Ciego de Ávila (30/5/2018).-Parece que el ciclón ya se fue y se pueden ver las estrellas, frase de una de las canciones del avileño Arnaldo Rodríguez que en el ingenio del guajiro de la campiña pudiera significar algo así como… siempre que llueve escampa. Y precisamente esa fue la noticia que todos agradecieron este miércoles en la provincia de Ciego de Ávila, luego de las intensas lluvias provocadas por la tormenta subtropical Alberto.
Este organismo extemporáneo, al surgir antes del comienzo oficial de la temporada ciclónica el venidero 1ro. de junio, dejó inundaciones en varios lugares y elevó el nivel de las aguas hasta lugares jamás vistos, como sucedió en el Complejo Hidráulico Liberación de Florencia, el de mayor capacidad en el territorio, con capacidad para 79 millones de metros cúbicos y este miércoles amaneció con unos 86 millones, después de haber sobrepasado en la madrugada del pasado domingo los 91, volumen jamás almacenado en ese embalse artificial desde su construcción hace tres décadas.
Neldo Medina Palencia, jefe de obra en ese sistema, refirió que en pocas horas inició el vertimiento, a razón de unos 113 metros cúbicos por segundo y, a la vez, comenzó a retroceder y dañó el aproche del puente que conduce al poblado cabecera de Florencia.
Todos los embalses artificiales vierten en estos momentos, el resultado de precipitaciones que sobrepasan los 422 milímetros (mm), para el 255 %, y en el acumulado anual suman 666,9 mm para un 200,6%; es decir, el mes de mayo más lluvioso en los últimos 30 años.
En el territorio también se reportaron más de 10 comunidades con precipitaciones por encima de 500 mm acumulados en el mes, y en el consejo popular Ranchuelo la cifra se elevó a 668,2 mm.
En cuanto a los acuíferos subterráneos, a partir de las lluvias de mayo alcanzaron el 85 % de llenado y cinco de ellos sobrepasan su capacidad, al tiempo que se espera que los escurrimientos continúen favoreciéndolos.
Si bien no fue en la magnitud de Irma, Alberto volvió a movilizar y a poner a pruebas a los avileños, con la activación de los Centros de Dirección del Consejos de Defensa provincial, municipal y los 61 de zonas, los 10 centros de evacuación e igual cantidad para la elaboración de alimentos, las bases de transporte, y fue necesario proteger a 1161, la gran mayoría de ellas en casas de familiares y amigos, entre otras medidas para evitar pérdidas de vida humanas y a la economía.

En casos de intensas lluvias, siempre el sector agrícola es de los más afectados. Cifras preliminares dan cuenta de que en esa rama se perdieron unas 650 toneladas de frijol, 103 hectáreas de maíz, 20 de viandas, 400 toneladas de arroz y tres máquinas de riego, además de unas 5 800 cujes de tabaco a los cuales se le da calor para salvarlos del temporal.
Algo inusitado fueron los siete tornados que, con pocas horas de diferencia, ocurrieron en distintas zonas y dejaron su cuota de daños: en la empresa agropecuaria La Cuba, afectaron unas 40 hectáreas de plátano; en Jiquimal, también en Baraguá, dos viviendas derrumbadas y otras cuatro con el techo destruido; en La Teresa, en Venezuela, otros 16 inmuebles con afectaciones totales; en Las Marías, en Ciro Redondo, 14 casas dañadas y Primero de Enero, otro de estos fenómenos causó la muerte de un ciudadano.
Aunque beneficiosas, a la larga y según los entendidos, las intensas lluvias constituyeron un bombillo rojo, en particular en lo referente a la insuficiente capacidad de desagüe en canales, vaguadas, arroyos, ríos y otros cauces (obstruidos en muchos casos por tantos años de sequía y falta de adecuado mantenimiento) que han provocado inundaciones desde zonas tan céntricas como el Parque de la Ciudad, en plena cabecera provincial, hasta áreas agrícolas, como las de la empresa agropecuaria La Cuba, la Arnaldo Ramírez y a plantaciones cañeras en diversas zonas del territorio.




















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Andrews dijo:
1
30 de mayo de 2018
16:04:55
Santizo dijo:
2
30 de mayo de 2018
23:11:02
Jonathan dijo:
3
31 de mayo de 2018
16:04:51
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