Fidel en cada pecho, en cada marcha de la Patria
SANTA CLARA, Villa Clara.–Qué tiene Fidel que este 1ro. de Mayo estuvo en todas partes. Lo vimos en la alegría de los niños que no quisieron ser menos y vinieron a desfilar en compañía de sus padres; en el recio combatiente que marchó orgulloso portando sus medallas, en el Héroe del Trabajo o el humilde campesino que mostraban una foto suya.
Estaba, también, en las miles de mujeres que le agradecen su obra redentora; en los científicos, quienes durante la marcha recordaron su legado fundacional en la ciencia cubana. Y en los educadores, que evocaron cómo, gracias a él, millones dejaron de ser ignorantes y fueron definitivamente libres, debido a una de las obras más humanas de nuestra Revolución, la campaña de alfabetización.
Fidel estuvo allí, junto al Guerrillero Heroico, quien desde su campamento en Santa Clara, continúa librando y ganando más batallas que nunca, como el propio Comandante en Jefe expresara aquel día de octubre de 1997, cuando vino hasta esta ciudad a reencontrarse con su amigo.

Es que Fidel sigue siendo la esperanza de un pueblo, como enunció aquel joven portador en el pecho de una imagen del Comandante empuñando su fusil: es el sueño de redención de Latinoamérica, al decir de un dirigente sindical uruguayo presente en la Plaza del Che.
Este fue un día de fiesta para el pueblo, conocedor de que el héroe del Moncada, del Granma, de la Sierra, de Girón y otras tantas epopeyas, ahora no solo está en Santiago de Cuba, sino, dondequiera que haya una causa justa que defender, un peligro que aceche a la Patria, una injusticia que reparar o una misión solidaria por realizar.

Camilo y la caballería de Agramonte en Camagüey
CAMAGÜEY.–Hace ya mucho tiempo al viejo Armando son muy pocos los que logran «robarle» la delantera a la hora de estar entre los primeros en llegar a la plaza para festejar, como un cubano más, el Día Internacional de los Trabajadores.
Así se lo propuso desde que, hace justo 59 años, fuera testigo de la primera celebración de la fiesta proletaria en tierra camagüeyana tras el triunfo de la Revolución, presidida nada menos que por el legendario comandante Camilo Cienfuegos.
Ese día, Armando acompañó a sus padres en una extensa y multitudinaria marcha que atravesó las principales arterias de la ciudad hasta llegar al Casino Campestre, donde unas 50 000 personas se congregaron para escuchar al Señor de la Vanguardia.
Habían transcurrido apenas cuatro meses de la victoria popular y tener a escasos metros a uno de sus principales y más carismáticos héroes era demasiada emoción para un joven que no rebasaba los 17 años de edad.

La personalidad del líder rebelde le impactó tanto como su verbo claro y directo: «Tenemos que emplear todo el tiempo en unirnos, en apoyar la Revolución, en apoyar las medidas revolucionarias que a diario está dictando nuestro Gobierno…».
Desde entonces, vísperas de cada 1ro. de Mayo, ajusta la noche antes su reloj de bolsillo, el mismo que lo acompañó siempre en sus andanzas ferroviarias, para esperar el amanecer en la cercanía de la plaza y ser de los primeros en desfilar.
Luego, como si por obra y gracia de una férrea voluntad se esfumaran los achaques «octogenarios», se queda a ver «en vivo y en directo» el resto de la marcha, momento que aprovecha para admirar el colorido de los bloques y saludar a los amigos.
Entre estos está Remigio, experimentado vaquero de una cooperativa ganadera, quien cada año recibe la grata encomienda, junto a otros campesinos, de cerrar el desfile en sus briosas cabalgaduras, cual émulos de la famosa caballería agramontina.

El brazo de Maceo convocó y Santiago respondió
SANTIAGO DE CUBA.–Una vez divisado el sol sobre la extensión de la Sierra Maestra, el general de todas las guerras, Antonio Maceo Grajales, convocó, desde lo alto de su corcel de bronce, al desfile de más de 350 000 santiagueros por el 1ro. de Mayo en la Ciudad Heroica.
Lo hacía con el derecho de los bravos que a lo largo de 150 años de luchas por la libertad y soberanía plenas conquistaron esta fecha de luz para los trabajadores y cubanos en general, dueños dignos de la historia, el presente y el futuro.
Aceptarlo ha sido imposible para el imperio inoculado con la rabia e impotencia de la mafia miamense, y de hecho de espaldas al ajiaco étnico que aquí asaltó la madrugada para secundar por la ancha avenida las banderas, las imágenes y los himnos de Martí, de Fidel y Raúl, puestos ahora en las firmes manos de Díaz-Canel.
Más que marchar, se salta y baila de alegría durante dos horas de sabroso calor en la Plaza de la Revolución que honra al Titán de Baraguá, como si todos portaran la energía renovada que anima actualmente más de 200 obras sociales rumbo a los 65 años del Moncada, para seguir elevando la calidad de vida.
Así convierte Santiago lo espontáneo en histórica jornada. Es el respaldo de veteranos y jóvenes al relevo generacional, continuador por convicción y compromiso de la Revolución Socialista, del legado y el ejemplo de Fidel y Raúl en las más duras batallas.
El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, dijo: es un día especial por la alegría que nace de los más profundos sentimientos y un mensaje de que en la unidad estará siempre la victoria.

Motivos matanceros en la fiesta de los trabajadores
MATANZAS.–En el horizonte despuntaba un martes radiante. Se podía pulsar a través de la apacible bahía y su influjo mágico. Era una linda mañana en este 1ro. de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
A la luz del amanecer, cuando todavía faltaba más de una hora para iniciar el desfile, había muchas personas en la calle. Una gran parte de la ciudad cabecera estaba despierta, así ocurría en el resto de la provincia.
Una anciana menudita, de pelo cenizo y recogido en la nuca, estaba parada en la puerta de la calle para ver el despliegue de la congregación. Observó que muy cerca de las seis de la mañana la despertó un cierto bullicio en la avenida, muy cerca de su casa, por donde los diferentes sindicatos y el pueblo debían marchar en dirección a la tribuna, ubicada en un punto del viaducto.

–Adelante, señores, son bienvenidos. No faltaba más, donde toman dos toman cuatro–, dijo con simpatía y sin demasiado protocolo a la pareja de reporteros, en un gesto propio del cubano.
–Antes no me perdía un desfile del 1ro. de Mayo, pero las piernas ya no me acompañan, murmuró mientras acercó el jarro de café a los periodistas.
Ya se escuchaba la algarabía de la gente y a lo lejos, mientras avanzábamos, percibimos la fuerza de la multitud concentrada. Eran visibles las expresiones de júbilo, con sus fotografías, carteles y banderas. Unos 300 000 matanceros debían acudir a la cita en toda la provincia, precisaría Isdalis Rodríguez Rodríguez, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en el territorio.

Como los de cualquier otro punto de la geografía cubana, el motivo más contundente para desfilar este 1ro. de Mayo fue el de respaldar nuestro Socialismo y su formidable obra, y a la Revolución Cubana, la misma que nació hace 150 años.
Es un 1ro. de Mayo celebrado en medio de los aires renovadores de la ciudad de cara a su aniversario 325, fecha fijada para el venidero 12 de octubre. Sin duda, un importante incentivo en la fiesta de los trabajadores, un estímulo adicional.
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