ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Adrián Suárez Herrera está orgulloso de la calidad de las posturas que obtiene. Foto: Elder Leyva

Guayabo, Mayarí.–A las habilidades adquiridas en el cultivo de tabaco tapado, Héctor Quiroga Ramírez añade voluntad para enfrentar los embates meteorológicos, de lo cual dio fe durante la campaña 2017-2018, cuando las prolongadas lluvias que azotaron el territorio le destruyeron dos veces el semillero.

Narra que, al evaluar las pérdidas de la segunda ocasión, decidió ir a un tercer asalto en la pelea contra la naturaleza, finalmente vencida, porque sembró la hectárea prevista con la variedad Criollo 2010 y obtuvo 42 quintales con un 49 % de capa apta para la elaboración de tabaco de exportación.

Ahora, en compañía de familiares allegados, se alista para plantar un espacio similar. El mosquitero, como llama a la red que cubrirá completamente el cultivo, posee buen estado de conservación, aunque aclara que anualmente le ofrecen la oportunidad de reponer el 30 % del material utilizado, para impedir el acceso de insectos sin que ello afecte la entrada del sol.

Los resultados de Héctor le han dado prestigio entre los 32 productores del municipio de Mayarí que poseen contratos para sembrar y cosechar igual cantidad de hectáreas de tabaco tapado en la campaña 2018-2019.

A muchas personas les puede parecer insignificante que en ese territorio exista la referida cifra de cosecheros que asumen el complicado procedimiento de cultivo, pero Darlin Lobayna Hernández, director de la unidad empresarial de base (UEB) Agrícola Tabaco Mayarí, ve en el número la evidencia de un proceso en crecimiento, porque seis años atrás solo uno –Arturo Aguilar– era capaz de ponerlo en práctica.

Es el resultado, confirma, del Programa de Desarrollo Integral de Mayarí, consecuencia directa del progreso de las obras del Trasvase Este-Oeste.

«Las 32 hectáreas deben aportar unas 45 toneladas. Por la experiencia acumulada, esperamos que promedien 1,4 por hectárea, el mayor rendimiento logrado en el territorio. Desde el primer trimestre del año a los productores se les proporcionó el paquete tecnológico», dice Lobayna Hernández.

Hay condiciones para seguir incrementando las áreas, asegura el funcionario. Para el 2021 calculan arribar a las 70 hectáreas y hacia el 2030 esperan rebasar las cien.

Adrián Suárez Herrera, igual que Héctor Quiroga Ramírez, explota una parcela en Guayabo, zona que, según planes no lejanos, concentrará un sólido grupo de productores de tabaco tapado. Prefiere las variedades Criollo 2010 y Corojo 2012. La vida le ha dicho que allí son las de mejor rendimiento de capa, además de resistir enfermedades y soportar frecuentes lluvias.

Dispone de 276 000 posturas en dos túneles tradicionales, denominados así porque con la excepción de la cobertura, los tubos de plástico que conforman la estructura provienen de la industria nacional. Las pequeñas plantas son totalmente saludables en opinión del personal que las maneja, sobre todo mujeres residentes en los alrededores.

El joven cosechero dice que está distante de convertirse en experto productor de tabaco tapado, porque únicamente ha dedicado tres años a esas faenas como integrante de la cooperativa de créditos y servicios Niceto Pérez. Estima que el paso del tiempo, el esmero al pie de los surcos, el intercambio con los labriegos más experimentados y la capacitación técnica, le permitirán dominar a plenitud los procedimientos para producir hojas de calidad máxima.

Es una opinión ajustada a un hombre que no incurre en alardes, comportamiento apreciado por los directivos de la ueb, quienes no dudan en ubicarlo entre los productores de referencia, valoración extendida igualmente a los hermanos Neira Salgado, que adquirieron recientemente dos túneles de importación para el fomento de posturas.

Esas casas de cultivo techadas, detalla Omar Neira, son de estructura metálica y poseen ocho metros de ancho por 52 de largo. Cada una admite, en modo de suspensión y con sistema de riego aéreo, 940 bandejas plásticas que por unidad poseen 159 receptáculos de siembra.

«Estamos muy contentos con las posibilidades que dan estas instalaciones. Cuando las posturas salgan de aquí rumbo al campo, podremos sembrar pepino, lechuga y otros cultivos, bajo el principio de evitar infecciones en el tabaco», puntualiza el productor, quien precisa que allí también dedicarán media hectárea al cultivo de la aromática hoja sin la protección de mallas.

Como lo ha tenido a flor de labio desde el inicio de la conversación, no puede dejar de mencionar el beneplácito de la ccs Niceto Pérez por contar con agua gracias a una conductora tendida especialmente hasta los espacios de cultivo desde una de las tomas del Trasvase Este-Oeste.

A pleno sol

Al solicitar detalles de la producción general de tabaco en el territorio de Mayarí, Darlin Lobayna Hernández describe un programa que en la campaña 2018-2019 aspira a concretar la siembra de 148 hectáreas a pleno sol.

Sumadas a las 32 de tabaco tapado, lograrán un total de 180, para acopiar, de acuerdo con cálculos bien hechos, 300 toneladas, o sea, 80 por encima, con respecto a la etapa 2017-2018, cuando la siembra se materializó en 149 hectáreas.

Al tanto de cada paso necesario para cumplir los propósitos definidos, el funcionario revela que antes de concluir noviembre deben disponer de 3 000 canteros, incluidos los de los túneles existentes en las áreas de la ueb. Así dispondrán con holgura de la cantidad de posturas demandadas para la siembra.

Otra vez aflora el impacto del Trasvase Este-Oeste. De las 180 hectáreas previstas para sembrar tabaco tapado y al sol, dice, 120 están bajo el efecto directo de la benefactora obra hidráulica.

La creciente disponibilidad de agua para el riego sistemático, la ejecución de inversiones como la edificación que a partir de diciembre venidero podrá incrementar en 300 toneladas el almacenamiento de tabaco en ramas y empacado en tercios, el crecimiento del número de productores, la debida capacitación de estos y las medidas de protección y conservación de suelos, entre otras acciones, perfilan las garantías de lo que ocurrirá hacia el 2030, con planes que persiguen pasos irreversibles.

Para esa etapa la ueb, detalla su director, debe contar con 950 hectáreas dedicadas al tabaco, con el amparo de prácticas agrícolas que facilitarán rotar racionalmente sus cosechas con las de frijol.

Los Neira adquirieron los novedosos túneles de cultivo porque desean sacar provecho de los beneficios tecnológicos. Foto: Elder Leyva
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Oscar Ramos Isla dijo:

1

15 de noviembre de 2018

09:12:45


El Trasvase Este-Oeste da un aporte considerable al desarrollo de la agricultura. Producir posturas de tabaco en casas de cultivos tapado y hortalizas brinda frutos de mayor calidad. Puesto que los insectos no entran, no se afectan los cultivos por intensas lluvias, solo hace presencia el astro sol. Un paquete tecnológico bien introducido en la unidad empresarial de base (UEB) Agrícola Tabaco Mayarí.