Dicen que los cubanos tenemos la música incorporada en la sangre, que por nuestras venas corren ritmos africanos, españoles y hasta cierta influencia asiática, sin dudas, resultado de ese ajiaco propio que es nuestra cubanía. Pero la música cubana no solo forma parte de ese «algo» que llevamos dentro y exteriorizamos desde los retumbes del tambor, el sonido de una corneta o el tarareo de una canción.
La música cubana puede ser también un rubro exportable que aporte al desarrollo inclusivo y sostenible de la sociedad, y así se conoció hace solo unos días, durante la presentación de la nueva Cartera de Oportunidades 2017-2018.
Y es que el potencial y el valor industrial de este sector en Cuba, además de visualizarse como un componente artístico que llega a generar ingresos mediante el comercio y los derechos de propiedad intelectual, puede tener una repercusión social desde sus servicios y productos, aseguraron varios directivos asociados al ramo durante la presentación del proyecto Fortalecimiento de la competitividad, desempeño organizacional y capacidad de exportación de la industria musical cubana, en la última jornada de la 35 edición de la Feria Internacional de La Habana.
El mundo está cambiando, y también cambian los paradigmas de industrialización. Estamos hablando de la digitalización, de las nuevas formas de valor agregado, de que la industria creativa cada vez desempeña un papel mucho más importante en este rompecabezas económico mundial, expresó durante el encuentro Carlos Chanduvi, jefe de la división para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi).
Por su parte, Mario Escalona Serrano, director general de la Egrem, y además director nacional de este proyecto –que se rubricó en junio del 2016 por la Onudi y el Ministerio de Cultura, con el financiamiento de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea–, señaló a los presentes que a un año de la firma el resultado más importante es que se ha logrado un trabajo de pensamiento colectivo.
Tales sinergias permitirán, además emprender acciones destinadas, por ejemplo, a reforzar la gestión de la propiedad intelectual; el diseño e implementación de un sistema de análisis que establezca indicadores para la construcción de un repositorio de datos, compatibles con las estadísticas oficiales; hasta la promoción dentro del programa académico temáticas como marketing, tecnologías musicales, producción de eventos, finanzas y otros, precisó.
EL POTENCIAL DETRÁS DEL ARTE Y LA CULTURA
Según el último informe del sitio Cultural Times, publicado en diciembre del 2015, las industrias culturales y creativas (ICC) generaban unos ingresos totales de 2,25 billones de dólares, así como 29,5 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, siendo la industria de la música la tercera que más empleo ofrece, compartió con la prensa e invitados Mónica Mireles Torres, asociada a este proyecto en la Onudi.
Estos indicadores nos señalan que las ICC son una tendencia en la economía mundial y, de forma creciente, adquieren una mayor importancia dentro de las políticas culturales y regionales de los países. Y precisamente en Cuba hay una riqueza cultural, y en particular, musical muy grande, agregó Mireles Torres.
«Hay muchísimo potencial en la Isla, en diferentes sectores y actores», aseveró. Lo encontramos lo mismo que en la academia, en los géneros y la diversidad de ritmos, y todo eso hace que se despierte el interés en potenciar o acompañar
el proceso de fortalecimiento de la industria musical cubana desde nuestra agencia de Naciones Unidas, sostuvo.
No obstante, advirtió, a nivel internacional hay cambios en las tendencias de consumo de la música y cada vez crecen más las ventas digitales, y eso significa que hay que enfocar la industria cubana en función de esos paradigmas.
Como parte de esos retos, la especialista mencionó la necesidad de adaptarse a la era digital. Al respecto, ejemplificó que las casas discográficas institucionales tienen un alto valor en las ventas físicas (casi el 27 %), en tanto solo un
6 % corresponde a las ventas digitales, y es un reto, pero también una oportunidad para insertarnos en el mercado internacional.
Sobre este referente, Escalona Serrano informó que se trabaja en el diseño de una plataforma digital para la comercialización nacional e internacional on-line de la música cubana por sistema de descarga y escucha directa (streaming).
Asimismo, se busca optimizar el acceso a las tecnologías y los niveles de conectividad, en tanto, se ha logrado «crear una aplicación como D´ritmo, que ha sido la base, el estudio indicador, para conocer cómo será en un futuro la comercialización y promoción de nuestra música a través del uso de los celulares».
Otra de las estrategias, añadió el director de la Egrem, van encaminadas al desarrollo de las ciudades musicales que tendrán su primera experiencia en La Habana y Santiago de Cuba.
Asimismo, el proyecto comprende la recuperación de la música en formatos más antiguos, y con ello conservar ese patrimonio; y ya se realizó la evaluación de las necesidades técnicas de los estudios de grabación y estamos en un proceso de licitación para a principios de año empezar el cambio de estos equipos, señaló Escalona Serrano.



















COMENTAR
rolandogh dijo:
1
4 de noviembre de 2017
15:53:51
Responder comentario