ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El Congreso Campesino en Armas demostró que los hombres y mujeres del campo habían comprendido la necesidad de agruparse a favor de la naciente Revolución. Foto: Archivo de Granma

La casa de maderas verdes y tejas rojas es uno de los lugares más entrañables de Soledad de Mayarí, en el II Frente Oriental Frank País, Santiago de Cuba.

El antiguo salón de fiestas, donde el joven Raúl Castro Ruz dirigió en 1958 el Congreso Campesino en Armas, con el brazalete del Movimiento 26 de Julio atado a su brazo izquierdo, parece detenido en el tiempo, entre las lomas de la Sierra.

La entrada la custodian una línea de palmas y un caminito de piedras, que comienza en las dos puertas principales del local, hoy convertido en museo, siempre abiertas a los visitantes, curiosos y vecinos de Soledad. En su interior, a la izquierda, un viejo equipo de música recuerda la época en que fue el único centro nocturno de la zona.

En el informe central se analizó críticamente la situación económica, política y social de la nación y especialmente del campesinado. Foto: Archivo de Granma

Nunca sospecharía la guardia rural de Batista que aquel 21 de septiembre, ese sería el sitio elegido por cientos de campesinos y campesinas para hablar de los derechos de quienes vivían en la miseria absoluta y por qué las armas serían las primeras herramientas del cambio que les permitirían ser los dueños de la tierra.

Allí, en esa casita discreta, de una comunidad entonces olvidada en la geografía cubana por los sucesivos gobiernos de los años de República, se comenzó a ganar la Revolución.

Los delegados se seleccionaron en asambleas masivas de campesinas y campesinos en todas las zonas liberadas y en algunas zonas no liberadas. Foto: Endrys Correa Vaillant
Foto: Endrys Correa Vaillant
Los delegados aprobaron el reglamento de la organización que se creaba, y una Declaración de Principios en la cual se reafirmaba la posición del movimiento campesino en la lucha por sus justas demandas y su plan de apoyo al Ejército Rebelde. En estas dos imágenes, el lugar donde se celebró el Congreso Campesino en Armas . Foto: Endrys Correa Vaillant
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Miguel Angel dijo:

1

19 de septiembre de 2018

11:40:55


Fidel es el líder histórico de la Revolución cubana. Raúl, el más fidelista de todos los cubanos fue, es y será el adjunto de Fidel, ganado por sus méritos y virtudes personales, no por ser su hermano. La actividad revolucionaria de Raúl comienza desde tiempos bien tempranos en su etapa en la Universidad. Así continuó durante el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. En la prisión fecunda, en la preparación y realización de la expedición desde tierras mexicanas. En Cinco Palmas, en la Sierra, como Jefe del II Frente Oriental Frank País, donde desarrolló una impresionante actividad política, social y militar. Posterior al triunfo revolucionario en as múltiples tareas cumplidas, hasta ocupar el máximo cargo al frente del Gobierno, el Estado y PCC. Su trayectoria revolucionaria ha sido muy destacada, un genuino líder. Su legado será imperecedero. Vivan Fidel y Raúl.