ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Luego de meses de preparación y una cadena de 39 asambleas en universidades –que comenzó en el país el pasado 3 de mayo–, llegó la cita estudiantil. Foto: Anabel Díaz Mena

Ya estamos en Congreso. Luego de meses de preparación y una cadena de 39 asambleas en universidades –que comenzó en el país el pasado 3 de mayo–, llegó la cita estudiantil que promete ser un espacio para el intercambio de proyecciones creativas, inquietudes, soluciones y aportes de la organización.
Pese al ajetreo de los preparativos previos, Raúl Alejandro Palmero Fernández, presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria, ofrece detalles a Granma de este encuentro que, a su juicio, debe marcar un antes y un después en la historia de una organización que cumplió en diciembre 95 años de fundada.

«Este será un congreso histórico, sin restarle mérito a los anteriores. Abre una etapa del proceso revolucionario, en el que una nueva generación asume la dirección del país y es también el primero que se realiza sin la presencia física de Fidel», explica Palmero, mientras conversamos en la redacción del periódico.

«Tiene que ser el congreso donde los más jóvenes acompañen a la nueva dirección y tracen proyecciones hacia el futuro. Por eso, las expectativas son grandes, no solo por parte del estudiantado universitario».

El joven, que estudia la carrera de Derecho en la Universidad de La Habana, cuenta que le ha pasado algo «interesante y lindo». Al caminar por las calles le preguntan sobre los preparativos del congreso. Ancianos, mujeres, niños, quieren saber cómo va a ser, de qué van a hablar, qué decisiones se van a tomar.

UN CONGRESO TAMBIÉN DE PUEBLO

«No podemos decir que estamos ante un evento solamente estudiantil. Es también para el graduado universitario, para quien tiene confianza en la dirección del país y para los que ansían una fuerza juvenil en pos de construir y perfeccionar nuestro sistema, y que aporte desde una postura revolucionaria, innovadora. Por eso estamos hablando de un congreso que es también del pueblo», dice.

Como parte de la agenda se intercambiará con los ministerios de Relaciones Exteriores y de Economía y Planificación, además con aquellos que tienen una relación estrecha: los de Educación y Educación Superior.

«Debatiremos temas de política de país, entre los que sobresale el proceso de ubicación laboral».

Hablaremos también, explica, acerca del vínculo que debe existir entre los ministerios, las empresas y la academia.  

«Y reflexionaremos sobre cómo la producción científica de las academias cubanas llega a nuestra sociedad, a los territorios más necesitados y sirve para aportar soluciones concretas», reconoce.

Por eso, el pueblo tiene tantas expectativas en el Congreso, subraya.

MOMENTOS CLAVES

El Congreso no puede verse solo como la cita nacional. Al decir de Palmero, lo más importante de este gran evento fueron los meses previos en los que tuvieron lugar las asambleas de brigadas y debates en comisiones, donde la FEU pudo llegar a todos, y recopilar más de 10 400 planteamientos de estudiantes universitarios de todo el país.

Preparar este IX Congreso no fue una labor sencilla, supuso muchos retos para la comisión organizadora, liderada por Palmero. «El debate en cada facultad fue muy serio y también en cada residencia estudiantil, donde se celebraron asambleas por primera vez. También hemos promovido en estos meses muchas actividades extensionistas, de impacto social, encuentros comunitarios, intercambio con personalidades…», comenta.

Nuestro mayor desafío hoy es tener un IX Congreso a la altura de lo que sucedió durante meses en nuestra base.

¿CUÁLES SON NUESTRAS FORTALEZAS?

Tenemos a nuestro favor la preparación que recibimos, dice. «Resolvemos nuestros problemas en procesos como este, tenemos muchísimos espacios de participación, que van desde una brigada hasta el Consejo de Estado. En otras naciones los jóvenes buscan soluciones en las calles, con protestas que nunca escuchan sus dirigentes».

Por último, tenemos una historia, reflexiona. La FEU es una organización casi centenaria. Que el Presidente del país abandere las delegaciones, que se reúna con los estudiantes, que Fidel haya ido a plantear sus principales proyectos y preocupaciones a la escalinata de la Universidad de La Habana, o a jugar al básquet con los estudiantes… «Todo eso nos hace únicos».

Aún nos queda muchísimo por hacer –valora–. Cada día el contexto del país y del mundo cambia. Los problemas, las interrogantes, las variables de actuación, los modos de comunicar, de convencer, ya no son los mismos.

En ese contexto, «no podemos hacer otra cosa que trabajar, mantener la unidad que supieron construir los líderes de esta Revolución durante décadas. Ese es el principal consenso que nos sostiene de cara al futuro, un futuro en el que, cuando ya no esté la generación histórica, tendremos que ejercer el liderazgo entre todos», concluye Palmero.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.