Cual certeza de que lo sucedido era tan real como el agua, este martes el acto de homenaje del Presidente etíope a los cubanos caídos en África estuvo matizado –pero no interrumpido– por la lluvia.
Pocos llevaban sombrillas, quizá porque no hacía falta. Quizá porque los presentes, mediante las palabras del mandatario Mulatu Teshome Wirtu, se habían trasladado a un escenario donde la lluvia no podía ser inconveniente.
Su relato lo habitaban hombres y mujeres de carne y hueso que pervivirán en la memoria colectiva de Etiopía y este archipiélago caribeño, unidos por sangre, del mismo lado del campo de batalla.
Era una mañana atípica –ausente el sol angustiante de casi todos los días– en el habanero cementerio de Colón. Teshome hablaba ante miembros del cuerpo diplomático africano y caribeño acreditado en La Habana y, por la parte cubana, el miembro del Buró Político del Partido y ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), general de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías; Víctor Dreke, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC); la general de brigada de la reserva Delsa Esther Puebla, vicepresidenta de la ACR, y, de fondo, tambores y cornetas del batallón de ceremonia.
A ellos y a todo el pueblo se dirigía Teshome cuando expresó: «Es un gran placer encontrarme aquí para honrar a los soldados cubanos caídos, para recordar el valor de los héroes y heroínas que dieron su vida para proteger la soberanía e integridad territorial de mi país.
«Este espíritu de internacionalismo y solidaridad auténtico pretendía hacer de nuestro mundo un lugar mejor, donde la justicia prevaleciera», continuó.
Agregó que los «hijos de Cuba merecen eterno reconocimiento por haber combatido al imperialismo y al apartheid, en un mundo de cinismo geopolítico».
Igualdad, fraternidad y felicidad fueron palabras transversales a su discurso, también enfocado en los deseos de fortalecer la cooperación en áreas de la ciencia, la salud y la tecnología, y relanzarla en la inversión y el comercio.
El mandatario africano, de visita oficial desde el lunes en nuestro país, alabó el coraje y sacrificio de los combatientes de este hemisferio cuando lucharon por el bien de África y sus naciones.
Asimismo, enfatizó en el legado de Fidel, «uno de los primeros en despejar la sombra de guerra en Etiopía», y contó detalles sobre la reunión convocada por el líder cubano para un diálogo entre Yemen, Somalia y Etiopía. Pero la guerra era inminente, expresó Teshome recordando las palabras del Comandante en Jefe.
«En esa coyuntura Fidel decidió apoyar a Etiopía para defender su integridad territorial y soberanía, en un momento en que otros cambiaban de bando y donde nosotros estábamos solos».
Añadió que más de 17 000 soldados y asesores cubanos anunciaron su llegada para enfrentar al enemigo común.
Expresó, luego de rememorar que hubo 163 bajas entre los cubanos, que el pueblo etíope no olvida la gran contribución de aquellos y por ello, traslada su más profundo aprecio y gratitud a Fidel y a los soldados cubanos.
Cuba y Etiopía tienen lazos bilaterales sobre la base del vínculo pueblo a pueblo y cimientos sustentados y sellados con sangre, valoró. Deben ser, dijo, el centro de los principios de nuestra relación para trabajar por un destino común.
Concluyó con el agradecimiento al Gobierno y pueblo cubanos y su contribución para ampliar la amistad y colaboración entre ambos países.
Delsa Esther Puebla, en nombre de los cubanos, agradeció la presencia de Mulatu en las honras fúnebres del líder histórico de la Revolución Cubana, a quien también rindieron tributo con una exposición fotográfica en Addis Abeba, a un año de su muerte.
La combatiente relató un pasaje literario poco conocido, que da cuenta de los antiguos lazos entre ambos países: el personaje esclavo de la considerada como primera obra literaria cubana, Espejo de Paciencia, era de origen etíope.
Mulatu recorrió el panteón de los combatientes internacionalistas, momento en el que se mantuvo atento a las explicaciones de Puebla y Cintra Frías y, en más de una ocasión, depositó flores en los nichos.
Entre hoy y mañana realizará visitas a centros de interés cultural, histórico y científico, antes de retornar a su geografía el próximo viernes 12.
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