ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El teniente Romero, con su hijo Santiago Manuel, frente a la doctora cubana. Foto: Enrique Milanés León

CARACAS.–Al general de división Ricardo Negrón Ribas le han «tomado» la unidad, pero él parece más que satisfecho. Estamos en la Dirección de Geografía y Cartografía de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el alto oficial, vestido de civil en la jornada, explica la situación operativa: «Los especialistas cubanos atienden hoy a mujeres y hombres no solo de esta Dirección, sino del Comando Estratégico Operacional».

El militar bolivariano informa al periodista que, como acción médica particular, esta ha sido la primera experiencia de su tipo: «Antes, hemos reunido otras gestiones de alimentación, recreativas… pero es la primera vez que tenemos la oportunidad de recibir a este conjunto de médicos cubanos».

Negrón Ribas pone el abrazo en contexto: «Es una gran alternativa, sobre todo en estos momentos en que estamos agobiados por una guerra económica multidimensional en la cual la salud es una de las principales aristas de ataque. Por eso, en nombre del Comando Estratégico Operacional, del mío y de todas las personas que nos hemos beneficiado agradecemos la jornada, tanto a los colaboradores como al Gobierno y a la población de Cuba».

–¿Con qué expectativa recibió su tropa esta noticia?

–He visto con satisfacción la asistencia del personal. Recordemos que, por la propia guerra económica, se hace costoso el movimiento. Y no solo han sido tratados hoy, sino que muchos han sido referidos a los Centros de Diagnóstico Integral de acuerdo con el examen más profundo que requieren. Mírelos: la cara de todos dice que están muy a gusto.

Los miro. Le creo. Reportero y militar dialogan sobre la práctica de recibir sin reservas a otros uniformados –de batas blancas– y abrir las vallas de entrada a familiares de soldados y oficiales: «Dentro del proceso revolucionario bolivariano –afirma el general– hemos visto a la familia militar no solo como el hombre o mujer uniformados; también incluimos a todos nuestros acompañantes. Si el núcleo familiar está bien, nosotros estamos bien para cumplir la misión. En la filosofía de unión cívico-militar, como un mismo equipo, una sola persona, como venezolanos al fin, debemos recibir los mismos beneficios. Esa fue la política del Comandante Supremo y es continuada por el Comandante Nicolás Maduro».

EFECTIVOS DE LA SALUD

Con sus blancas «insignias» de doctora –solo visibles para los agradecidos–, la granmense Leonor María Pérez Pérez, asesora nacional de Barrio Adentro I en la Misión Médica cubana en Venezuela, ofrece al reportero los detalles de cómo y para qué desplegará a sus «efectivos».

«Debemos atender en esta jornada de salud –señala– a unas 800 personas. Trajimos hasta aquí especialistas de oftalmología y óptica, laboratorio clínico, sistema ultramicroanalítico, ecografía, podología, fisiatría, ortopedia y traumatología, medicina general, medicina interna, cardiología, ginecología, gastroenterología, estomatología y vacunación. Trajimos incluso un equipo de ultrasonido».

La doctora agrega que también les llevan, gratuitamente, medicamentos, espejuelos galenos y recursos de odontología. «Es la jornada de salud más grande que hemos hecho en lo que va de año. Vamos a seguir organizando otras en todo el país», añade.

Sumando esfuerzos fuera de los centros asistenciales donde laboran, los colaboradores cubanos multiplican su alcance en barrios, empresas y unidades armadas. Solo en el Distrito Capital se hacen jornadas tres o cuatro veces a la semana, periodo en el que el promedio de pacientes vistos en los trabajos comunitarios integrados es de 10 000, pero Venezuela es mucho más grande y más honda que su capital.

Lo sabe muy bien el doctor mayabequense Gustavo Rojas Romero, quien a sus 22 años de experiencia afirma que la misión es compleja, pero que con el sistema de trabajo y coordinaciones de los cubanos pueden extender su labor para consolidar la salud en todo el país.

«Ayudamos a las pesquisas de las enfermedades más frecuentes en la comunidad para perfeccionar los planes de mejora de la situación sanitaria, con prevención y curación de cada caso», sostiene el médico.

Estamos a mitad de la mañana, pero por lo vivido en experiencias previas, el doctor Rojas puede adelantar al reportero su satisfacción del día: «Primero, saber que presto mis servicios inspirado en principios de salud para el pueblo. Cada vez que veo a un paciente y a su familia sanar, mejoramos con ellos sus formas de convivencia, la prevención y la curación, mejoramos la calidad de vida para que todos participen en la vida social».

El periodista, que se ausentó de Caracas por unas cortas vacaciones de 15 días, percibe a su vuelta que las tensiones aumentan, pero también observa que, mientras el panorama se endurece, los cubanos trabajan más. El doctor coincide: «Apoyamos esta Revolución cuidando a su pueblo; esa es nuestra tarea. La salud centra nuestro trabajo cotidiano y nuestros principios de siempre. Venimos aquí a dar eso: salud, salud y más salud».

TODO EL FUTURO EN UN NIÑO

Semejante entrega sanitaria fue a recoger el joven teniente venezolano Oscar Romero, pero su estampa frente a la doctora cubana tenía un atractivo adicional: un pequeño en las piernas.

«Mi niño –explica Oscar– es parte de una familia militar: mi esposa lo es y yo también. Todos aprovechamos la jornada de salud: ella está en otra área de atención y yo, como papá, traje a mi hijo a la consulta de medicina general».

Al teniente Romero le parece magnífica la idea de llevar a los médicos cubanos al trabajo, la barriada y las unidades militares: «El Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela es una interacción que todos debemos apoyar, tanto como Fuerzas Armadas o como pueblo», afirma.

Optimista, el militar confía en que «haremos que todo fluya como debe ser y saldremos de la crisis en que estamos».

–¿Confía en el futuro de Santiago Manuel?

–¡Confío, claro que confío! Confío con nuestro trabajo y la ayuda de ustedes. Esa es la esperanza; como decía mi Comandante Chávez, nosotros somos la Revolución del futuro.

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