
Granma.–Con la rehabilitación en curso de 96 de las 112 casas de cultivos protegidos existentes en esta provincia oriental, el territorio recupera condiciones para incrementar los rendimientos en la obtención de hortalizas selectas que sustituyan, con producciones propias, las importaciones dedicadas al turismo.
Tras varios años víctimas del deterioro y la ausencia de estrategias de sostenibilidad, tales instalaciones ya lucen la imagen de un revestimiento nuevo sobre las estructuras rescatadas del impacto ambiental, se avanza en el montaje de los sistemas de fertirriego y aceleran la preparación de las tierras cubiertas, todo a un ritmo que las incluye entre las obras del sector agrícola previstas para concluir en saludo al Día de la Rebeldía Nacional.
Joel Pacheco León, especialista de Cultivos Varios de la Delegación Provincial de la Agricultura, explicó a este diario que Granma destaca en la materialización del programa nacional de rescate de estas infraestructuras, que cuentan 30 en Pilón, 15 en Manzanillo, 21 en Bayamo y 30 en el poblado de Veguitas, municipio de Yara (otras 16 en el poblado de Sofía quedarán pendientes), concebidas para entregar al turismo un 80 % y expender el resto en mercados especializados, ferias y sus propios puntos de venta.
La garantía de todas las condiciones de diseño permitiría que, en apenas 7,3 hectáreas tapadas, el sistema aporte unas 1 700 toneladas anuales de vegetales frescos –fundamentalmente tomate, pepino y pimiento–, a juzgar por el incremento de los rendimientos a 250 y 300 toneladas por hectárea, si se logran cosechar hasta tres rotaciones en cada calendario, precisó Pacheco.
Valorada por el Grupo Agrícola del Ministerio de la Agricultura como instalación ejemplar, el módulo de Veguitas es uno de tres que en el país automatizaron también el sistema de fertirriego, se fortaleció con tractor e implementos nuevos, y está en mejores condiciones de retomar los niveles productivos de antaño.
Esmérida Quesada, su directora, detalló que ya cuentan allí con 40 de los 57 trabajadores necesarios, sobre todo debido al regreso de varios obreros que con el deterioro se habían marchado; un problema generalizado en la provincia, que deberá resolverse a la par de la recuperación de instalaciones a fin de evitar retrasar la explotación rápida y eficiente de las costosas inversiones por falta de hombres para hacerlas producir.
Casera fundadora del módulo de Veguitas, Maira González agradece ver otra vez los tapados como nuevos, y aunque madruga para trabajar las primeras horas y vuelve cuando el sol cae, hasta la noche, «porque el calor adentro pasa los 50 grados», dice que el trabajo se compensa bien; por un lado en los ingresos al bolsillo familiar, y por otro, en la alegría del renacer de «la casa, que es como la de uno, donde siempre estás haciendo por mantener la limpieza, después de cuidar cada matica como se cuida a un niño».



















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Dispuesto dijo:
1
25 de junio de 2019
06:47:30
Jorge R. Vega Pérez dijo:
2
25 de junio de 2019
12:14:23
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