededor de dos décadas.
UNA SEÑAL DE ESPERANZA
El máster en ciencias Juan Carlos Díaz, jefe del departamento de Química en la Universidad de Pinar del Río, señala que solo en esa área existen alrededor de 20 resultados que aguardan desde hace tiempo porque alguna entidad se interese por ellos.
«Nosotros conocemos los bancos de problemas del territorio y tratamos de dirigir nuestro trabajo en función de darles solución. Pero a veces, a solicitud de un organismo iniciamos un estudio, logramos lo que nos piden, y luego no lo emplean», señala Díaz.
«El empeño que el investigador pone en alcanzar un resultado no siempre concuerda con lo que sucede después», coincide el doctor en ciencias Ubaldo Orea.
De la corteza del eucalipto, Ubaldo Orea obtuvo una crema antioxidante que protege la piel de la radiación solar.
Las pruebas realizadas en atletas de alto rendimiento, que suelen estar mucho tiempo expuestos al sol, así lo confirman. Además, asegura que posee otras cualidades que ampliarían su uso.
Por ejemplo, tiene efecto antiarrugas y también ayuda a reducir el acné juvenil y eliminar algunos tipos de manchas. A pesar de sus virtudes, la formulación pronto cumplirá 15 años y nunca se ha llevado a escala industrial.
Con una suerte parecida, varios productos derivados del follaje que queda en el bosque cuando se tala una plantación forestal, hoy solo pueden encontrarse en las presentaciones de Power Point que la doctora en ciencias Elena Cordero ha expuesto en fórums y congresos, en Cuba y en el exterior.
Entre ellos, concentrados provitamínicos y aceites esenciales con múltiples aplicaciones en las industrias química y farmacéutica.
Para la investigadora, el distanciamiento entre una parte del sector empresarial y las universidades impide que esos centros tengan un impacto mayor en la economía del país.
Por eso, el llamado que de manera reiterada ha hecho el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a explotar el conocimiento que se gesta desde la academia, alienta a muchos hombres y mujeres de ciencia.
En la reciente visita gubernamental a Vueltabajo, por ejemplo, el rector de la universidad pinareña, Yorki Mayor Hernández, explicó que durante 2019 se ha trabajado con más de 20 empresas en la ejecución de 32 proyectos, y que se generalizan 104 resultados en entidades estatales y en algunas formas de gestión no estatal.
Aunque la mayoría de ellos se corresponden con áreas como el desarrollo local, el turismo de naturaleza y el cooperativismo, también se explicó que hay otras iniciativas en marcha, como la propuesta del Polo Agro-Industrial de Macurijes, un gigantesco proyecto que se trabaja de conjunto con la mayor empresa forestal del país, en el que pudieran concretarse muchas de las investigaciones que esperan.
En medio de ese renovado contexto, el profesor Uvaldo Orea es optimista. «Desde los laboratorios, seguimos investigando y batallando porque nuestros resultados se lleven a la práctica. Nunca nos hemos cansado, ni nos vamos a cansar».


                        
                        
                        
                    





    
    










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ricardo dijo:
1
6 de septiembre de 2019
05:55:40
Emelio G Sanchez Fonseca dijo:
2
6 de septiembre de 2019
10:40:44
José Alberto Escobar Carreño dijo:
3
6 de septiembre de 2019
17:32:56
Fernando dijo:
4
7 de septiembre de 2019
01:02:06
Yorki mayor Hernández dijo:
5
9 de septiembre de 2019
13:07:06
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