
Tensiones financieras y complejos retos matizaron el año 2017 en Cuba, provocados por los estragos millonarios causados por el huracán Irma, y la hostilidad de Estados Unidos, que retomó su política agresiva y recrudeció las medidas del bloqueo económico, comercial y financiero contra la Isla.
Sin embargo, a esas dificultades objetivas se suman otras de carácter subjetivo que han propiciado afectaciones en el funcionamiento óptimo de las empresas del país, por ineficiencia en la gestión y en el control económico-administrativo.
Sobre tales temas, el fortalecimiento del sistema de auditoría, las acciones de control realizadas, el impacto que tienen ellas en las empresas, la capacitación de los jóvenes egresados de la enseñanza técnico–profesional y los presuntos hechos delictivos, se debatió en el balance de trabajo de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Auditoría.
Reynold Pérez, vicecontralor general de la República, afirmó que es necesario romper la cadena delictiva. «Hemos avanzado, pero no lo suficiente en el sistema de auditoría», dijo.
Según el informe presentado durante el balance, el primer objetivo de trabajo del 2017 estuvo dirigido a incrementar la labor de prevención y enfrentamiento contra las indisciplinas, ilegalidades, y hechos de corrupción administrativa, promoviendo una gestión económica-administrativa más eficiente; y el segundo, encaminado a consolidar el sistema de control y supervisión del Estado, además de trabajar en el cronograma para la implementación de la Política para el perfeccionamiento del Sistema Nacional de Auditoría en relación con el proceso de elaboración, consulta y conciliación de las normas jurídicas.
Por ello, la especialista Dolores Pedraza Valle, contralora de Villa Clara, considera que se debe hacer un seguimiento de los gastos, confirmar en qué se emplea cada inversión, pues los ingresos constituyen un punto considerable para determinar cualquier decisión.
Según el sentir de Pedraza, el auditor tiende en ocasiones a quedarse en la superficie y llamó a ponerse a tono con el momento histórico del país y la Revolución. En este punto es vital un cambio en nuestra labor y eso solo depende del trabajo riguroso que haga cada cual, refirió.
CIFRAS QUE HABLAN
El Sistema Nacional de Auditoría ejecutó 5 764 acciones de control en el 2017, cifra inferior al 2016 en un 2.3%. Los sistemas que integran la administración financiera del Estado recibieron 123 acciones de control para verificar por pruebas su funcionamiento.
Una importante acción desplegada la constituyó la investigación y el análisis de los inventarios materiales, en particular de lento movimiento y ociosos.
La calidad de la auditoría se comprobó a partir de la ejecución de 108 visitas de supervisión y control –99 % de cumplimiento– con una atención personalizada a las unidades centrales de auditoría interna, que han presentado un alto grado de inestabilidad.
Persisten deficiencias en el cumplimiento de las normas cubanas de auditoría, que se vinculan con una insuficiente supervisión en el terreno e incumplimientos de los planes aprobados para las visitas de supervisión y control.
La falta de preparación de los supervisores y auditores, las acciones de capacitación que no están dirigidas a estudios de casos y a solucionar las deficiencias de forma personalizada han contribuido en el crecimiento de las distintas faltas.
Según el informe antes mencionado, se identificaron 177 presuntos hechos delictivos, 8,8 % menos respecto al 2016 (17 hechos menos).
Por ello, la Fiscalía General, el Ministerio del Interior y la Contraloría General llevan a cabo un seguimiento de los casos. Durante el 2017, también fueron detectados 915 procesos, 280 de ellos por acciones de control de estos mismos organismos y 635 por inspecciones, comprobaciones económicas y otras acciones de control.
Salvador Valdés Mesa, vicepresidente del Consejo de Estado, hizo hincapié en que no toda denuncia ni todo anónimo son ciertos; es trabajo de los auditores investigar y profundizar en la información que les fue ofrecida. El pueblo cubano necesita creer en las instituciones, y con procedimientos negligentes y falta de pruebas se puede mellar la credibilidad de las personas en sus instituciones.
Los daños económicos causados al patrimonio público y determinados en las acciones de control del Sistema Nacional de Auditoría ascienden a más de 8 000 millones, moneda total. Resulta superior lo cuantificado respecto al 2016, en 4 000 millones, moneda total. Se deben, en esencia, a incumplimientos de los planes económicos, adeudos de las empresas estatales con el Presupuesto del Estado, subdeclaración de aportes al fisco por trabajadores de las formas no estatales de gestión, cuentas por cobrar y por pagar envejecidas, entre otros.
En la actividad presupuestada, los daños se cuantifican en más de 300 millones, moneda total, debido al incumplimiento de aportes, obligaciones tributarias, faltantes y pérdidas de medios.
Entre otros temas abordados, se conoció que al cierre del año, 801 empresas aplicaban el perfeccionamiento empresarial y 96 se mantenían en seguimiento por tener una auditoría calificada de deficiente o mal.
El documento del balance arroja, además, que el trabajo del supervisor y de los auditores internos de base necesita ser potenciado, debido a que desempeñan un papel fundamental en la calidad del proceso auditor y fortalecen el trabajo preventivo en las entidades.
PREPARAR PARA DETECTAR
El curso de especialización en auditoría para estudiantes de enseñanza técnica profesional es trascendental en la formación de los profesionales que urge tener en cada una de las empresas cubanas.

Para diciembre del 2017, las contralorías provinciales de Mayabeque, Cienfuegos, Guantánamo e Isla de la Juventud habían graduado 67 jóvenes preparados para ejercer la auditoría.
Sobre el tema, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, consideró la posibilidad de que este año pueda graduarse una cantidad superior.
«Esta es la tercera especialidad que mayor matrícula posee. Todos somos testigos de que la capacitación ha rendido resultados valiosos», agregó Velázquez.
Por su parte, Elsa Puga Rochela, contralora de la provincia de Cienfuegos, donde 22 jóvenes se graduaron de auditores el pasado año, hizo un llamado de atención sobre el seguimiento que necesitan una vez que llegan a la empresa. Si bien tienen una preparación excelente, necesitan ser atendidos por un tutor durante un tiempo hasta que puedan ejercer la profesión sin obstáculos, afirmó.
En las conclusiones, Gladys María Bejerano Portela, contralora general de la República, habló de la necesidad de capacitar correctamente a los jóvenes, trabajar fuerte sobre las acciones de control para detectar con vigor las insuficiencias y darles seguimiento a los casos hasta su culminación.



















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Juan dijo:
1
3 de abril de 2018
09:00:25
Norge Garbey Chacón dijo:
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3 de abril de 2018
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Norge Garbey Chacón dijo:
3
3 de abril de 2018
14:17:50
Seth dijo:
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4 de abril de 2018
12:06:28
Jorge Rodriguez dijo:
5
5 de abril de 2018
10:40:11
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