AGUADA DE PASAJEROS, Cienfuegos.–Sin ser universitario, Maisel García García estudió hasta pasados los 20 años. Cursó tres especialidades distintas de técnico medio, puesto que todavía se sentía indeciso de cuanto quería hacer con su vida.
Pero debió pasar cierta temporada cerca de unos productores de arroz y, de a poco, fue conociendo e interiorizando las artes de un cultivo sin el cual hoy, a punto de los 44, ya no puede vivir.
«Me enamoré; no fue a primera vista, sino a golpe del tiempo. Ahora, sinceramente, no puedo desligarme de un trabajo al cual le he dedicado 21 años. Y más de dos décadas en el surco, sin descansar ni siquiera un domingo, se sienten, de verdad se sienten, aunque a mí no me tumban», afirma.
El miembro de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Félix Edén Aguada es actualmente una de las voces cantantes de la producción del cereal en el municipio cienfueguero de Aguada de Pasajeros, corazón arrocero de esta provincia.
Maisel, por tanto, fue uno de los abanderados locales presentes en el Encuentro Nacional de Cooperativas del Movimiento de los 100 000 quintales (4 600 toneladas) de arroz húmedo, que se organizó con el concurso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y el Grupo Agroindustrial de Granos del Ministerio de la Agricultura, en Cienfuegos y con sede principal en su CCS Félix Edén Aguada.
El campesino confiesa que él era un productor mediocre, hasta que tuvo la dicha de afiliarse al Proyecto de Cooperación Cuba-Vietnam para la producción de arroz. Ahí fue cuando le cambió todo, pues comenzó a ponerle ciencia al surco y a trabajar más organizado.
Cuenta Maisel que el Embajador de Vietnam estuvo en su finca Palma Larga el 21 de septiembre del 2013, lo cual supuso para sí gran orgullo. Gracias al Proyecto –sostiene– ascendió de cuatro a 11 toneladas por hectárea de rendimiento en menos de seis años.
«Aprendí algo esencial: la correcta preparación de las tierras. Además, la fertilización en tiempo y forma, el empleo solo de semillas certificadas, optimizar el agua y practicar una estrecha y permanente vigilancia de mis 26 hectáreas».
Maisel perjura que, en virtud del rigor y el empeño que lo caracterizan, el podría llegar a las 12 toneladas por hectárea o más. Aquí todos lo creen, porque el levantón de este hombre en unos pocos años ha sido casi de ensueño. El «ciclón» le llaman algunos, y de verdad que parece tener la energía de uno.
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Oscar Ramos Isla dijo:
1
2 de mayo de 2017
09:01:19
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