
–Tome esa antorcha y empiece por ahí.
–Pero, General, esta es su casa.
–Sí, comience por mi casa… Tunas, con dolor en el alma te prendo candela, pero prefiero verte quemada antes que esclava.
Así quedaría inmortalizada para la historia la noche del 26 de septiembre de 1876, cuando ante la imposibilidad de sostener la ocupación de la entonces Victoria de Las Tunas, el Mayor General Vicente García González decidió reducirla a cenizas, comenzando por su hogar.
Esta acción fue el punto culminante de lo que se había iniciado tres días antes, en la madrugada del 23, cuando las tropas al mando del reconocido jefe militar tomaron por sorpresa la ciudad, que constituía un punto clave para el trasiego de armas y otros pertrechos del ejército español.
La aplicación de valiosas estrategias como una red de inteligencia militar y el factor sorpresa, propiciaron que a la mañana siguiente el comandante español Félix Toledo Vidal declarara la rendición y finalmente la Plaza de Armas cayera en manos de los mambises.
Dada la rapidez y eficacia de esta toma de la ciudad, ha quedado recogida como una de las hazañas de mayor reconocimiento dentro de la Guerra de los 10 años, calificada como un duro golpe para los ocupantes ibéricos.
No obstante, luego de tres días, Vicente García comprendió que no disponía de todos los recursos imprescindibles para sostener la ciudad bajo su mando; por eso el día 26 Las Tunas se convirtió en una gran hoguera, donde la casa del jefe mambí fue la primera en arder.
Acciones como esta le merecieron al General tunero apreciaciones como la del doctor Armando Hart Dávalos, que en su discurso por el centenario de la toma de la ciudad expresó:
«Admiramos a Vicente García no solo por sus méritos militares. Lo admiramos, especialmente, porque fue un hombre que surgió de las entrañas de nuestro pueblo y que, no obstante su posición social, murió pobre y unido a la gran causa de los humildes de su tierra. Él murió unido a la causa de los pobres de Cuba, la causa de la independencia de la Patria y de la abolición de la esclavitud».
En honor a la fecha, cada año los tuneros y tuneras rememoran ese hecho, como el mejor de los homenajes a quienes con su sacrificio legaron toda una tradición patriótica que hoy sirve de guía a las nuevas generaciones.
Por su importancia histórica, la casa de la familia García González fue reconstruida, y desde el 14 de noviembre de 1987 funciona como Memorial. Posteriormente, en 1996, se le declaró Monumento Nacional.
A 142 años de aquella noche luminosa, e inmersos en el aniversario 150 del inicio de las luchas por la independencia de Cuba, es imprescindible rememorar momentos como ese, que engrosaron las páginas escritas por los cubanos en el largo camino hacia su plena y verdadera libertad.



















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Andrés R dijo:
1
26 de septiembre de 2018
08:05:21
UnKnown dijo:
2
26 de septiembre de 2018
08:30:17
Osmany dijo:
3
26 de septiembre de 2018
09:57:19
Jesus S Respondió:
26 de septiembre de 2018
11:00:12
leidys Respondió:
27 de septiembre de 2018
09:13:55
capirucho dijo:
4
26 de septiembre de 2018
14:36:53
Miguel Angel dijo:
5
28 de septiembre de 2018
07:55:54
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