Enero no defrauda como tercer mes del periodo poco lluvioso o seco definido para el año hidrológico en Cuba. Las cifras resultan la evidencia indiscutible del paulatino decrecimiento en los niveles de los embalses y de las aguas subterráneas. Y como se ha pronosticado, hasta marzo deben ser escasas las precipitaciones.
La sequía no es palabra muerta, al contrario, reafirma su condición de fenómeno cíclico alimentado por el cambio climático, y por eso los especialistas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) reiteran su llamado al uso racional del agua, uno de los objetivos primordiales que sostienen como organismo rector en la importante actividad del manejo de tan esencial y finito recurso.
¿Cómo es posible? Pensarán muchos que todavía recuerdan dos picos de abundante pluviosidad en 2018, sobre todo la asociada a un frente frío y una vaguada ocurridos entre el 19 y el 21 de diciembre, que aportaron el 40 % de la lluvia de diciembre, precisó a la prensa el máster ingeniero Argelio Fernández Richelme, director de la Dirección de Hidrología e Hidrogeología del INRH.
Como consecuencia de tal situación, en ese mes se rompió la cadena de no alcanzar los promedios históricos, precisamente cuando más debe llover, que es en el periodo húmedo, subrayó.
Al evaluar el comportamiento hidrológico del año precedente, abundó en que se registraron 1 471,3 mm, el
110 % de la media, calificado como favorable, aunque llamó la atención que no fue uniforme ni en el tiempo, ni por regiones.
En relación con la disponibilidad de agua embalsada al cierre de 2018 dijo que fue superior a la que toman como referencia, que es desde 1993, si bien la gráfica demuestra la tendencia al descenso, solo posible de revertir con una única posibilidad: que llueva lo esperado o más.




















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UnKnown dijo:
1
23 de enero de 2019
09:12:20
leonardo dijo:
2
23 de enero de 2019
11:55:05
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