
El panorama en Luyanó, municipio de Diez de Octubre, la mañana de este lunes era desolador. Postes de luz sobre el pavimento, carros bajo escombros, edificios mutilados, casas deshechas… Sin embargo, desde las primeras luces del día, e incluso antes, las familias de la comunidad comenzaron la recuperación de este barrio capitalino, uno de los más afectados con el paso de un tornado, como parte de la tormenta que azotó la capital en la noche del domingo.
Junto a vecinos de la zona, el Contingente Blas Roca, del Ministerio de la Construcción, apoyó las labores de recuperación, que comenzaron en la calzada de Luyanó y se extendieron al resto de las calles y avenidas de este territorio durante el paso del día.
«Dieciocho camiones y tres cargadores recogen y remueven escombros desde bien temprano en la mañana. Hay decenas de trabajadores involucrados, y aquí estaremos por el tiempo que sea necesario», informó a Granma Damian Cardonet, vicepresidente del Gobierno del municipio de Diez de Octubre.
Este domingo sentí el ruido más ensordecedor que he escuchado nunca, como el de la turbina de un avión a punto de precipitarse a tierra. Temí, como todos los que vivimos el tornado, por la estabilidad de mi casa, y mi vida, contó Anairis Borges.
Su casa perdió los cristales de la sala. La puerta, que da a la acera, quedó rasgada por el impacto de objetos que lanzó el aire. Un almendrón, arrastrado por la fuerza de los vientos, casi se estampa contra la entrada de su vivienda, de no ser por una palma que, arrancada de raíz, quedó tumbada a lo largo de la calle y sirvió de barrera.
«No hay tiempo para lamentaciones. Es hora de trabajar», dijo Anairis junto a su esposo, ambos escoba en mano.

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Yosvani Díaz quedó atrapado bajo los escombros de su casa mientras veía el televisor junto a su familia. El techo vino abajo unos segundos después de que sintieran lo más parecido a un ruido de turbinas de avión y luces rojas a través de sus ventanas. Al mismo tiempo, probablemente, se fue la luz. En menos de un minuto, el tornado que azotó la capital en la noche del domingo causó los estragos «que nunca pensé ver», contó Díaz.
«Mi primer instinto fue sacar a mi esposa e hijos de la polvareda y, cuando estuvimos todos a salvo de las ruinas, nos asistieron y evacuaron inmediatamente. Cuando pude recuperarme del impacto, vi los daños que también había dejado en la cuadra. Es el panorama más triste que he visto en toda mi vida», añadió.
Las historias se repiten mientras se avanza por las calles de Luyanó. «Esto fue peor que un ciclón», le dice un señor de gorra a alguien al otro lado de su celular. Dos mujeres se abrazan en plena calle y una de ellas llora.
La otra, sin un solo temblor en su voz, le dijo que dejara esas lágrimas, que al menos están vivas. «Somos unas sobrevivientes», la alentó.
Cuando a Félix Díaz, de 71 años, se le vino su casa encima, pudo salir por un rinconcito de lo que fue su cuarto. De allí solo pudo cargar con su bastón. Parado junto a los restos de su casa, vigila celoso «las poquitas cosas que quedaron en pie»: una cama desnuda, una silla de hierro… «Vendrán tiempos mejores», se animó.
A pesar de la desolación, «no estamos desamparados», dijo Anairis Borges, quien vive justo frente al hospital universitario materno Diez de Octubre.

«Desde antes de que comenzaran los fuertes vientos, los cuerpos de seguridad evacuaron a embarazadas y operadas del hospital en tiempo récord. También se preocuparon por la seguridad de los vecinos de la cuadra. Nos hicieron sentir protegidos, incluso en pleno desastre. Sabíamos que no estábamos solos», añadió.
Ya comienza a levantarse la ciudad. Un joven trepado en la azotea de un edificio lanza escombros a los bajos y alerta a los transeúntes para evitar que alguna piedra los golpee. Dos hombres cargan un pedazo de zinc que cayó en el portal de un vecino. Una señora vestida de rojo arrastra en una carretilla un pedazo del que fue su techo, ahora convertido en polvo.
«No podemos quedarnos parados y esperar que esto se recoja solo, o que alguien venga a limpiar lo nuestro. Hay que moverse», gritó.
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milagros dijo:
1
29 de enero de 2019
14:02:36
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