Johana Tablada, Subdirectora General de la Dirección General de Estados Unidos del MINREX, compartió a la prensa el más reciente capítulo dentro de la escalada de acusaciones contra Cuba, el cual se basa en la suposición de que nuestro país no está produciendo un flujo normal de visados.
«Lo cierto es que Cuba ha otorgado más de 100 visas a los Estados Unidos desde septiembre del 2017, como prueba de nuestra firmeza en la posición de Cuba de defender el derecho que tiene a una relación civilizada y de respeto mutuo con los Estados Unidos y nuestro interés de preservar los espacios de cooperación, pequeños y limitados, pero que han repercutido en múltiples áreas en beneficio de nuestros dos países», dijo Tablada quien agregó que «en el mismo periodo de tiempo Estados Unidos ha otorgado a funcionarios y personal administrativo cubano para Washington solo 26 visas».
Sobran los comentarios, no hay prueba de mayor flexibilidad que esa, que expresa además, responsabilidad y coherencia política, por parte del gobierno cubano.
«Estados Unidos desde esa fecha para acá ha dejado de contestar múltiples solicitudes de visas de Cuba, ha denegado seis y ha acusado recientemente a Cuba y ha tratado de fabricar el pretexto de que tendrían que tomar medidas con Cuba porque no está produciéndose un flujo normal de visado. Eso es sencillamente mentira, como es mentira que hayan ocurrido ataques en Cuba contra personal estadounidense, como es mentira que hay nuevas medidas de bloqueo debido a problemas de derechos humanos en Cuba, porque verdaderamente todas estas medidas responden al interés de altos funcionarios de afectar a Cuba, hay una política histórica del gobierno de los Estados Unidos de asfixiar económicamente a Cuba, de imponer un gobierno que responde a sus intereses», dijo la funcionaria de la Cancillería.
Esta nueva historia que se ha inventado Estados Unidos es parte de la escalada contra Cuba desde que el actual inquilino de la Casa Blanca tomó posesión en la silla presidencial. Tablada hizo referencia a las medidas adoptadas por esta administración desde enero del 2017 y posteriormente en junio de ese mismo año, las cuales constituyeron un punto de retroceso en la política de los EE.UU. hacia Cuba.
A estas acciones se han sumado también una serie de declaraciones que endurecen el bloqueo y redoblan la hostilidad contra nuestro país entre las que se destacan la manipulación política del tema de los incidentes de salud reportados por el Departamento de Estado, que supuestamente afectaron a su personal en la Habana. Asimismo han tratado de empañar los logros de Cuba en el área de los derechos humanos, a pesar de todos de los resultados y colaboraciones de la Isla en diferentes sectores.
Respecto al tema de obstaculizar el funcionamiento de la Embajada de EE.UU. en La Habana, demostró como estas acusaciones, son contrarias a la realidad. Ejemplo de esto lo constituye la expulsión arbitraria, injusta y unilateral de diplomáticos cubanos en Washington en septiembre del año pasado. Además de «la utilización del tema de los incidentes de salud para imponer medidas que implicaron que en la práctica se cerrara el consulado de Estados Unidos en La Habana, con un altísimo costo humanitario para las familias cubanas, familias que no pueden visitar a sus hijos, personas que no pueden acudir a ver a sus hermanos o padres enfermos, personas que tienen que viajar a destinos que no cuentan con los niveles de seguridad y de tranquilidad que tiene Cuba, con un alto costo económico también , para obtener, tal vez, una visa que les permita visitar o reunirse con un ser querido».
A pesar de todo esto, Tablada insistió en que Cuba está dispuesta a construir una relación civilizada, donde se traten temas de interés común y se respeten las diferencias.



















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Leonardo Fernandez dijo:
1
3 de diciembre de 2018
04:47:48
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