ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Desde ya hace algún tiempo se ha estado moviendo, esencialmente en medios digitales, la idea de un «centrismo político» en la Cuba de hoy, como parte de una de las estrategias de Estados Unidos por subvertir el modelo socialista cubano, ante los rotundos fracasos y el desprestigio de la llamada «contrarrevolución cubana»1.  Uno de los cables revelados por Wikileaks en el 2010, mostró como Jonathan Farrar, en ese momento jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana informó al Departamento de Estado el 15 de abril del 2009, cómo esa «oposición» realmente estaba desconectada de la realidad cubana, no tenía ningún poder de influencia en los jóvenes, y estaba más preocupada en el dinero que en llevar sus plataformas a sectores más amplios de la sociedad.

El centrismo político en su origen es un concepto de raíz geométrica: el punto equidistante de todos los extremos.

Supuestamente sería una posición política que se colocaría entre la izquierda y la derecha, entre el socialismo y el capitalismo, una tercera vía que hace «conciliar las mejores ideas» de los extremos que le dan vida y donde se postula la moderación frente a cualquier tipo de radicalismo. Lenin calificó esta postura de «utopismo traicionero producto del reformismo burgués». Y es que ciertamente las denominadas terceras vías, o centrismos, nunca han sido una opción revolucionaria, sino estrategias para instaurar, salvar, recomponer, modernizar o restaurar el capitalismo.

Cuando se pondera la moderación frente al radicalismo revolucionario cubano –que es ir a la raíz, para nada asociado al extremismo que es otra cosa[2]– , me es inevitable no encontrar determinadas analogías entre ese centrismo que hoy se intenta articular en Cuba, con el autonomismo decimonónico.

El autonomismo como corriente política surge desde la primera mitad del siglo XIX, pero se conforma como partido político a partir de 1878, como uno de los frutos que produjo la revolución del 68. Fue una corriente que compartió tiempo histórico con el independentismo, el integrismo y el anexionismo. Era la corriente por excelencia de la moderación, de la evolución, enemiga de los radicales independentistas cubanos.

Asumían una posición también «equidistante», entre el integrismo –la defensa del status quo– y la independencia, pero en momentos de definición, cerraban filas junto al integrismo para frenar y atacar la revolución, la cual consideraban el peor de los males. Algunas figuras célebres del autonomismo terminaron compartiendo las ideas anexionistas al producirse la intervención-ocupación estadounidense en Cuba. Sus principales líderes brillaron por sus dotes intelectuales, eran grandes oradores, pero con un pensamiento de élite, esencialmente burgués, de ahí que jamás pudieron arrastrar detrás de sí a las masas cubanas. El pueblo cubano en ese momento lo menos que necesitaba era ideas de laboratorio, de ahí que cuando se produjo la nueva arrancada independentista de 1895, el partido autonomista quedara totalmente descolocado ante la nueva realidad nacional. El autonomismo defendió un nacionalismo moderado y excluyente de las grandes mayorías, cuyas aspiraciones fundamentales no estaban en romper el vínculo con «la madre patria española», sino en modernizar su dominación en la Isla, no en balde la vanguardia patriótica cubana, encabezada por José Martí, combatió tanto sus ideas. El 31 de enero de 1893, en uno de sus extraordinarios discursos, Martí expresó: «…dábase el caso singular de que los que proclamaban el dogma político de la evolución eran meros retrógrados, que mantenían para un pueblo formado en la revolución las soluciones imaginadas antes de ella…».

Sin embargo, la idea de apoyar en Cuba una tercera fuerza –moderada, de centro o tercera vías– adquirió mayor fuerza en la política exterior de Estados Unidos a finales de los años 50, con el objetivo de evitar que el movimiento 26 de Julio llegara al poder, algo que se convirtió en una obsesión para la administración Eisenhower en los últimos meses del año 1958. Esta tendencia debía estar en una posición equidistante entre Batista y Fidel Castro y se estimuló su desarrollo tanto en el plano militar como el político. La estación local de la CIA en La Habana fue la primera en manejar esta idea y luego sería su principal ejecutora. Así lo confirma el oficial David Atlee Philips en su libro autobiográfico The Night Watch, cuando señala que James Noel –a la sazón jefe de la estación local de la CIA en la capital habanera– le había informado en una de sus pocas frecuentes reuniones, sobre su recomendación al gobierno de los Estados Unidos de patrocinar discretamente la acción de una tercera fuerza política en Cuba, «un grupo entre Castro a la izquierda y Batista a la derecha (…)»[3].

En febrero de 1958 se había incorporado al II Frente Nacional del Escambray que dirigía Eloy Gutiérrez Menoyo, el agente de los servicios secretos estadounidenses, William Morgan, que tenía la misión de convertirse en el segundo jefe de aquella guerrilla, algo que logró en poco tiempo al igual que sus grados de Comandante. Morgan no sería el único agente que infiltró Estados Unidos en esa zona con la intención de estimular una tercera fuerza guerrillera que pudiera enfrentarse e imponerse en determinado momento a las fuerzas de la Sierra Maestra lideradas por Fidel Castro.

Estados Unidos también se involucró en otros complots donde se manejaron diversos nombres de figuras que podían integrar una opción política que arrebatara de las manos a Fidel Castro el triunfo revolucionario, entre ellas: el coronel Ramón Barquín, Justo Carrillo, jefe de la Agrupación Montecristi, y Manuel Antonio, Tony, de Varona.

Todavía el 23 de diciembre de 1958, en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, Eisenhower expresaba su esperanza en el crecimiento, fortaleza e influencia de una «tercera fuerza»[4].

La creación de una «tercera fuerza» no solo era promovida por los Estados Unidos, sino también por algunos políticos que la propugnaban a lo interno. «La Tercera Fuerza –señala Jorge Ibarra Guitart– fue un movimiento de instituciones cívicas privadas que representando el sentir de sectores importantes de la burguesía y la pequeña burguesía promovió gestiones de paz y conciliación con el régimen. El impulsor, bajo cuerdas, de todas las gestiones fue José Miró Cardona, quien desde la Sociedad de Amigos de la República ya había planeado la táctica de movilizar a las instituciones burguesas para forzar al régimen a llegar a un acuerdo. Este era el momento de poner en práctica dicha táctica, pues había circunstancias que la favorecían: la burguesía, al notar que cada día más organizaciones revolucionarias ganaban terreno, estaba alarmada por el peligro que representaba para sus intereses políticos y económicos el desarrollo de una guerra civil con una participación popular activa»[5].

Al resultar imposible para los Estados Unidos lograr evitar el triunfo de la Revolución Cubana y la llegada al poder de las fuerzas del 26 de Julio, en los primeros meses del año 59 el objetivo fundamental de Washington consistió en respaldar y aupar a las figuras que dentro del gobierno revolucionario se consideraban «moderadas», de centro, frente a los que calificaban de «extremistas», para a través del predominio de esta línea evitar que la Revolución profundizara su alcance social[6].

Cuando Fernando Martínez Heredia, señala que en Cuba existe hoy un nacionalismo de derecha con pretensiones de centro que tiene «una acumulación cultural a la cual referirse», está haciendo mención a la larga historia de ese nacionalismo que tiene en el plano de las actitudes políticas antecedentes en el autonomismo; que durante los años de la República Neocolonial Burguesa admitió y defendió la dominación, y que en muchas ocasiones fue utilizado por el propio gobierno de los Estados Unidos, con el propósito de frenar, evitar o lograr situaciones posrevolucionarias que mantuvieran a salvo las estructuras de dominación capitalista en Cuba, bajo mejores consensos.

Hoy vemos como ese nacionalismo de derecha que se estimula por quienes nos adversan, bajo el ropaje engañoso de centrismo, no tiene otro objetivo que el intento desesperado de restaurar el capitalismo en Cuba. Una vez más, será un ensayo frustrado, pues el principal obstáculo que siempre ha enfrentado esta corriente, es que jamás ha logrado anclar sus ideas en el pueblo. Ese pueblo que en su mayoría ha abrazado a lo largo de la historia la tradición independentista, patriótica, nacional-revolucionaria y antimperialista; jamás la del autonomismo, el anexionismo o el nacionalismo de derecha. (Tomado de Cubahora)

1
Véase el texto de Esteban Morales: La contrarrevolución cubana nunca ha existido, en: Esteban Morales y Elier Ramírez, Aproximaciones al conflicto Cuba-Estados Unidos, Editora Política, La Habana, 2015. Morales se cuestiona que pueda considerarse cubana dicha contrarrevolución, en tanto desde su nacimiento asumió una agenda impuesta por el gobierno de Estados Unidos.

2
En discurso pronunciado el 3 de septiembre de 1979, en la sesión inaugural de la Cumbre de los NOAL celebrada en La Habana, Fidel expresó: «¿Qué se le puede impugnar a Cuba? ¿Qué es un país socialista? Sí, somos un país socialista (Aplausos), pero a nadie ni dentro ni fuera del Movimiento pretendemos imponer nuestra ideología y nuestro sistema. (...) ¿Que hicimos una revolución radical en Cuba? Sí, somos revolucionarios radicales, pero no pretendemos imponer a nadie, y mucho menos al Movimiento de los No Alineados, nuestro radicalismo».

3
Citado por Andrés Zaldívar Diéguez y Pedro Etcheverry Vázquez, en: Una fascinante historia. La conspiración Trujillista, Editorial Capitán San Luis, La Habana, 2009.

4
Francisca López Civeira, El Gobierno de Eisenhower ante la Revolución Cubana: Un nuevo escenario, en:http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/2527
5
Citado por Andrés Zaldívar Diéguez y Pedro Etcheverry Vázquez en: Ob.Cit, p.51.

6
Mucha información al respecto puede encontrarse en la obra de Luis M. Buch y Reinaldo Suárez, Gobierno Revolucionario Cubano. Primeros Pasos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2004.

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Elcio dijo:

1

7 de junio de 2017

07:07:30


Aquí jamás permitiremos que personajes pseudorrevolucionarios socaven nuestra sociedad, pues el Socialismo es la única opción para mantener nuestra independencia y soberanía plena, las ideas y la obra de Fidel perdurarán por siempre en la conciencia del pueblo revolucionario.

Jack Ripper dijo:

2

7 de junio de 2017

08:31:57


Muy interesante el artículo. Es una lástima que se quede solo en una aproximación desde la historia sin presentar las manifestaciones de esa corriente hoy en día y de como se aprovecha de los errores y las ineficiencias del modelo socialista cubano actual para presentar una alternativa "viable" a los problemas de la economía socialista de los cuales no solamente el bloqueo es el responsable. Creo que el artículo hubiera sido más instructivo y útil si junto a la presentación de las bases histórica del centrismo hubiera presentado una opción para combatirlo....y me atrevaría a decir que no solo en el plano politico sino en la eliminación de aquellas relaciones de producción que frenan hoy el desarrollo de las fuerzas productivas

Dawer Perez Cañete Respondió:


9 de junio de 2017

13:38:45

¨Creo que el artículo hubiera sido más instructivo y útil si junto a la presentación de las bases histórica del centrismo hubiera presentado una opción para combatirlo¨ Jack, comparto contigo esta opinion.

Renato Peña dijo:

3

7 de junio de 2017

08:40:04


Interesante artículo, toda vez que ya en varias oportunidades se ha hablado sobre este tema, anexionistas, centristas pseudo- izquierdistas, etc. Pero las estrategias del imperio continúan y la idea, por lo que escriben algunos compañeros cubanos, es en el marco de reanudación de los nexos con los EUA, fortalecer una pequeña burguesía que se iría formando bajo el nuevo modelo económico, espacios para la propiedad privada, darle contenido a esa pequeña burguesía y financiarla para ubicarla como alternativa a la revolución. Tienen los medios económicos y podrían incidir en lo cultural, es ahí donde el pueblo organizado, sus estructuras orgánicas, .la fortaleza del partido y sus representantes como el gobierno y su pueblo en conjunto, debe mantener y combatir estas intentonas que ya se habían advertido anteriormente. AL vive las miserias resultantes de modelos neoliberales y capitalistas, no queremos que esto lo sufran nuestros hermanos cubanos que se han ganado un lugar en la historia.

Humberto dijo:

4

7 de junio de 2017

08:41:14


Es interesante el artículo. Creo que revela uno de los tantos pasajes de nestra Historia, que no podemos olvidar y si conocer por todo el pueblo cubano, fundamentalmente las nuevas generaciones. Revelar la historia vivida contribuye a fortalecer nuestros principios y valores patrióticos y revolucionarios y nos prepara para continuar construyendo Nuestro Socialismo. Excelente artículo.

Hector dijo:

5

7 de junio de 2017

09:42:44


No aflojen, hermanos cubanos. Esa "tercera vía" es un invento perverso de las élites oligárquicas para disfrazar sus diabólicas intenciones. A mis 75 años he vivido varias veces esa experiencia en mi país, Argentina, y siempre deriva hacia el capitalismo liberal más salvaje. Hoy, para disfrazarla, le llaman "La ancha avenida del medio". Cuídense de los cantos de sirena. ¡Hasta la victoria siempre!.

Andrews dijo:

6

7 de junio de 2017

10:18:32


Eso es lo que tiene que hacer Granma, poner temas, a veces bien dificiles y complejos socialmente hablando en "el candelero"publico y no dejarse coger la delantera por publicaciones raras, que sirvan para machacarse y debatirse, en la sociedad, no andar siempre arengando con articulos triunfalistas y jefes que siempe son cumplidores, como si estuvieran en un pais de gente iletradas. Gracias, espero que los sensosres esta vez si me publiquen.

Dawer Perez Cañete Respondió:


9 de junio de 2017

13:46:01

Opino lo mismo! Aquí en los Estados Unidos los grandes períodicos como el New York Times y El Washington Post hacen estos análisis de Cuba, pero desde su perspectiva. Opino como tú, que es importante ofrecer una lectura y análisis alternativo que promueva otras aristas del debate que la prensa nacional mueve aquí. Ojalá Gramma haya publicado este artículo en la edición en Inglés para que personas que no hablan el Español puedan leerlo. Si quieren yo me ofrezco para traducirlo!

fabio dijo:

7

7 de junio de 2017

12:27:52


Excelente artículo. Sólo le eché de menos a los ejemplos cubanos de esta corriente ideológica, para desenmascararlos por esta vía.

Arquero dijo:

8

7 de junio de 2017

12:52:17


No creo que exista nada nuevo en ese camino político todas esas variantes han sido trilladas y requeté trilladas si caemos es porque queremos. Hay que desconfiar de toda esa baba de centrismo, democracia, representatividad, etc. A la hora de la verdad es ricos contra pobres y clases políticas aliadas a los que les pueden pagar mas... Destruir lo que tenemos (que no es perfecto ni mucho menos) es una tarea, una obsesión para muchos trasnochados. Están desde los ultras hasta algunos supuestos amigos que nos quieren dar consejos para guiarnos por el buen camino del medio. El que de ellos que aun crea en que la tal disidencia tiene alguna representatividad en la sociedad cubana que se ponga mirar las imágenes de la despedida del Pueblo de Cuba a su inolvidable y querido Fidel para que ajuste su criterio. Yo que nací y crecí en medio de todo esto todavía se me pone la piel erizada de nada mas que acordarme de esas imágenes. No soy político ni politólogo pero aquí no hay espacio para una tercera vía.. Defender lo que tenemos y cuidarnos de los discursos, consejos y hasta abrazos traicioneros que quieren (como se decía antes) tumbar la Revolución Cubana.

JJose Lopez dijo:

9

7 de junio de 2017

18:45:32


ES VERDAD El Psoe es el mejor ejemplo renunciaron al marxismo ziguendo la moda europea despues de la caida del socialismo real renunciaron al marxismo pero como buenos oportunistas se siguieron llamando socialista, una verdadera estafa politica para confundir y los tales moderados en Espana son mas derechistas que Pp.rezultado que millones de espanoles desertaron de ese llamado Centro o Moderado

joseantonio dijo:

10

8 de junio de 2017

09:07:48


Llevo varios días analizando el artículo del Dr. Elier Ramírez, que fiel a su estirpe, ha puesto el dedo en la llaga. También los diversos comentarios que este ha generado en nuestros medios. En política, definirse como “centrista” es como no ser. O mejor dicho, es ser oportunista. Hoy tenemos que fabricar un consenso en torno a un proyecto de país, un país que se renueva a sí mismo, sin perder las esencias. La búsqueda de consensos implica participación ciudadana en el debate y esto solo se logra en las bases, donde las personas viven, aman, se afanan y sufren los avatares de la vida cotidiana. Un debate sin prejuicios ni posiciones de fuerza. Un debate que siempre ha estado presente pero que hoy, para bien, ha desbordado los diques de los congresos y de la academia. He visto debatir sobre el tema hasta a los borrachitos consuetudinarios del bar de la esquina. Ese debate, espontáneo y en voz alta –por algo somos cubanos- hay que encausarlo, pues basta un simple comentario para que, como en el deporte, de desborden las pasiones. Para aprovechar todos los espacios posibles hay que estar preparados: Preparados para convencer, con argumentos, sin consignas, pues la gente común las rehúye, está harta de ellas. Quien no conoce, no entiende y mucho menos podrá explicar y convencer. Como nación hemos dado dos maestros del consenso: Martí y Fidel, nuestros pilares fundacionales. Sin el consenso entre Martí, Gómez y Maceo, no hubiera acontecido la Guerra Necesaria, o hubiera fracasado. Sin consenso popular no hubiera habido Revolución, o hubiera durado muy poco. Sin consenso y participación ciudadana no hubieran regresado Elián y los Cinco Héroes. Espacios que no ocupemos, serán aprovechados por otros. Consenso es continuidad, es unidad: “con todos y para el bien de todos”.

Dawer Perez Cañete Respondió:


9 de junio de 2017

13:51:13

Fenomenal! Me encantó tu comentario José Antonio. Gracias por tu visión e invitación al diálogo basado en los argumentos!

Dawer Perez Canete dijo:

11

9 de junio de 2017

14:39:04


Como revolucionario cubano creo que a veces le tenemos miedo a las opiniones diferentes, en este caso, a esas opiniones que sabemos están apoyadas y patrocinadas por grupos de interés de los Estados Unidos. Es politicamente correcto y hasta estratégico pensar así. Pero de ahí a afirmar que esta tercera fuerza política podría descarrilar el curso de nuestra revolución, es algo que yo dudo. En mi opinión y sin saber los porcientos reales que sostienen mi afirmación, existe más de un 80 % de la población cubana que firmemente repalda el PCC, y con el tiempo este por ciento puede crecer en la medida que la Dirección Central del Partido sea capaz de fortalecer el desarrollo económico-social basado en nuestra economía socialista. Además, nuestra historia es la más hermosa y heroica del mundo actual, así que las nuevas generaciones van a tender a sentirse orgullosos de ser diferentes, de no morder el anzuelo del capitalismo, de hacer sacrificios por el bien del colectivos, perfeccionar el régimen político para estar más acorde con ciertas normas internacionales, como ya se han ido haciendo, por ejemplo, cuando la actual dirección decidió extender el uso del internet al pueblo cubano, por mencionar algo. De manera que no me preocupa, para nada, que haya un grupo de cubanos que tengan una posición centrista, resultado de la manipulación externa o no. Ellos son una minoría. Mira lo que pasó ayer con los partidos minoristas en Reino Unido, entre todos ellos no alcanzaron a tener ni el 11% de los votos para integrar el Parlamento Británico. Lo mismo pasaría en Cuba, el Partido Comunista Cubano siempre tendrá la mayoría de los votos y por tanto el poder ( en caso de darle un lugar en la sociedad a estas voces, que muchas veces como sabemos, están siendo manipuladas por fuerzas extranjeras que quieren implementar otro modelo económico aquí). Pero tengo plena confienza que estos más de 50 años de Revolución, a pesar de lo que dicen muchos por ahí, han sido suficiente para sembrar y crecer la semilla de la siempre eterna Revolución Cubana. Que vengan los centristas, derechistas, pseudo-izquierdista o cualquiera a darme su discurso. Que me traigan sus argumentos, que si ellos están bien preparados, mejor preparados que ellos estoy yo! Y respetándole su opinión, le voy a dar la mía, que es la opinión de la mayoría de los cubanos. (Digo, creo yo) Mejor preparados que ellos estamos la mayor parte de los cubanos, basado en nuestra historia, nuetros lideres y nuestros ideales. Y si no es así? Pues frente al reto de tener que argumentar algo que no sepamos como, y el reto de defender nuestro modelo económico y nuestro valores políticos, aprendemos y pa´lante! Eso, es Revolución!