ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El Museo de Ciencias Naturales, una de las construcciones más bellas de la ciudad, totalmente remozado para la ocasión. Foto: Ronald Suárez Rivas

PINAR DEL RÍO.–Cuentan que tras recibir la noticia, Pinar del Río festejó en grande el otorgamiento del título de ciudad por la reina Isabel II.

Peleas de gallos, carreras de sortija y palo encebado, fuegos artificiales, tómbolas y bailes durante varios días, formaron parte de la celebración, e incluso se asegura que por órdenes del gobernador se liberaron algunos presos en honor a «la gracia de su majestad».

Según los historiadores, fue después de rechazar dos veces la solicitud del ayuntamiento, que la reina y el Ministerio de Ultramar finalmente accedieron a considerar una ciudad a la capital de Vueltabajo, el 10 de septiembre de 1867, aunque la noticia tardaría más de un mes en llegar acá.

Era esta la conclusión de un largo proceso que se había iniciado con la construcción de las primeras viviendas, varios siglos atrás.

Hacia 1800, Pinar era apenas una aldea de alrededor de 20 casas de embarrado y guano, sin un ordenamiento racional.

A inicios de la segunda mitad del siglo XIX, sin embargo, gracias al auge de la producción agrícola, principalmente el tabaco, y la estabilidad de la población asociada a la apertura de vegas, su fisonomía ya era distinta, y constituía el mayor centro político administrativo, social y cultural al oeste de La Habana.

Además de varios cientos de viviendas, se había levantado la cárcel, el correo, las primeras escuelas, el teatro, el cuartel, el paseo de la Alameda, y surgido el primer periódico.

Por todo ello, en 1859 se le otorgó al incipiente poblado el título de villa, y cuatro años más tarde, en 1863, se realizaría la primera solicitud por parte del ayuntamiento, de la concesión del título de ciudad.

Tras un primer intento fallido, en 1865 se repitió el pedido con el mismo resultado, y no fue hasta 1867 que la reina Isabel finalmente accedió, haciendo honor al refrán de que a la tercera va la vencida.
 

La modificación del separador central de la calle José Martí ha sido una de las acciones más llamativas. Foto: Ronald Suárez Rivas

TODO POR PINAR DEL RÍO

No obstante, el desarrollo de la urbe sería lento, debido a la incidencia de la guerra de 1895, que tuvo en la provincia uno de sus escenarios más convulsos, y al escaso interés de los distintos gobiernos en la etapa neocolonial.

En 1920, por ejemplo, había solo cuatro calles pavimentadas. El resto eran de piedra o de tierra.

Ello hizo que en la década de 1940 surgiera el Comité Todo por Pinar del Río, una agrupación cívica que llevó a cabo importantes acciones de urbanización e higienización bajo el lema Dejemos de ser la Cenicienta.

Aun así, no fue hasta después de 1959 que transformaciones radicales validaron aquí el título que la reina de España negara dos veces.

Con una arquitectura fundamentalmente ecléctica, debido a su tardío desarrollo, en Pinar del Río abundan ejemplos coloniales y neoclásicos. También pueden hallarse elementos de art nouveau, art decó, islámico y barroco.

Fue en esta ciudad donde la Guayabita del Pinar quedaría registrada como marca de una bebida exclusiva, Pedro Junco compuso su inmortal Nosotros, y a golpe de batazos y de strikes, el equipo local de beisbol haría vibrar una y otra vez el estadio Capitán San Luis, hasta convertirse en una de las selecciones más ganadoras de la pelota cubana.

Gertrudis Gómez de Avellaneda, Julio Antonio Mella y Antonio Guiteras, residieron en la ciudad en alguna etapa de sus vidas, y el genial bailarín Carlos Acosta se preparó durante dos años en su Escuela de Arte.

Sus calles guardan además el recuerdo de las tánganas estudiantiles contra la tiranía batistiana y de la represión atroz contra la población, como sucediera durante el entierro de Celso Maragoto, cuando se llegó a tirotear impunemente a la multitud.
 

MÁS BELLA CADA DÍA

El paso devastador de los huracanes, unido a las secuelas del periodo especial y a la falta de una estrategia para el mantenimiento de la urbe, motivaron que en los últimos tiempos, la capital de Vueltabajo fuera perdiendo el brillo que tuvo una vez.

Hace diez años, en vísperas de su aniversario 140, el periódico Guerrillero se veía obligado a dedicar una página completa a cuestionar el abandono de la ciudad, a la que calificaba como «una madre que se deteriora».

A pocas horas de su cumpleaños 150, sin embargo, la realidad es distinta. Un amplio programa de reanimación, puesto en marcha durante los últimos tres años, ha propiciado el rescate de decenas de obras, y la apertura de nuevos espacios y servicios para la población.

Las acciones van desde la modificación del separador de la calle José Martí y la restauración del museo de Ciencias Naturales, hasta la reapertura de sitios emblemáticos como el cabaret-restaurant El Criollo.

Además, han surgido nuevas instalaciones como la Plaza del Artesano o el bazar para trabajadores por cuenta propia.

Sin un presupuesto adicional, apelando entre otras acciones, a los fondos de la contribución territorial para el desarrollo local, y a la participación de las empresas en la recuperación de sus inmuebles, el programa de reanimación abarca un total de 86 obras principales, de las cuales 74 estarán listas este 10 de septiembre.

Es el caso del hotel La Marina, el Coppelia, la sala teatro Virgilio Piñera y los parques Martí, Roberto Amarán y de la Independencia.

En otras –como el antiguo cine Saidén, que se convertirá en un gran complejo cultural-recreativo, o la maqueta de la ciudad– se continuará trabajando luego del 10 de septiembre debido a la magnitud de los trabajos.

«La intención es que este programa no muera después del aniversario 150», explica la arquitecta Neilys Pando, coordinadora del grupo técnico asesor que ha estado al frente de la reanimación.

«En los próximos años se seguirán planificando nuevas acciones. Para el 2018, por ejemplo, se proponen otras 33 obras, que en este momento se encuentran en proceso de documentación».

A un siglo y medio de haber recibido el título de ciudad, la capital de Vueltabajo celebra la fecha sin parar de acicalarse, reafirmando lo que advierten los versos de su himno: Pinar del Río/tierra olvidada/la cenicienta/desventurada/no puede ser.

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N. Bejerano dijo:

1

8 de septiembre de 2017

09:20:23


Todo está quedando muy bonito, es imprescindible cuirdarlo para que perdure y seguir en los planes previstos para la continuidad. A Pnar le hace mucha falta el desarrollo de un gran centro de recreación donde el esparcimiento de la población y en especial de los niños y la juventud, se recreen y disfruten al aire libre al menos los fines de semana, como pudiera ser la idea consectual que creo que existe de desarrollo de las áreas aledañas del rio Guamá que vordean la ciudad y convertirla en un gran parque recreativo. Eso cuesta y se necesita no solo de financiamiento sino tambien de recursos, pero hay que empesar y ir logrando étapas años tras años. Quiero mucho a mi ciudad Saludos

juan josé león coro Respondió:


8 de septiembre de 2017

16:29:37

Ciertamente me siento orgulloso de mi Pinar, es cierto que en los años setenta aprox. 72-74, se realizó un esquema del uso del río Guamá en el que se contemplaron la contención de las crecidas, eje principal, ademas de áreas de paseos, pequeñas playas y utilización de los espacios debajo de los puentes como cafeterías o áreas de esparcimiento natural, pero solo fue una idea, que no se llevó a cabo, quizás ahora se pueda encaminar y lograr que se convierta en las rondas carnavalescas o las zonas de esparcimiento sano para todos los visitantes. El esquema se realizó en la Delegación del INRH en la dirección de Proyectos e Investigaciones aplicadas