HOLGUÍN.–El campamento Raúl Tamayo Sarmiento, establecimiento de la Empresa de Servicios a Trabajadores de la Construcción Garbo, garantiza a los albergados las condiciones necesarias para descansar después de agotadoras jornadas, atestigua Oberto Pico Calunga, integrante de una brigada que coloca asfalto sobre las vías.
Los dormitorios tienen aire acondicionado y colchones de muelle. En realidad, dice, tiene todo tipo de comodidades, incluido un televisor.
Sus coterráneos de Mayarí y compañeros de faena Erasmo Aguilera Ávila, Mariano Almira La O y Norge Fernández Acosta asienten y ofrecen otros testimonios sobre la buena atención que reciben lejos de casa.
En la relación de beneficios dan prioridad al servicio de lavandería de ropa de cama y de prendas de vestir siempre que se desee esto último; la entrega de artículos para el aseo personal y la elaboración, variedad y presentación de los alimentos.
Agregan las opciones de recreación, que convierten las noches de miércoles en espacios donde es posible disfrutar de presentaciones de artistas y ofertas gastronómicas, además del uso permanente de la sala de video equipada con un televisor de pantalla plana de 52 pulgadas.
Norge, el más joven del cuarteto, estima que una característica a resaltar es la rapidez con que el aparato administrativo del centro responde a las quejas o sugerencias de los albergados, quienes las tramitan a través de delegados o de forma directa.
Salvador Rodríguez Pupo, jefe del campamento, puntualiza que los constantes intercambios con el personal alojado definen el modo de actuar de las 31 personas que dirige, quienes tienen presente el papel de los albergados en la ejecución de importantes obras. De ellas, destaca la terminación de la avenida que une al aeropuerto internacional Frank País con la ciudad de Holguín, así como la marcha, también en esta urbe, de los procesos de reparaciones y ampliaciones de los hospitales Vladimir Lenin y Lucía Íñiguez.
La profesionalidad del personal de la instalación tiene el aval de la Oficina Nacional de Normalización, la cual le otorgó en octubre del 2015 el certificado que confirma la implantación de un sistema de calidad que satisface los requisitos establecidos en la norma ISO 9001 del 2008 con alcance al servicio de alojamiento, hoy con capacidad para 110 personas en seis dormitorios, uno de ellos para mujeres.
Se trata de un área en la que todos cierran filas, aunque están los casos sobresalientes de Lourdes Ramírez Pavón y Félix Caballero Sosa, carpeteros que por más de una década han cumplido cabalmente sus funciones, al tiempo que no han reparado en apoyar otras labores.
En cuanto a la alimentación, Salvador explica que en los almuerzos las ofertas llegan a siete productos y en las comidas a ocho, lo cual contempla las recomendaciones nutricionales de acuerdo con el esfuerzo físico de cada trabajador y la correcta elaboración, aspecto en el que resalta la actuación de Carmen Pérez Garcés.
Entre los propósitos a lograr en periodos breves están la instalación de un equipo de aire acondicionado en la sala de video, la ampliación de la lavandería y el alistamiento de un nuevo albergue, acciones que incrementarán la calidad del servicio y contribuirán a mayores ingresos, los que a su vez influirán en el salario promedio, hoy entre 1 100 y 1 200 pesos, a partir del pago por resultados.
También es visible el entusiasmo con que preparan la participación en los festejos por el 1ro. de Mayo. Ese día el colectivo desfilará con orgullo por haber sido uno de los pilares en los que Garbo se apoyó para conquistar el Premio de la Calidad que recientemente le confirió el Ministerio de la Construcción.
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leodannis dijo:
1
21 de febrero de 2018
15:15:24
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