ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La Vía Blanca es una de las arterias comprometidas con la obra. Foto: Ariel Cecilio Lemus

Adoquines y raíles del tranvía son los únicos vestigios de la época de la colonia extraídos hasta ahora en las excavaciones para colocar la tubería de la nueva conductora de agua, de 8,4 kilómetros (km) que, sinuosa, avanza inexorable hacia la meta de garantizar el servicio a más de 91 000 habitantes del municipio de La Habana Vieja, así como responderá a la infraestructura actual y el crecimiento turístico.

Hace poco más de un mes comenzó la «invasión» de hombres y, sobre todo, de máquinas. El debut fue en Vía Blanca, muy cerquita de los tanques de Palatino. Desde allí viajará el preciado líquido por gravedad hasta La Punta, ojalá que antes de lo programado, el 15 de septiembre, algo plausible dados los ritmos de ejecución que se alcanzan. Este lunes ya tenían instalados 3,3 kilómetros de tubos de polietileno de alta densidad (PAD), cuyo diámetro fluctúa entre mil y 500 milímetros, producidos en las tres fábricas del país.

Resulta una de las dos inversiones más complejas que ejecuta este año el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) y posiblemente la de mayor impacto entre las que se acometen en la capital por su aniversario 500, afirmó a Granma el ingeniero Ricardo Limias Díaz, director general de Desarrollo de Infraestructura del organismo.

¿POR QUÉ ESTA NUEVA CONDUCTORA?

Hoy ese populoso municipio mal se sirve de tres conductos principales, que durante años se han tratado de rehabilitar. Lo han impedido su mal estado y la complejidad de los trabajos por la alta densidad habitacional.
El resultado es que el agua no llega con las presiones necesarias al final de la red y provoca un servicio discontinuo e insuficiente, de ahí que la solución alternativa fuera una nueva conductora, manteniendo de alta las otras.

LA ANHELADA REGLA

Lo visto y conocido en el recorrido es un bálsamo dentro de las tormentosas aguas de ineficiencia en que se desenvuelven la mayoría de las inversiones a nivel nacional.

«He trabajado en obras hidráulicas de toda Cuba, pero en ninguna había encontrado tal nivel de organización, exigencia y aseguramiento», recalca el ingeniero Esteban Vega Olivares, jefe de obra en el tramo cercano a los tanques de Palatino.

Su brigada es una de las tres que tiene destinadas la Empresa de Mantenimiento y Rehabilitación de Obras Hidráulicas de Occidente (Emaroho), encargadas de 5,4 km de la conductora, pues el resto se encuentra a cargo de sendos grupos de las Empresas Aguas de La Habana y la Constructora de Obras de Ingeniería no. 25 de Villa Clara, perteneciente al Grupo de Construcción y Montaje del Ministerio de la Construcción.

La opinión de Vega está generalizada y la acuña el licenciado Raúl Rosell Herrera, director de la Empresa de Servicios Ingenieros Hidráulicos Occidente (ESIH) e inversionista, quien siente todo el tiempo la supervisión y también la ayuda.

«Es una obra muy compleja y a la vez ejemplo de coordinación con redes técnicas, de ejecución del cronograma, de preparación, organización y calidad», asevera.

Las regulaciones son tan estrictas que no avanzan cien metros sin que antes los inspectores de las empresas Eléctrica (EE), del Gas Manufacturado y Etecsa den su visto bueno para continuar las excavaciones, no pocas veces muy cercanas a sus redes soterradas. Velamos por el cumplimiento de las medidas de seguridad, nos manifestaron el técnico Antonio Ribalta, supervisor de comunicaciones, y Arnaldo Córdova, inspector de la EE.

El Director de la ESIH recalca que desde la preparación de la obra y hasta en la apertura de las zanjas han participado expertos de la Oficina del Historiador de la Ciudad y de la Oficina de Patrimonio, aunque hasta ahora no han aparecido restos arqueológicos, solo un tramo de lo que evidentemente fue un muro de reforzamiento del antiguo malecón en la Avenida del Puerto, lo cual obligó a desviarse a la zanjeadora, según nos mostró Carlos Luis Suárez Rodríguez, ejecutor con 30 años de experiencia en obras hidráulicas.


A PESAR DE LAS MOLESTIAS

Cualquier obra que se construya en el entramado urbano provoca molestias y cambios de rutina por los desvíos en la circulación vial. Esta no resulta la excepción, no obstante, principalmente entre los lugareños, prevalece la certidumbre de que al fin dispondrán de agua, anhelo latiente desde hace unos años cuando fueron sustituidas las redes técnicas en las calles interiores, porque la solución del abasto de agua potable era reparar las tres conductoras principales aludidas o instalar la que ahora serpentea importantes calles capitalinas.

Hoy están por encima de lo previsto las cinco acciones fundamentales en que se dividen los trabajos: la excavación en zanja, soldaduras, instalación y rehincho de tuberías y el hormigonado de la zanja, esta última ligeramente por debajo del resto dadas las afectaciones con el suministro de hormigón, aunque los atrasos son recuperables gracias al doble turno, normalmente hasta las 11 de la noche, horario dedicado a labores de limpieza, relleno, compactación y colocación de hormigón y asfalto.

Como obra de ingeniería, el protagonismo lo tienen las máquinas, cada una con sus misiones específicas, penetrando en las entrañas de la tierra entre dos y hasta cinco metros, en dependencia de los impedimentos que encuentren, ya sean las redes técnicas o tuberías de alcantarillado o drenaje.

Hay tramos de menos complejidad y otros con diversos obstáculos como el que va por debajo de los elevados del ferrocarril, cerca de Cuatro Caminos, donde en dos posiciones encontramos a los hombres de la Ecoing 25.

El sol «pica» bastante cuando llegamos a la calle Cristina, donde todo es actividad. Rubén Martínez, jefe de brigada de la Emaroho, tiene a su cargo 20 hombres y como la cosa más natural habla de que el sábado 30 trabajaron hasta las cuatro de la mañana. Nos despedimos, sonríe y me dice: «Periodista, estas obras se sufren, pero siempre tienen su encanto».

BENEFICIOS DE LA CONDUCTORA

- Abasto estable de agua a unos 91 000 habitantes de La Habana Vieja y toda la infraestructura del municipio, incluidos unos 20 hoteles, entre los que funcionan y están en fase constructiva.

- Permite eliminar unos 800 viajes de carros cisternas que se dan cada semana para abastecer a más de 8 600 personas.

- Funciona por gravedad, lo cual también resulta económico al no tener que bombearse el agua.

- Se le colocarán los sistemas de medición que permitirán conocer exactamente cuánta agua se entrega, una de las acciones que lleva a cabo el organismo en función del ahorro del preciado líquido.

Una avanzada de la Ecoing 25 prepara las tuberías que colocarán en la zona de los elevados del ferrocarril, uno de los trabajos complejos de esta conductora. Foto: Ariel Cecilio Lemus
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